Discurso del Dr. Fernando Cruz Castro Presidente del Poder Judicial de Costa Rica para la actividad denominada: |
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“SALA DE CASACIÓN PENAL: 40 AÑOS FORJANDO JUSTICIA PARA LA PAZ SOCIAL” | ||
Miércoles 25 de noviembre de 2020. Hora: 1:30 p.m. Corte Suprema de Justicia, tercer piso. |
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Muy buenas tardes a todas las personas que nos acompañan el día de hoy. Es un honor dirigirme a ustedes, en el marco de la celebración del 40 aniversario de la Sala de Casación Penal. Conmemoración que se materializa a través de una actividad que reviste una gran importancia académica, con la participación de personas expositoras con una amplia trayectoria, a quienes agradecemos su valiosa disposición para estar compartiendo hoy aquí con todas y todos. Deseo aprovechar la ocasión para referirme a otra conmemoración que precisamente se realiza hoy, como lo es: el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Una fecha que nos debe servir para reflexionar sobre la gran cantidad de mujeres alrededor del mundo que sufren cada día de algún tipo de violencia, en muchas ocasiones el acto violento suprime la vida de la mujer. Este tema de la violencia requiere transformaciones estructurales, abandonando viejos paradigmas de educación que fomentan estereotipos machistas, que no es más que otra manifestación del autoritarismo que flota en la atmósfera en la que nos educamos y vivimos. La violencia es parte de nuestra cultura, debe abordarse no sólo en el tema de la violencia de género, sino también, en el derecho penal, que es un derecho del dolor, como lo define Nils Christie. La violencia tiene muchos rostros, la individual y la estructural. Una fecha en la cual reiteramos nuestro compromiso como institucionalidad pública -y sobre todo al Poder Judicial como ente garante de justicia-, de mantener una labor constante y vigilante en la lucha para prevenir y sancionar cualquier tipo de forma de Violencia, contra las mujeres, contra los migrantes, contra los trabajadores, contra los enjuiciados penalmente. La violencia es parte esencial del derecho penal, que pretende someterla, controlarla, prevenirla. Por eso el tema de la violencia de género no es ajeno al derecho penal, aunque es más que eso, porque la raíz de la violencia descansa en factores diversos, más allá de la misma represión punitiva. Y posteriormente concluye señalando que: Este texto, pone en evidencia algo, que por muchos años estuvo normalizado en nuestro país, como lo era la injerencia del Parlamento en la designación no solo de la persona que ostentaría la Presidencia de la Corte, sino también de las personas magistradas que asumirían la Presidencia de cada una de las Salas de la Corte Suprema. Sin embargo, gracias a la visión de nuestros diputados constituyentes, fue posible generar una modificación a esta forma de designar esos puestos. Para así dar paso a un nuevo sistema donde las reglas de elección están dadas por ley, factor que contribuye a garantizar uno de los elementos mínimos de la independencia del Poder Judicial. Y constituye a su vez una garantía para el ciudadano, el conocer que la selección de esas Presidencias de las Salas se realiza ahora sin injerencias externas. Hoy, gracias a esa forma de pensar de nuestros diputados constituyentes, tenemos una Corte Suprema que con el paso de los años ha logrado estructurarse mediante una distribución a través de tres Salas de Casación y una Sala Constitucional. En el cambio de la constituyente del cuarenta y nueve, se logró un gran avance en contraste con lo que había sido el Poder Judicial hasta el año cuarenta y nueve. Este 40 aniversario de la Sala de Casación Penal, supone brindar una mirada a las cifras actuales, donde los datos estadísticos de los últimos 5 años reflejan un incremento en la cantidad de recursos que ingresan a la Sala, manteniendo cifras que promedian más de mil asuntos por año. Lo cual significa un reto, tanto para las Señoras Magistradas y Magistrados, así como para todo el equipo de trabajo que conforma esta Sala. Por la importancia y cuidado que reviste el análisis de cada uno de estos asuntos. Este reto ha sido asumido por la Sala con un alto grado de mística y compromiso, donde solo en el año 2019 se resolvieron 1252 asuntos en materia penal y 20 asuntos propios de la materia de penal juvenil. Asimismo, desde que inició la emergencia nacional por Covid-19, los despachos judiciales han asegurado la continuidad del servicio a las personas usuarias. Y las cifras de la Sala de Casación Penal durante este período son bastante alentadoras, así por ejemplo en relación con el cumplimiento de los parámetros resolución de casos en el periodo de abril a octubre de 2020, el porcentaje