Andrea Marín Mena
Periodista
Tan solo bastó una muestra diminuta, del tamaño de la punta de un alfiler, para que el Departamento de Ciencias Forenses del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) brindara una prueba científica contundente al Tribunal Penal de San José, en donde se determinó que una jeringa contenía una sustancia denominada cloruro de potasio, la cual no estaba incluida en los medicamentos administrados a la paciente de un hospital estatal.
Las pruebas científico-forenses que se presentaron en este caso, fueron de gran valor probatorio, que aunadas a las pruebas testimoniales, llevaron al Tribunal Penal de San José, a condenar a una mujer a 15 años de prisión por el delito de homicidio simple, en perjuicio de una paciente hospitalaria.
La micro muestra que contenía la jeringa, fue analizada con un microscopio electrónico, en el cual la imagen es visualizada y analizada químicamente a partir de señales electrónicas y de rayos X, producto de la interacción de la muestra con un haz de electrones, logrando concluir con certeza que la sustancia contenida era el compuesto cloruro de potasio.
Francisco Segura Montero, Director del OIJ, destacó los esfuerzos de los Laboratorios Forenses de la Policía Judicial por perfeccionar las pericias que realiza, porque la delincuencia evoluciona cada día más. “En sus inicios la policía manejaba la escena del crimen a nivel macro. 40 años después hemos venido evolucionando, hasta incorporar la recolección de indicios microscópicos, que se lleva a nuestros laboratorios de ciencias forenses de avanzada. Ahora se pueden obtener indicios de algo que usted no ve y que mediante tecnología microscópica se aumenta su tamaño hasta volverlo visible al ojo humano”, detalló Segura Montero. |
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Muestra escasa de una sustancia, vista con el microscopio electrónico, luego de registrar un proceso sencillo de secado a partir de un líquido residual en un soporte. |
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Para el jerarca judicial estos esfuerzos tecnológicos demuestran que el OIJ cuenta con laboratorios de primera línea, cuya calidad y excelencia ha sido reconocida internacionalmente y que se han constituido en referencia para otros laboratorios del continente.
La técnica utilizada por la Sección de Pericias Físicas es de reciente uso en el ámbito forense a nivel nacional y se denomina “Microscopía Electrónica de barrido con microanálisis de rayos X” (abreviado SEM-EDX por sus siglas en inglés), equipo adquirido hace dos años. La tecnología ha permitido superar en muchos casos, los inconvenientes que dificultan el análisis de muestras escasas (evidencia traza), o que requieren largos procesos de preparación para el análisis elemental; además, debido a su capacidad de magnificación con alta resolución, se ha convertido en una excelente herramienta para valorar características morfológicas de la evidencia, que de otra manera resultaría imposible observar.
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El Jefe del Departamento de Ciencias Forense, Marvin Salas, el encargado de Gestión de Proyectos del Departamento de Ciencias Forenses Mauricio Chacón Hernández, los peritos Deyvit Herrera Castillo, Karen Oviedo Paniagua y Steven Vargas Ramírez de la Sección de Pericias Físicas, y la Jefa de Pericias Físicas, Kattia Saborío Chaverri. |
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Esta instrumentación ha sido fundamental para la evacuación de solicitudes de dictamen pericial en áreas tan variadas como los análisis de indicios post-explosión, de joyería, de residuos de corte de metales, de tóxicos, de suelos y de identificación química en general. También se ha convertido en herramienta importante para valoración de detalles de superficies en casos de Ingeniería Forense o caracterización morfológica de indicios entomológicos o palinológicos (polen).
Sin embargo, la aplicación más relevante del equipo en el área forense es el análisis de residuos de disparo de arma de fuego, considerando que hoy en día es la única técnica instrumental que es aceptada por la comunidad forense internacional para el análisis de residuos de disparo en manos y superficies relacionadas con un sospechoso de haber accionado un arma de fuego. Este servicio está próximo a brindarse, luego de arduos procesos de prueba y validación de los procedimientos científicos que garantizan la objetividad y validez de las pericias forenses, mediante estándares nacionales e internacionales.
