Máster Juan Pablo Salazar Carvajal, Profesional en Derecho de la Sala Primera

De sus palabras brota su pasión por el conocimiento, esa pasión por las letras que le ha llevado por un camino de aprendizaje y experiencias que le condujeron a una institución, a la cual le está agradecido, porque ha sido una de las coadyuvancias de eso que, grosso modo, llaman vivir felizmente.

Se trata de Juan Pablo Salazar Carvajal, abogado y lexicógrafo, Profesional en Derecho de la Sala Primera, quien es el creador del “Diccionario usual del Poder Judicial”, el cual hoy le vale el reconocimiento de los Magistrados y Magistradas de la Corte Plena con el premio “Ulises Odio Santos”.

Oriundo de San José, con conocimientos también en filología y periodismo, los cuales obtuvo mientras estuvo en la antigua Unión Soviética y que le permitieron en algún momento de su vida ganarse el sustento como fotógrafo y locutor, este amante de la lectura, la cocina, la caminata y una buena conversación, nos cuenta un poco más sobre su vida.

Su familia

Su entorno familiar es algo que el entrevistado valora mucho y que sin duda le llena de mucho orgullo, tal como él lo relata:

“Crecí en una familia amante de las artes, en general, y de las letras en particular. Mi madre es licenciada en Filología y de ella aprendí el gusto por la grandeza de Dostoyevski y Maupassant; la síntesis oportunísima de Salazar Herrera (de quien soy nieto). Mi padre es diseñador gráfico; hombre de amplísima cultura y melómano practicante, irreverente y poseedor de un elegante y magnífico sentido del humor. Mi hermana, Irene, por su parte, es psicopedagoga y educadora. Tengo otra hermana y dos hermanos más que son gente de quehacer artístico y de una sensibilidad en verdad notables. Los quiero mucho”.

Llegada al Poder Judicial

Su llegada a la institución se da luego de su arribo al país desde la URRS, en ese momento y paralelo a la finalización de su carrera de derecho, ingresó como meritorio al Digesto de la Jurisprudencia, donde posteriormente fue nombrado en propiedad.

“Entré a trabajar en el Poder Judicial en 1992. Además de asistente en el Digesto, fui escribiente en el Juzgado de Instrucción de Guadalupe y abogado en la CONAMAJ. Actualmente estoy, como encargado de la elaboración y desarrollo del ‘Diccionario usual del Poder Judicial’, en la Sala Primera de la Corte”.

“Como funcionario, la institución significa el lugar donde dispongo lo que sé; donde aprendo lo que no sé; un sitio donde conozco grandezas y miserias del espíritu; muchas veces un punto de excelencias intelectuales y de excrecencias individuales; un recinto donde se agita el abanico de conductas de las que el ser humano es continente”.

“Y ligado con esto: disfruto mucho, tener la posibilidad de que la arista principal de mi trabajo jurídico sean las letras. Siempre así ha sido: En el Digesto, mediante lectura y análisis de sentencias; actualmente, en la Sala Primera, la elaboración del “Diccionario usual del Poder Judicial”, y la estrechísima colaboración con el “Diccionario panhispánico del español jurídico” de la Real Academia Española".

Con el profundo valor del éxito por el trabajo de los demás, a sabiendas que el bienestar del otro siempre es el bienestar propio, Juan Pablo Salazar Carvajal deja su aporte para este Poder de la República, el cual agradece su trabajo con este galardón que este año recibe.

“Me agrada que se premie, por primera vez en el país, un diccionario; que se galardone una colección de palabras”.

Su obra

El “Diccionario usual del Poder Judicial”, se constituye como guía para el uso del lenguaje forense de Costa Rica, facilitando algunas definiciones del idioma legal al educador, al estudiante, al profesional o al ciudadano, pues no se tenía un diccionario de lenguaje jurídico hecho en Costa Rica.

Esta obra viene a llenar un vacío en el país que es producto de las carencias en la formación de los abogados y abogadas y es de suma importancia no solo para las personas que laboran en el Poder Judicial, sino para todos los que deben convivir con el Derecho.

Este trabajo, a su vez, fue el aporte costarricense para la elaboración del Diccionario panhispánico del español jurídico, obra dirigida por el Director de la Real Academia Española, Santiago Muñoz Machado y en la cual el máster Pablo Salazar brindó colaboración.

El premio “Ulises Odio Santos”, es otorgado a quien, con sus publicaciones, haga un gran aporte a la vida jurídica del país.