Fotografía con cáracter ilustrativo.

César González Granados
Periodista y gestor de redes sociales

Este artículo es más bien un ejercicio de proyección de lo que podría ser el avance tecnológico en la próxima década. Se basa en varios artículos de revistas especializadas y en las proyecciones del Instituto del Futuro, una ONG dedicada precisamente a estudiar este tipo de ejercicios.

Autonomía robótica.

Dentro de pocos años vamos a ver cómo diferentes tecnologías logran una autonomía computarizada. No solamente hablo de robots que realicen determinadas tareas cuando sea necesario y sin que nadie se los pida, sino de asistentes virtuales que a través de parlantes o de nuestro teléfono nos van a interrumpir a lo largo del día para ya no solamente recordarnos una cita, sino darnos algún tipo de sugerencia porque gracias a la tecnología de Inteligencia Artificial con la que van a estar equipados, van a analizar que dicho consejo o sugerencia será útil para nosotros en ese momento, sin que se lo hayamos pedido. Por ejemplo si vamos al cine y hay mucha fila, nuestro asistente personal podría ponerse en contacto con nosotros y decirnos “disculpa, noto que hay demasiada fila en este cine. Imagino que vas a ver X película. También la están dando en otro cine a menos de un kilómetro de donde estás, y no hay filas grandes ahí”. O por ejemplo “noté que te llegó el cobro de tu recibo telefónico. Ya lo cancelé con el dinero que tienes en tu segunda cuenta bancaria, porque esta quincena te cobrarán el apartamento y no quise tocar ese dinero de tu cuenta principal”. Esta misma tecnología podría reemplazar otras tecnologías que usamos a diario, como por ejemplo, los controles remotos de portones eléctricos, los apagadores de las luces, o incluso los controles remotos para múltiples aparatos. La IA sabrá cuándo nos acercamos a la casa, cuándo debe abrir el portón de la casa, y qué luces de la casa encender o apagar mientras transitamos por ella.

También veremos autonomía en transporte público y carros particulares en los próximos 10 años. De hecho, esto podría impactar la industria automotriz cambiando su paradigma: en las grandes ciudades nadie tendrá vehículo propio. Habrá vehículos autónomos que diferentes personas tomarán para ir a diferentes destinos. Al llegar, se bajarán y el automóvil seguirá su trayecto para servir a otro usuario por una módica suma. También veremos robots cirujanos que toman decisiones de acuerdo con lo más viable para la salud de un paciente.

La aparición del replicador

Actualmente contamos con impresoras 3D capaces de reproducir modelos y replicar algunas cosas, principalmente en plástico. Cada día esta tecnología se vuelve más accesible. En los próximos 10 años, tendremos replicadores: serán impresoras en 3D que por el precio de una pantalla de TV nos permitirán analizar algo y replicarlo. Desde tornillos hasta repuestos de automóvil, perillas, llaves, utensilios de cocina y piezas de fontanería, los replicadores se convertirán en herramientas indispensables para todo hogar en la próxima década.

En próximas entregas de Rincón Digital continuaremos hablando de este apasionante tema.