¡EL VALOR DE SER MAMÁ!
Melania Chacón Chaves
Periodista

Detrás de cada labor judicial que desempeñan muchas servidoras judiciales, existen historias que las sellan como mujeres emprendedoras que entregan su vida por sus hijos y que trabajan para entregarles lo mejor.

Resaltar el valor de ser mamá es lo que deseamos reflejar a través de estas historias.

Una mamá luchadora: Sandra Durán Monge

Sandra Durán Monge y sus tres hijos

El 7 de julio del 2014, Sandra Durán Monge, se despedía temporalmente de sus compañeras y compañeros judiciales porque debía regresar a lo que se convirtió en su segundo hogar durante los últimos dos años: el Hospital San Juan de Dios.

En esa ocasión debía realizarse exámenes médicos que determinarían lo que está obstruyendo uno de sus riñones.

Sandra Durán, es una mujer que ha luchado por su vida. Todo inició en el 2012 cuando fue diagnosticada con cáncer de colon: “Cuando me dieron la noticia, decía que era un sueño, que me despertaran, pero bueno, era la realidad y empecé a contar una historia que aún no termino, pero lucho por ese fin que anhelo tener, para continuar disfrutando la vida al lado de mis tres hijos y de mi madre, pero además quiero sentirme útil y activa, ofreciendo mis servicios profesionales en un lugar donde hay compañeras maravillosas que han estado conmigo como lo es la Comisión Nacional para el Mejoramiento de la Administración de Justicia (Conamaj)”.

Antes de ser operada, doña Sandra recibió 28 sesiones de quimioterapia. Recuerda que uno de los momentos más difíciles fue la época navideña del 2012 cuando presenció la muerte de algunos pacientes que al igual que ella luchaban por una oportunidad más. “En ese momento hubo un pensamiento que no me dejó caer: mis hijos me necesitan” expresó.

María Fernanda, José Andrés y Sofía de 16, 14 y 9 años respectivamente, son la fortaleza de su vida y su ánimo de seguir adelante. “He dicho muchas veces que por dicha soy yo la que lucha contra esto y no alguno de mis hijos, yo lo prefiero así”.

La operación para ella se convirtió en la esperanza de vida, sin embargo el camino ha sido largo, sus sesiones de quimioterapia y radioterapia estuvieron presentes todos los días durante siete meses posteriores a la cirugía.

Cuatro meses después de esta última etapa, Sandra Durán espera la respuesta de los médicos de que todo ha finalizado, y de esta manera seguir siendo una madre trabajadora que lucha por el bien de sus mayores tesoros.

“Mis compañeras y compañeros, mis hijos y mi familia me han demostrado que no estoy sola y por eso aquí estoy con ánimo y mucha fortaleza de continuar”.

Mamá que espera su tercer tesoro: Isabel Rojas Quirós

Isabel Rojas Quirós, con sus hijos José Ricardo de 10 años y Santiago de 7 años
¿Ema, Sara, Matías o Martín? Son los nombres en los que piensa todos los días, la servidora judicial de la Fiscalía Adjunta de Fraudes, Isabel Rojas Quirós para su nuevo hijo o hija que está por llegar a su hogar.

A sus tres meses de embarazo vive un momento en la que se describe como una “mamá guerrera”.

“Tengo dos hijos, José Ricardo de 10 años y Santiago de 7 años, espero a mi tercer bebé con gran ilusión. Lucho por lo mejor para mis hijos y le pido a Dios la sabiduría para llevarlos por el camino correcto”

A sus 18 años de edad, María Isabel, ingresó al Poder Judicial, institución que la ha acompañado en distintas etapas de su vida.

En medio de sus múltiples facetas, uno de los más grandes retos fue perder 55 kilos, aspecto que marca su vida con un antes y un después.

Hoy en medio de su tercer embarazo, sigue siendo una deportista, quien procura fortalecer esa vida sana a la que logró llegar, por lo que además de servidora judicial, mamá, ama de casa y estudiante de derecho, también es una mujer que dedica tiempo para una vida sana.