Según explicó Marvin Salas Zúñiga, Jefe del Departamento de Ciencias Forenses del OIJ, cuando se trabaja a nivel forense en la investigación criminal, se buscan objetos que mediante la aplicación de los principios científicos de la Criminalística o las Ciencias Forenses puedan ayudar a corroborar o rechazar las hipótesis de investigación que plantean las autoridades competentes. |
“En esto hemos dado un gran salto científico a nivel institucional y en el aporte de las ciencias forenses en la investigación criminal, pues con esta herramienta tecnológica, a través de evidencias tales como un resto de polen, micro partículas de alguna sustancia química, entre otros, las cuales no son visibles a simple vista y que incluso no nos percatamos de su existencia y que podrían incluso venir impregnadas en otros evidencias recuperadas, tales como un arma, una prenda de vestir, un trozo de cuerda entre otros, ahora somos capaces de recabar información que podría arrojarnos elementos sobre las causas de la muerte de una persona o esclarecer situaciones específicas de la dinámica de un crimen. Para poder caracterizar y analizar estos objetos debemos someterlos a una visión a nivel microscópica y si es posible establecer sus características de composición química y morfológica. Y esto es lo que nos permite el microscopio electrónico con detector de rayos x que manejamos en la actualidad, el revisar una partícula tan pequeña como puede ser un residuo de pólvora deflagrada u otra partícula invisible al ojo humano”, explicó Salas Zúñiga.
Prueba valiosa
Era un 5 de agosto del 2012, cuando la ofendida debió ser hospitalizada, pues su estado de salud sufrió un quebranto. A la paciente se le requirió colocar una serie de instrumentos médicos para el suministro de medicamentos físicos al torrente sanguíneo, señala la sentencia penal.
Al parecer, los testigos presentes en el centro médico, señalaron que el 7 de agosto, a eso de las 10:00 a.m., la imputada ingresó hasta la cama 117 donde se ubicaba la ofendida y supuestamente, luego de conversar algunos instantes con la paciente, sacó una jeringa y le inyectó una sustancia desconocida. Luego se dirigió al baño y al salir, ya la mujer había muerto.
La sospechosa fue detenida en ese mismo momento en el hospital, siendo que el Organismo de Investigación Judicial inició con la investigación, ante las declaraciones de varios testigos que informaron lo ocurrido.
Una de las pericias forenses, a las que el Tribunal Penal le dio validez y relevancia, fue el examen realizado a la jeringa que se encontró en el sitio del suceso, mediante la utilización de la microscopía electrónica de barrido, que determinó con certeza la presencia de cloruro de potasio, tanto en la jeringa como en los conductos de la vía de administración de medicamentos de la paciente.
“Una vez determinada la manera de recolección de la jeringa utilizada por la encartada, así como su contenido, este Tribunal procede a analizar a qué corresponde el líquido encontrado; pudiendo concluirse que es cloruro de potasio. Se arriba sin lugar a dudas a esa conclusión, gracias a la prueba pericial (Dictamen de Análisis Criminalístico…) realizada…El hecho de que se determine o no el grado de concentración de la misma no resulta indispensable para el análisis que realiza este Tribunal por cuanto este hallazgo en la jeringa lo que permite observar es el tipo de sustancia que contenía, y a partir de ahí, tener certeza de cuál fue la sustancia que portaba la señora en la jeringa. Es a partir de todo este análisis relacionado con la jeringa encontrada, que este Tribunal puede tener como hecho probado que la jeringa utilizada por la mujer para inyectar a la ofendida, fue localizada a escasos metros de la cama de la ofendida, esto en un basurero ubicado en el baño del Salón, y que en el interior de la jeringa se ubicaron residuos de la sustancia cloruro de potasio”, puntualizó el texto de la sentencia.
La sentencia condenatoria de 15 años de prisión por homicidio se dictó el 20 de diciembre del 2013 por el Tribunal Penal de San José. A la mujer se le encontró culpable por la muerte de otra mujer que se encontraba internada en el hospital público, pues sufría de diversos padecimientos. |
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El Director del OIJ, Francisco Segura Montero, destacó que el Organismo apunta a la tecnología para mejorar la calidad y la eficiencia en las investigaciones que realizan. |
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La Sección de Pericias Físicas asumió la tarea de elaborar los kits de recolección de muestras, que permite ahorrar recursos, frente a una tecnología de alto valor. |
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Esta sentencia fue apelada ante el Tribunal de Apelaciones del II Circuito Judicial de San José, Sede Goicoechea, el cual resolvió revocar parcialmente el fallo impugnado y recalificó el hecho al delito de homicidio calificado, por lo que ordenó un reenvío para la fijación de la pena, en todo lo demás el fallo quedó incólume.
Ante esta resolución se presentaron recursos de casación ante la Sala Tercera, los cuales fueron admitidos y se está a la espera de la resolución final del Alto Tribunal de Casación Penal.
