Discurso del Señor Fernando Cruz Castro, Expresidente del Poder Judicial para la actividad denominada:

“Homenaje doña María Eugenia Vargas Solera”

Viernes 8 de julio de 2022. Hora: 10:00 a.m.
Edificio de la Corte Suprema de Justicia, tercer piso

Dr. Fernando Cruz Castro
Expresidente
Corte Suprema de Justicia

Muy buenos días a todas y todos.

Es para mí un honor de dirigirme a ustedes en esta actividad que pretende conmemorar el cumpleaños número 100 de doña María Eugenia Vargas Solera, una gran mujer, cuyo aporte al Poder Judicial es sumamente significativo.

Doña María Eugenia, nació en San José un 13 de junio de 1922, y su desarrollo académico y profesional es producto de un Estado que creyó en la educación pública: donde sus estudios primarios los cursó en la Escuela República Argentina de Barrio México, la educación secundaria en el Colegio Superior de Señoritas y la carrera de Derecho y el título de profesora en educación cívica, en la Universidad de Costa Rica.

Desde esas épocas estudiantiles, se logra ubicar en doña María Eugenia un espíritu y una esencia, que la llevarían a realizar una serie de logros y metas no solo en el plano académico sino también en el profesional, sin saber quizás que sus acciones serían sumamente relevantes e inspiracionales para muchas otras mujeres.

Es así como podemos decir que han pasado 66 años desde aquel primero de junio de 1956, cuando nuestras Cortes vieron por primera vez a doña María Eugenia Vargas ingresar al Poder Judicial bajo la investidura, no solo de abogada, sino de “Jueza Tutelar de Menores de San José”.

Constituyéndose así en la primera mujer en ocupar el cargo de jueza de la República, pasando de esta manera a la historia, junto a otras mujeres como Angela Acuña Braun (primera abogada) y Virginia Martén Pagés (primera mujer notaria pública).

El ingreso de doña María Eugenia a la judicatura, marca un hito en la historia del Poder Judicial. Donde a través de su coraje y determinación, logra ingresar a la judicatura, y con ello generar una ruptura de los esquemas clásicos de la época, los cuales se caracterizaban por un Poder Judicial ampliamente permeado de tintes y tonalidades machistas.

Y es que, la determinación de doña María Eugenia, es digna de admirar…

Sus acciones lograron desafiar el status quo, rompiendo paradigmas añejos, y sirviendo de fuente de inspiración para nuevas generaciones de mujeres y hombres.

Demostrando en esa época, con su trabajo, su esfuerzo, mística y dedicación, que las mujeres tenían (y tienen) mucho que aportar al sector justicia, mediante un rol activo basado en una justicia con enfoque más humano, respetuoso del marco jurídico costarricense y en total aplicación práctica del principio de igualdad en el acceso a puestos de trabajo tanto para hombres como mujeres.

Es así como el día de hoy, podemos decir que un 55.43% de las 1445 personas que ocupan puestos en la judicatura son mujeres, un avance significativo, pero que nos refleja que aún queda mucho camino por recorrer.

La sociedad costarricense está urgida de más personas valientes y determinadas como doña María Eugenia. Las instituciones democráticas cada vez más son victimas de ataques que pretenden erosionar su credibilidad, y la única forma de lograr mantener el respeto de los más altos valores y estándares democráticos, es a través de personas que tengan un alto compromiso ético y profesional en pro del Estado Costarricense.

Es por ello, que el día de hoy, este homenaje resulta sumamente emotivo, porque pretende resaltar a una mujer que luchó contra las distintas barreras sociales de la época, para lograr no solo su crecimiento personal y profesional, sino también para brindar su aporte y contribución para hacer de esta, una mejor Costa Rica.

Ejemplo de ello, destaca su participación en la redacción de documentos para instruir a las mujeres en el ejercicio del sufragio, que por primera vez tenía el país, iniciativa del Comité de Cooperación de Costa Rica a la Comisión Internacional de Mujeres.

Así como sus aportes en la redacción del Proyecto de ley de la Jurisdicción Tutelar de Menor, el Código de Familia (vigente), el Código Penal; la ley de Igualdad de Oportunidades para las personas con discapacidad (vigente); y la normativa del Colegio de Terapeutas en Ciencias de la Salud (presentado a la Asamblea Legislativa).

Todas estas acciones y contribuciones destacan en una lista aun más amplia de acciones realizadas, donde cada hecho que doña María Eugenia ha realizado, la ha caracterizado por su compromiso, dedicación y buena voluntad, mediante un desempeño siempre basado en la excelencia, mística y buen servicio.

Es por ello, que la ACOJUD ha tomado como inspiración la trayectoria de doña María Eugenia para crear un Premio con su nombre, como una iniciativa que tiene el propósito de brindar un reconocimiento anual a las y los jueces que se desempeñen con excelencia judicial, en la misma forma en la cual lo hizo doña María Eugenia durante tantos años de servicio.

El día de hoy, a través de este pequeño homenaje, cobran nuevamente sentido aquellas palabras de Bertolt Brecht cuando señalaba que hay personas que luchan toda su vida… y esas son las imprescindibles.

Doña María Eugenia, en nombre del Poder Judicial, deseo expresarle nuestro mayor agradecimiento y admiración, y esperamos que este pequeño homenaje sea de su agrado, y sirva como una forma de tener siempre latente su compromiso y contribución para con el país y la sociedad Costarricense, donde cada uno de sus aportes se mantendrán latentes en la historia de nuestro país.

Muchas Gracias.

Lic. Sergio Bonilla Bastos
Licda. Andrea Marín Mena
Lic. Erick Fernández Masís
Licda. Sandra Castro Mora
Lic. César González Granados
Licda. Mónica Chavarría Bianchini
Montaje: Licda. Karen Quirós Fumero
Diseño Gráfico: Iván Pacheco León

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