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Mag. Doris Arias Madrigal
Presidenta del Consejo Directivo de la Escuela Judicial
21 de octubre de 2015 |
Nos convoca esta mañana un acto muy significativo, la clausura del año académico 2015 y la graduación de los y las funcionarias y funcionarios de los distintos programas de la Escuela Judicial, lo que representa un gran esfuerzo del Estado costarricense en procura de la mejor formación de las personas que integran el tercer poder de la Republica, garante de nuestra democracia y que a su vez hace efectivas las normas constitucionales que exigen para el funcionariado público: la idoneidad comprobada y la rendición de cuentas como parte de un ejercicio eficiente e imparcial de la función pública.
Para llegar a esta meta sin duda alguna muchas personas han mostrado su compromiso por tener una justicia, ya no solo como la aplicación prescripciones o reglas de conducta, sino lacomprensión del Derecho y de la Justicia como fenómeno social y cultural.
Precisamente, la búsqueda de un nuevo paradigma,para la judicatura llevó a la Corte Plena en su momento a crear la Escuela Judicial asignándole un papel central en la formación del funcionariado judicial, la creación de un programa de Pupilos que garantizara el acceso y la formación de las y los juezas y jueces.
A plantear posteriormente, una carrera judicial en la que el derecho a la promoción o ascenso a puestos de jerarquía superior, sea objetivo y conforme a los resultados de los concursos. Así como se garantice el derecho de recibir capacitación periódica.
Y es que si bien, gracias al esfuerzo conjunto de formadores y pupilos hoy, alcanzan una meta, también se abre una ventana de oportunidades en la carrera judicial, en la necesaria formación continua, en la búsqueda de mayor excelencia, para que con ese conocimiento jurídico puedan abordarse los casos, los conflictos, que la ciudadanía no resuelve de propia mano, sino que deja en manos de los Tribunales de Justicia.
La Corte Plena estableció algunos rasgos característicos para quienes egresen del programa de formación inicial, estos son:
[…] juez/a para la democracia, ético, independiente, imparcial, interdisciplinario, conciliador, pluralista, con vocación para oralidad, con vocación para el servicio público, comprometido socialmente, y con la búsqueda de la paz social, garante de los derechos fundamentales, tolerante con disposición a saber escuchar, equitativo, garante, respetuoso de las libertades.
Se trata de muchas características con las que las y los graduandos se identificarán, pero también significan un compromiso personal y con la ciudadanía, pues en un futuro próximo cuando realicen las funciones de su cargo, como personas técnicas judiciales, policías judiciales, juezas y jueces de la República, deben mantener ese compromiso permanente con el servicio público en el que la oportunidad, la probidad, la eficiencia y la calidad son ejes centrales en la resolución de los conflictos.
La educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo. Paulo Freire (1921-1997)
Que estas inspiradoras palabras les motiven a garantizar los derechos ciudadanos y los derechos humanos y en especial de aquellas en condición de vulnerabilidad que acuden a la Administración de Justicia. |