“Lo que procuramos con la pericia era buscar el tipo de sustancia que se le inyectó a la víctima. La pericia nuestra se basó en el análisis pericial de la manguera para el suministro de medicamentos de la paciente y la jeringa que se encontró, para finalmente comprobar que lo que se le había inyectado a la señora era cloruro de potasio, que le provocó una arritmia y después la muerte. Aquí es importante determinar la capacidad logística instalada en nuestros laboratorios para la elaboración de ese tipo de pericias, de su personal y del personal de Inspecciones Oculares en la recolección de indicios”, destacó el Director del OIJ, Francisco Segura. |
Tecnología y funcionamiento
Las capacidades del equipo instrumental aunadas al análisis e interpretación de datos del personal experto, han permitido mejorar el alcance de muchos peritajes, así lo señalan expertos forenses de la Sección de Pericias Físicas del Departamento de Ciencias Forenses, al referirse al microscopio electrónico y los análisis que se pueden desarrollar.
Este gran avance para las pericias forenses específicas, reside en la posibilidad que tiene esta herramienta tecnológica para determinar la composición química y la morfología (información topográfica o superficial) de una muestra.
“Al calentarse el filamento de tungsteno que contiene el microscopio, se generan electrones, que son direccionados por una diferencia de potencial (aceleración de voltaje) hacia una serie de lentes electromagnéticos y generadores de barrido, resultando un haz de electrones que se mueve de forma secuencial sobre la muestra colocada en una cámara al vacío. La interacción del haz primario con la muestra produce señales electrónicas en cada punto de la muestra, las cuales son captadas por una serie de detectores que constituyen los responsables de conformar la imagen, en escala de grises, originada por diferencias topográficas o de composición química. Un detector adicional para el microanálisis de rayos X es el encargado de suministrar la información sobre la composición de la muestra”, explicó Steven Vargas Ramírez, Perito Judicial 2 de la Unidad de Pólvora y Explosivos de la Sección de Pericias Físicas y quien está a cargo actualmente de la implementación de aplicaciones con el microscopio. Muestras de Química.
La capacidad del equipo para trabajar en condiciones de vacío diferencial o incluso congelando la muestra, permite el análisis de muestras sólidas y especímenes en su estado natural, aún aquellos que no son conductores de electrones (como vidrio, caucho, etc.), y muestras delicadas como huevos de mosca y otros indicios biológicos susceptibles de daño estructural cuando se someten a condiciones de alto vacío en la cámara de muestras del equipo, lo que le confiera gran versatilidad. Otra de las ventajas de esta tecnología es que la pericia se hace de forma no destructiva, es decir, que la muestra que se analiza queda intacta y se puede conservar como testigo.
Avances
El esfuerzo del Departamento de Ciencias Forenses, impulsado de forma efectiva desde la Jefatura Departamental, por dotar de recursos técnicos a las diferentes áreas del quehacer pericial, con la limitante de realizarlo con el presupuesto normal ordinario que se provee a dicho departamento sin que se asignaran recursos adicionales para ello, permitió que después de más de una década de trabajo en el análisis de residuos de disparo, la Sección de Pericias Físicas, cuente hoy en día con un microscopio de barrido electrónico, que hará posible efectuar los análisis de residuos de disparo de arma de fuego, cumpliendo con los protocolos vigentes según las exigencias internacionales, lo cual conducirá a la visualización e identificación fehaciente de los residuos de disparo en el material recolectado de las manos de sospechosos, a partir del hallazgo de partículas individuales de morfología característica (típicamente esférica, entre 0,5 micras y 10 micras de diámetro) con una composición química a base de plomo, bario y antimonio. Esto permitirá establecer vinculaciones directas o indirectas, con un arma de fuego desde la valoración de la evidencia traza en las manos, ropas o superficies en contacto con las manos de los sospechosos.
"La técnica de microscopía electrónica con detector de rayos X brinda un resultado concluyente para la determinación de residuos de disparo, lo que implica un salto científico determinante con relación a la metodología actualmente utilizada, por lo que la adquisición de este equipo que rondó los $350 mil tiene su asidero precisamente en el cambio de metodología para la atención de cientos de casos que se reciben en la Sección de Pericias Físicas para el análisis de residuos de disparo, no obstante su aplicación a otras áreas de las Ciencias Forenses permite potencializar el uso de este valioso recurso" indicó Kattia Saborío Chaverri, Jefa de Pericias Físicas. |
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Marvin Salas Zúñiga, Jefe del Departamento de Ciencias Forenses, destacó el avance obtenido con la adquisición de esta tecnología de primera línea. |
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Uso racional y específico
Se espera que pronto, el Departamento de Ciencias Forenses pueda poner a disposición de las personas usuarias, la determinación de residuos de disparo por medio de microscopía electrónica; sin embargo se requiere de una serie de procesos administrativos y de capacitación, que acompañados por directrices y circulares definan el uso racional y efectivo de estos análisis periciales.
