Dr. Fernando Cruz Castro Presidente Corte Suprema de Justicia

Con mucha esperanza y alegría, el Poder Judicial se une a la celebración del Bicentenario de la Independencia de Costa Rica.

Ya transcurrieron doscientos años desde aquella noticia que convirtió a este territorio en una nación libre e iniciamos, a partir de la Educación, la construcción del Estado Social y Constitucional de Derecho.

El camino recorrido por nuestros antepasados no ha sido fácil.  Estas generaciones de la que somos parte, tenemos en nuestras manos la misión de fortalecer los pilares de la democracia y la institucionalidad.

Construir en democracia no es una tarea sencilla, mucho menos en estos tiempos, los obstáculos deben superarse, tenemos que apartar todo aquello que mine las instituciones democráticas, herencia de mujeres y hombres valientes que forjaron nuestra historia. Esa es nuestra misión y la de las generaciones futuras, porque Costa Rica debe mantener incólumes sus valores:  paz, solidaridad, equidad y justicia social.  

El 15 de septiembre de este año conmemoraremos el “Bicentenario de la Independencia de Costa Rica”. A partir del Pacto de Concordia, los y las costarricenses se organizaron políticamente y constituyeron un gobierno propio, dando origen a nuestra vida republicana. Tan solo tres años después, el 24 de septiembre de 1824, la Asamblea Nacional Constituyente dispuso la división del Estado en tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

El 1° de octubre de 1826, se instaló solemnemente la primera Corte Suprema de Justicia que funcionó en sus inicios con recursos muy limitados, incluso en varias oportunidades, llegó a desaparecer por falta de integrantes porque no teníamos en nuestro país, suficientes profesionales en leyes y el desarrollo institucional y social, era muy limitado.  

Desde el Poder Judicial, que este año conmemora el 195 Aniversario, le expresamos  a la ciudadanía que el bicentenario no debe ser una fecha más, es un acontecimiento cívico al que debe dársele el valor que merece,  el largo recorrido de nuestros compatriotas, quienes  tuvieron la visión de edificar  un régimen democrático al amparo de derechos humanos fundamentales y garantías ciudadanas indispensables, como la Independencia Judicial.