Discurso, Dr. Fernando Cruz Castro Presidente de la Corte Suprema de Justicia |
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“Juramentación de Juezas y Jueces” |
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23 de febrero 2021. Me complace dirigirme a ustedes hoy, con motivo de este importante acto de su juramentación como juezas y jueces de la República. Esta ocasión debe ser un motivo de reflexión, no sólo para ustedes, sino también para todas las personas que les han ayudado a hacer realidad las metas que se han propuesto, en primer lugar, la sociedad costarricense propicia su preparación profesional en un ambiente de paz y progreso. Tantas personas que han contribuido a que ustedes alcancen esta meta. Además, adquieren una gran responsabilidad al asumir el ejercicio de un cargo tan importante dentro de la institución y un compromiso trascendental para el país, porque la democracia se nutre de jueces independientes, que asuman sus deberes con mucha responsabilidad. Quienes ejercemos la labor jurisdiccional debemos poseer, desde luego, un amplio conocimiento de la Constitución, las leyes y la normativa internacional, así como de las otras fuentes del Derecho como los principios generales, la costumbre, la doctrina y la jurisprudencia y tenemos la exigencia de un constante y riguroso estudio para su actualización. También es importante que la persona juzgadora posea una incuestionable vocación profesional, dedicación al trabajo, imparcialidad en sus decisiones, rectitud en todos los aspectos de su conducta pública y privada, así como profundo respeto hacia quienes son las destinatarias del servicio público: las personas usuarias. En este día tan importante, ustedes asumen el compromiso de cumplir con rigurosidad los deberes del cargo, conocer y respetar la normativa interna del Poder Judicial, aplicar las políticas institucionales que procuran el acceso a la justicia de todas las personas, y tener siempre presente que la administración de justicia es un servicio público que se debe brindar conforme lo exige un estado social y democrático de derecho, asumiendo los deberes de un juez independiente, respetando el ideario que contiene la constitución Política y aplicando en su mejor expresión, el contenido de los derechos individuales y sociales sobre los que se sustenta nuestra democracia. Tienen la obligación de ejercer su función con independencia, propiciando en su labor la confianza que requiere la función judicial en una democracia. El juez no debe -NUNCA- ceder ante ninguna tentación que pueda interponerse en su objetivo de ser un profesional intachable, de no defraudar la confianza que le brinda el Estado constitucional a sus jueces. Las influencias externas o internas, no deben ser admitidas por los miembros de la judicatura. Existen muchas amenazas para la independencia del juez, por lo que ahora más que nunca es necesario contar con jueces con carácter, ímpetu y valientes. Jueces con independencia para emitir su criterio jurídico, y poder explicarlo de tal manera en las resoluciones, pero además responsables y dispuestos para cumplir con las directrices para una mejor gestión. Velar por una justicia que no sólo sea como servicio público, sino comprometida con la construcción de la democracia y el desarrollo inclusivo. Que el optimismo y la serenidad guíen su labor. Que hagan el máximo esfuerzo para que la justicia no sea precipitada, pero que sea oportuna. También, en este mismo acto, contamos con la participación de los integrantes del Consejo de Administración de Corredores, quienes hoy asumirán con gran compromiso sus cargos con el propósito de velar por la correcta gestión de dicho circuito. Que los Consejos de Administración cuenten con la participación de representantes de la judicatura, de la Defensa Pública, de la Fiscalía, del Organismo de Investigación Judicial, así como del personal administrativo, sin duda alguna permite que este órgano se constituya como un ente de excelencia para la toma de decisiones de índole administrativa ante alguna situación que se presente en el circuito judicial. Un sentido reconocimiento a la gran y valiosa labor que cada uno de ustedes aquí presentes realizarán día con día con especial atención y dedicación procurando que el sistema de administración de justicia sea eficiente, justo y accesible a toda la población. Compartimos una vocación, que es la vocación del servicio público, una vocación que nos hace ir más allá de la responsabilidad de nuestro trabajo y nos hace dar lo mejor de nosotros mismos en pro de las personas usuarias. Somos el Poder Judicial que actualmente contamos gracias a cada uno de ustedes que día con día con su compromiso, dedicación y mística procuran que los servicios brindados se caractericen por su excelencia y calidad. A ustedes mi reconocimiento y mi más sentido agradecimiento por su dedicación y esmero en procura de un mejor Poder Judicial. Nos recuerda el filósofo Aristóteles: “Somos lo que hacemos día a día. De modo que la excelencia no es un acto, sino un hábito”. Esta emblemática frase nos recuerda que la administración de justicia es una labor continua y constante, que día con día se debe realizar con la mejor de las intenciones. De manera que les insto asumir su respectivo cargo con excelencia y la calidad en pro de la persona usuaria, cuya aspiración de justicia pronta y cumplida es la base en torno a la cual deben gravitar nuestros esfuerzos. Procederemos a continuación a la juramentación, para lo que les insto a ponerse de pie: - ¿Juráis a Dios y prometéis a la Patria, observar y defender la Constitución y las leyes de la República, y cumplir fielmente los deberes de vuestro destino? -Sí, juro-. -Si así lo hiciereis, Dios os ayude, y si no, Él y la Patria os lo demanden. Muchas gracias. |