Magistrado José Manuel Arroyo

Me complace esta mañana dirigirme a ustedes resaltando las bondades que el Poder Judicial ha encontrado y descubierto en la implementación del Servicio Nacional de Facilitadoras y Facilitadores Judiciales Luis Paulino Mora Mora. Modelo que hemos adaptado del Programa Interamericano de Facilitadores Judiciales, promovido por la Secretaría de Asuntos Jurídicos de la Organización de los Estados Americanos, cuyo Coordinador General nos honra con su presencia y aprovecho la ocasión, en representación de la Corte Plena, para agradecer tanto la ayuda técnica como financiera recibida hasta el momento; un sincero y profundo agradecimiento también a la cooperación y financiamiento de la Embajada del Reino de los Países Bajos.

Y es que el Servicio Nacional de Facilitadores y Facilitadoras Luis Paulino Mora Mora, hace honor póstumo a quien fue un líder innato en nuestro país y especialmente en este Poder de la República. Por eso quiero referirme esta mañana a las características esenciales que poseen las personas líderes, porque para ser líder como persona facilitadora judicial se requiere una aptitud natural, lo que quiere decir que es una persona que tiene una gran sensibilidad comunitaria, pues como es usual, ellos y ellas aún antes de ser electas y nombradas como personas facilitadoras ya desempeñaban un rol importante dentro de la comunidad, que se ratifica y refuerza con el cargo de facilitador o facilitadora judicial.

Esta persona líder comunitaria es íntegra, por eso es imprescindible su legitimación de forma democrática, en una elección popular, con una importante representatividad de miembros de la comunidad. Es una persona altruista, interesada en el bien común y con una increíble vocación de servicio; está genuinamente interesada en construir una convivencia comunitaria sana y pacífica; tiene, además, un sincero interés por ayudar a sus semejantes, por eso ha sido elegida.

Otra particularidad de la persona facilitadora es su sabiduría, pero no es la sabiduría que académicamente se obtiene con los títulos sino la que se obtiene en la universidad de la vida, y ahora que debe estudiar y aprender sobre el quehacer judicial. Es una persona abierta y dispuesta a asimilar contenidos para aumentar su acervo y es así como se convierte también en una persona autodidacta otorgándole una visión holística de la vida que la torna con más sabiduría, mesura, prudencia, discreción, cautela y asertividad. Es servicial, le es natural servir sin pretensiones, es capaz de construir y mantener relaciones armoniosas, brinda un trato igualitario sin ninguna discriminación o distinción, es una persona con mucha apertura y hospitalidad.

En fin, podríamos seguir exponiendo sobre las cualidades que resaltan en las personas facilitadoras y por eso también rindo tributo a todas, especialmente a la representación de ellas que se encuentran hoy presentes, pues sabemos que rebasan las 180 distribuidas en las comunidades de cinco de nuestros circuitos judiciales.

Gracias por tener una respuesta positiva al llamado del Poder Judicial y de la OEA, por creer como nosotros que las comunidades pueden ser capaces de resolver sus propios conflictos y por soñar en que a un corto plazo este Servicio Nacional haya impactado en la reducción de la violencia, de la conflictividad social para la construcción de un país más democrático y pacífico.

El Servicio Nacional de Facilitadores es una herramienta que nos permite como institución ayudar a las personas a abrir surcos de comunicación donde se siembra la cimiente de la confianza, el respeto y la tolerancia que bien cultivadas dan como frutos relaciones más armoniosas y una vida pacífica para todas las personas. El Poder Judicial de Costa Rica se enorgullece y respalda el Servicio, ha reconocido sus frutos en tan poco tiempo y ha puesto a disposición toda la infraestructura judicial para respaldar sus acciones por medio de una Comisión Interinstitucional que le ha dado seguimiento y en la que el Ministerio de Seguridad Pública ha tenido un rol importante. Aprovecho esta oportunidad para agradecerle a la jerarquía y a todo el personal de este Ministerio el apoyo brindado tanto a nivel central como en las diferentes comunidades alejadas geográficamente.

Gracias a todas las instancias internas y externas vinculadas con el Servicio Nacional de Facilitadoras y Facilitadores Judiciales Luis Paulino Mora Mora hemos acercado la justicia a varias comunidades alejadas de los centros de ciudad donde se ubican nuestros despachos judiciales, esto sin duda aporta al desarrollo social de estas localidades, que en función de su lejanía, barreras geográficas ven limitado el acceso de forma igualitaria al sistema de administración de justicia.

Con el apoyo de nuevos aliados, como es el caso de los Gobiernos Locales, esperamos afianzar y continuar expandiendo este servicio a otras comunidades con igual necesidad y fortalecer también la coordinación interinstitucional tan necesaria para mejorar la relación con la ciudadanía y ofrecer mejores servicios a la población.

Finalmente, agradezco e insto a los jueces y a las juezas que impulsan este servicio junto con las personas facilitadoras, a seguir comprometidos con mística y ahínco, pues su esfuerzo refleja el cambio de paradigma hacia una administración de justicia más humanizada, receptiva a las necesidades ciudadanas. Cierro este mensaje agradeciendo su atención y retomando las palabras de doña Ana Lorena Mora, Jueza Contravencional de Montes de Oro y destacada jueza participante en el Servicio en el Circuito Judicial de Puntarenas:

“Lo que más me llamó la atención del Servicio es la oportunidad que tiene el juez o la jueza de acercarse a las comunidades, de mejorar la relación de la población con el Poder Judicial, de eliminar el estigma de ser un juez o jueza de escritorio y poder llegar a las áreas de más difícil acceso, que es donde en realidad lo necesitan”.

Muchas gracias