Por parte de Ciencias Forenses ya se cuentan con los procedimientos operativos normados que garantizan la efectividad de las investigaciones que involucran su uso, además se desarrollaron protocolos de recolección de muestras con criterios de exclusión de muestras, que requerirán la revisión y visto bueno de la Dirección del OIJ, para su utilización final.
Según explicó el Jefe del Departamento de Ciencias Forense, Marvin Salas, lo que se busca es que garanticemos un uso racional y efectivo de esta herramienta tecnológica, para que se pueda utilizar en aquellos casos donde el valor probatorio de los resultados sea relevante para averiguar la verdad de los hechos en las investigaciones criminales.
Incluso para reducir costos a nivel de laboratorio, la Sección de Pericias Físicas confeccionará los kits de recolección de muestras para el análisis de residuos de disparo, que en el mercado tienen un costo de alrededor de $20 cada uno y que con esta práctica interna, este valor se reducirá a $8 por cada kit, además, estarían acompañados de un formulario con instrucciones de uso y de recopilación de información necesaria al momento de la toma de muestras.
La importancia del establecimiento de parámetros para su uso racional se hace evidente ante el valor de las pericias con tecnología de última generación y el tiempo que tarda cada análisis, que en laboratorios privados en países como Estados Unidos, alcanzan un costo de hasta $250 por cada muestra recolectada de las manos del sospechoso de haber accionado un arma de fuego, y de hasta $100 por un control negativo.
Considerando que en términos de recolección de muestras, un kit incluye dos muestras y un control, el valor del análisis de residuos de disparo en manos rondaría los $ 600 por kit.
Los tiempos de análisis automatizado de residuos de disparo con este equipo pueden rondar entre 6 y 10 horas por cada muestra individual en el kit (para la búsqueda de residuos de disparo en los detritos provenientes de muestras relativamente limpias como las que usualmente se recolectan de las manos), pero pueden incrementarse para muestras con altos contenidos de partículas metálicas como es el caso de aquellas levantadas de superficies vehiculares como volantes o palancas, por ejemplo. Lo anterior implica que las muestras deben ser adecuadamente seleccionadas y recolectadas en función de su eventual poder probatorio, de tal manera que no se sature el servicio con muestras cuyo análisis aportará poco o ningún elemento de relevancia en el proceso judicial.
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Partícula de residuo de disparo, vista desde esta novedosa herramienta tecnológica. En el mercado el valor de una sola muestra a nivel internacional ronda los $250. Si se toma en cuenta que cada kit contempla un mínimo de dos muestras y un control negativo, el análisis forense total por caso rondaría los $600. |
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Así por ejemplo, si una persona sospechosa es detenida en posesión de un arma de fuego, no se justifica la recolección y análisis de muestras para la búsqueda de residuos de disparo en manos, pues el peritaje no podrá discriminar de forma fehaciente entre la manipulación del arma de fuego y el accionamiento de la misma. La situación es diferente para aquellos casos en los que el sospechoso es detenido sin llevar consigo un arma de fuego, siempre y cuando se tomen en cuenta otros factores como tiempo transcurrido desde que se dio el incidente, lavado de manos, etc.
Según explicó la Jefa de Pericias Físicas, Kattia Saborío Chaverri, el proceso previo para la implementación del servicio con esta tecnología incluyó una etapa de capacitación, que comprendió no solo su inclusión en el Programa de Formación Básica en Investigación Criminal del OIJ, sino también en el curso avanzado de manejo de la escena del crimen. No obstante, es fundamental, impartir de forma general una capacitación más amplia y específica. |
“La visión del OIJ es mantener una línea de avance en todas las áreas técnicas, que incluye no solo a nuestros laboratorios de Ciencias Forenses, sino también nuestra plataforma de información criminal y de análisis criminal, avances que nos colocan en primera línea. Apuntamos a la tecnología. No tenemos posibilidades de incrementar nuestro personal por limitaciones presupuestarias, pero contamos con tecnología que coadyuva a nuestros equipos de investigación para realizar un trabajo mas eficiente”, destacó Francisco Segura Montero, Director del OIJ.
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