Familias llegaron hasta los tribunales de justicia más cercanos a su comunidad.

El pasado 13 de agosto de 2015, se llevó a cabo, en el Centro Penitenciario El Buen Pastor, un enlace por medio del sistema de videoconferencia que permitió la comunicación de cuatro privadas de libertad con sus familiares, especialmente con sus hijos e hijas menores de edad.

La actividad, organizada por la Defensa Pública con la colaboración del Departamento de Tecnología de la Información y Comunicaciones del Poder Judicial y las Unidades Administrativas de la localidad de Corredores y Aguirre y Parrita permitió el encuentro con ocasión de la celebración del Día de la Madre.

M.S.R. fue una de las mujeres que mantuvo comunicación con sus siete hijos e hijas menores de edad; quienes residen en la localidad de Paso Canoas, y que por razones económicas y de lejanía se les imposibilita la visita al Centro Penal; la privada de libertad conmovida, manifestó que este es su primer día de la madre en prisión y por ello desea dejar un mensaje a todas la madres: “A las mamás de hoy en día les digo que piensen en las cosas antes de hacerlas, porque se piensa que darles lujos es lo mejor para ellos, pero no, aquí es diferente, aquí se ve que lo más importante en la vida es el amor de familia.”

La actividad fue producto de la iniciativa implementada por la Defensa Pública desde el año 2014, de utilizar la videoconferencia como forma de comunicación entre personas privadas de libertad y sus familiares, que por diversos motivos se les dificulta la visita al Centro Penitenciario; pero en esta ocasión con una connotación especial por la víspera de la celebración del Día de las Madres.

M. F. M. salió muy emocionada tras la videoconferencia con su familia.

Además de los hijos e hijas, se dio la participación de madres, padres, sobrinos y hermanos, quienes realizaron sus mayores esfuerzos para presentarse hasta la Defensa Pública de Corredores y de Aguirre y Parrita, y mantener este emotivo encuentro.

Por último la privada de libertad R.O.J. también se vio beneficiada, y describió la experiencia de forma muy positiva, ya que tiene tres años de permanecer en prisión y ha visto a su hija menor de edad una única vez.

De esta forma, la Defensa Pública pretende rescatar el lado más humano de las personas privadas de libertad y evitar que la distancia, la pobreza, y otras condiciones, impidan la comunicación familiar.