Comunidades de la Maravilla de Roxana y Anita Grande de Pococí construyen paz social | ||||
Personas facilitadoras judiciales dan su aporte a sus comunidades. | ||||
Andrea Marín Mena Periodista
Acercar la justicia y construir soluciones en sus comunidades, es el compromiso que asumieron, Marco Tulio Méndez Solano de la comunidad Maravilla de Roxana y Yessenia Zamora Obando de la comunidad de Anita Grande de Pococí. A través de orientaciones, mediaciones cuando surge algún conflicto en sus comunidades y con la orientación del juez o jueza coordinadora de la zona, buscan alternativas de solución y contribuyen a acercar la justicia a aquellos lugares más alejados de los despachos judiciales. Don Marco Tulio Méndez Solano, vive en la comunidad de la Maravilla de Roxana de Pococí, Limón y lleva desempeñándose como facilitador judicial dos años. Cerca de 40 kilómetros separan a la comunidad de la Maravilla con el centro de Pococí. “Mis padres fueron fundadores de la comunidad, de las primeras cuatro familias que se asentaron. Y para mí ha sido satisfactoria esta labor, pues uno de los problemas de la comunidad es la inseguridad y las drogas. Y desde el Servicio ha habido más acceso a la justicia y al conocimiento”, explicó Méndez Solano. Afirmó que el espacio de facilitadores les ha abierto las puertas a la información y ha nutrido a la comunidad de conocimiento. “Esto ha permitido un mayor blindaje de la comunidad ante la delincuencia y el abordaje del problema de las drogas desde la prevención más que con la represión”, afirmó.
Yessenia Zamora Obando, con 32 años de edad, es una líder en su comunidad, Anita Grande de Jiménez. Y hace dos años se inició como facilitadora judicial. “Yo fui elegida facilitadora en una reunión de entrega de notas de la escuela y todos votaron por mí unánimemente. Mi experiencia ha sido muy enriquecedora” indicó Zamora Obando. Aseguró que el primer caso que tuvo a cargo marcó su vida, pues una vecina pidió ayuda por un familiar que vivía en total abandono y su coordinación con el juzgado y Conamaj, dieron una solución a la situación. La mayoría de casos que atienden son relacionados con pensiones alimentarias, en una zona donde el servicio de transporte es muy limitado, con tres servicios únicamente por día. “A mí me gusta ayudar, estar disponible. Yo soy una persona que siempre he tratado de ayudar sin esperar nada a cambio y buscando el bien para todos”, destacó doña Yessenia. |