“Hace poco más de un año, tenía todos los requisitos para ser víctima de un infarto; un día me levanté y dije no más, emprendí una lucha contra mi exceso de peso; empecé a correr todas las mañanas y asesorarme en nutrición, hoy puedo decir que me siento satisfecha de lo que he logrado y aunque estoy embarazada, continúo en línea, permitiendo que mi nuevo bebé crezca sanamente, al igual que su madre”.

La noticia de su tercer tesoro le ha permitido ponerse una nueva meta: “mantener lo logrado hasta el momento”, para demostrar a sus hijos ser una madre segura y satisfecha consigo misma, valiente y con espíritu de lucha en la vida.

“Sentir a un ser maravilloso dentro de uno es un sentimiento indescriptible, es ternura, es ilusión, trae momentos inolvidables, pero también me trae el recuerdo de mi gran abuela que le demostró al mundo, que se podía salir adelante con nueve hijos, dando el ejemplo y trabajando para darles lo mejor”.

Mi madre, mi abuela, mis hijos, mis compañeros y compañeras de trabajo permiten lo que hoy soy como mujer y como madre.

Una mamá con esmero: Flor Jiménez Vindas

Flor Jiménez Vindas y su familia
“Mi hijo es un ángel, me protege, ayuda y apoya a su hermana. Mi hija es exigente, perfeccionista y muy responsable. Ambos son cariñosos y son la bendición más grande que Dios me ha dado”.

Así describe Flor Jiménez Vindas, Fiscal Adjunta de Corredores a su hija e hijo que son producto del amor de un hogar que mantiene junto a su esposo.

Su hija Flor, quien tiene 23 años, es una joven que junto a su madre ha logrado superar todo pronóstico médico. Nació con malformaciones físicas y en cuatro ocasiones la han desahuciado, pero hoy es una profesional graduada en enseñanza del inglés y actualmente cursa su segunda carrera universitaria (enfermería) junto a su hermano Carlos Eduardo.

Los logros de ambos jóvenes, es el resultado de una madre que les proyecta carácter, disciplina, responsabilidad y fe.

“Me casé en 1990, un año después nació nuestra hija; no había motivo alguno para que naciera con la discapacidad registrada, se nos vino el mundo encima, pero lo hemos superado juntos y hoy es una joven profesional con inteligencia normal o superior a la normal y brilla junto a mi otro hijo Carlos Eduardo”.

El crecimiento profesional de su hija es producto del acompañamiento y del esfuerzo de una madre que dedicó los fines de semana a acompañarla a sus clases en la universidad.

Además de su experiencia como madre, Flor también es una servidora judicial que se destaca por el amor que le tiene a su trabajo y a la institución. “Hago lo que me gusta, lo disfruto, me ha dado estabilidad, felicidad, tranquilidad y paz” expresó.

Flor tiene 28 años de laborar para el Poder Judicial. Inició como meritoria, luego conserje, auxiliar coordinadora, posterior al nacimiento de su segundo hijo (Carlos Eduardo) inició sus estudios en derecho y hoy es Fiscal Adjunta de Corredores.

“Soy un persona que creció en zona rural, trabajé como empleada doméstica para sacar mi bachillerato en horario nocturno, luego logré graduarme de asistente legal en el Colegio Universitario de Puntarenas, seguí hasta encontrar una oportunidad en el Poder Judicial”

Flor destaca el papel y el apoyo de su esposo, con quien ha logrado construir un hogar donde con unión, organización y amor se supera todo obstáculo en la vida.

Licda. Ana Lucía Vásquez Rivera
Lic. Sergio Bonilla Bastos
Licda. Andrea Marín Mena
Licda. Teresita Arana Cabalceta
Licda. Melania Chacón Chaves
Licda. Sandra Castro Mora
Lic. César González Granados
Licda. Mónica Chavarría Bianchini
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