mínimo de resolución de asuntos ronda el 90% correspondiente al periodo de abril, siendo el mes de junio la cifra de producción más alta con 149%. En ese mismo período (de abril a octubre del presente año) destacan a su vez, algunas cifras como la cantidad de votaciones (1065), la revisión de expedientes (1396), así como los proyectos de resolución (1008) y la clasificación de jurisprudencia (3110). Estas cifras nos reflejan que, pese a las circunstancias, producto de una emergencia de magnitudes tan grandes como lo es una pandemia, la institución y propiamente la Sala de Casación Penal, ha logrado seguir adelante trabajando de manera ardua y constante. La labor realizada por las señoras Magistradas, los señores Magistrados, las personas letradas, así como del equipo técnico y de apoyo de toda la Sala, bajo el liderazgo de su señora Presidenta, doña Patricia Solano. Las cifras que definen los parámetros de resolución de casos, evidencia un alto grado de compromiso, no sólo ante la institución sino también con el Estado costarricense. Las cifras respaldan la labor de una Sala de Casación Penal comprometida en garantizar un efectivo acceso a la justicia y, de igual forma, orientar su actividad conforme al principio de justicia pronta y cumplida, según las previsiones constitucionales. Estos objetivos son la inspiración que guía la actividad jurisdiccional de la Sala Penal. No puede desconocerse que las decisiones de la Sala Penal, son un parámetro importante en la valoración de la vigencia efectiva de los derechos humanos. Sus sentencias pueden tener repercusiones que trascienden el plano individual, social, nacional e incluso internacional, cuando alguno de los casos llega a instancias como la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Como tribunal de última instancia, define los equilibrios y los límites de la potestad punitiva del Estado, por eso la responsabilidad de los Magistrados de la Sala Penal, es muy importante y requiere jueces altamente calificados y con vasta experiencia. Un gran compromiso con los valores supremos de la judicatura, como jueces imparciales y apegados a las reglas complejas del debido proceso. Su quehacer define la vigencia de los Derechos Humanos contemplados en múltiples instrumentos internacionales y, que en nuestro país, en razón de nuestra tradición jurídica y democrática, se encuentran presentes dentro del sistema judicial. La Sala Penal es uno de los rostros que definen la identidad de la vigencia del Estado de Derecho y los derechos fundamentales. El respeto a los derechos fundamentales, los de mayor relevancia, quizás, pasa por las decisiones que adopte la Sala Penal. De ahí radica la importancia de tener una institucionalidad sólida que permita realizar esa función pública, bajo parámetros de calidad, eficacia y compromiso. No puedo finalizar esta breve exposición sin referirme a dos temas de relevancia: en primer lugar, la Sala Penal tendrá un papel muy importante en la reducción de la impunidad, procurando que el derecho penal no refleja la desigualdad estructural tradicional que siempre ha tenido, que logremos que la represión penal no sólo alcance a los más débiles, sino que la represión responda a criterios de igualdad, equidad, reduciendo la distorsión que provoca el poder formal y el fáctico. En este objetivo, la Sala penal podrá tener una incidencia determinante en la reducción de la desigualdad que caracteriza la aplicación del derecho penal. El segundo reto que visualizo para la Sala Penal, es una transformación de la Casación, un reexamen de su papel, porque los fallos de la Corte interamericana sobre la garantía de la impugnación, requieren un ajuste importante en la función que ha tenido la Casación. Queda mucho por hacer en este tema. Agregaría otro reto para la Sala y que consiste en el juzgamiento de los miembros de los Supremos Poderes. En este tema, estoy seguro a los señores y señoras magistrados y magistradas de la Sala Penal, les preocupan algunas contradicciones y posibles conflictos de interés, al tener que participar en el enjuiciamiento de los miembros de los Supremos Poderes. Es un tema para reflexionar muy seriamente, tal como lo hizo el recordado jurista colombiano, Sandoval Huertas, cuando trató del tema de la desigualdad en la aplicación del derecho penal. Son retos interesantes para los señores magistrados y señoras magistradas, cuestionarse su quehacer y buscar mejores fórmulas para apuntalar el Estado de Derecho y el principio de igualdad. Hoy celebramos 40 años de la creación de una Sala que procura ser garante de derechos y de valores claves, que forman parte de valores fundamentales para la convivencia pacífica y humana como: la justicia, la paz y respeto al Estado Social de Derecho. A todas y todos…Muchas Gracias. |