Luis Fernando Salazar Alvarado, Magistrado de la Sala Constitucional
SALA CONSTITUCIONAL SE NUTRE DE EXPERIENCIA Y VOCACIÓN LABORAL
La protección de los derechos fundamentales, principalmente de la población en condición de vulnerabilidad, el fortalecimiento de la capacitación de jueces y juezas y de su independencia, son temas a los que dará seguimiento desde el cargo de magistratura.
Andrea Marín Mena
Periodista

El 3 de diciembre del 2013, la Asamblea Legislativa nombró al magistrado Luis Fernando Salazar Alvarado, para asumir funciones en la Sala Constitucional.

Tres meses han pasado, desde que el doctor Luis Fernando Salazar Alvarado fue nombrado en la Sala Constitucional, constituyéndose en el primer juez especialista en Derecho Laboral, que brinda su aporte como magistrado titular en la Jurisdicción Constitucional Costarricense.

“Han sido tres meses intensos, con un ritmo de trabajo que se impone a lo interno de la Sala, pero con mucho avance y conocimiento en diversas materias. Sin embargo, me siento satisfecho del trabajo hasta ahora realizado y de la visión que tenemos dentro de la Sala Constitucional”, afirmó el magistrado Salazar Alvarado.

“24 años de trayectoria judicial me dieron un perfil importante para postularme en la magistratura de la Sala Constitucional, pues aproximadamente el 60% de los Recursos de Amparo, que actualmente se conocen, son de la materia laboral y por primera vez, la Sala Constitucional se ve integrada con un magistrado que vienen de la Jurisdicción Laboral, con lo cual, aún cuando me correspondió a mí, pudo haber sido cualquier otra persona con esa misma formación, que viene a contribuir con una especialidad de tanta trascendencia”, manifestó Salazar Alvarado.

Entrega, responsabilidad y sacrificio… Así caracteriza el trabajo que asumió desde el pasado 3 de diciembre y que afirmó está dispuesto a cumplirlo de la mejor manera posible.

Para el magistrado Luis Fernando Salazar, el Alto Tribunal Constitucional está llamado a conocer del control de constitucionalidad sobre las leyes y está obligada a una autocontención, para evitar invadir competencias que le competen a otros órganos del Estado.

“Debemos concentrarnos en las tareas fundamentales que son la violación de los derechos fundamentales, incluida la libertad de las personas, por medio de los Recursos de Amparo y Hábeas Corpus y con ello cercar bien las competencias de la Sala, al conocer solamente cuando realmente exista un derecho fundamental violado y continuar con las competencias de control de constitucionalidad. Al estar próximos a cumplir 25 años de creación, resulta un tiempo suficiente para el análisis sobre nuestras competencias, tomando en consideración que la autocontención es importante dentro del Estado Democrático que vive Costa Rica” destacó el magistrado constitucionalista.

Su familia forma parte fundamental de su vida, el magistrado Luis Fernando Salazar es casado desde hace 21 años y es padre de tres hijos.

Compromiso firme

Comprometido con el programa para ejecutar bien y con prontitud las sentencias del Tribunal Constitucional, a favor, principalmente de las personas en condición de vulnerabilidad, garantizando con ello sus derechos fundamentales como la salud y el trabajo, así se mostró el magistrado Luis Fernando Salazar.

Entrega, responsabilidad y sacrificio, así caracteriza el trabajo que asumió el doctor Luis Fernando Salazar Alvarado.
También destacó la necesidad de que se cuenten con jueces y juezas bien capacitados y actualizados y fortalecidos en su independencia, temas a los que dará seguimiento desde el cargo de magistratura.

Muy especialmente el programa de Formación Inicial para Aspirantes a la Judicatura (FIAJ), en el que tuvo una importante participación cuando fue miembro del Consejo de la Judicatura y el Consejo Directivo de la Escuela Judicial. “Me corresponde ahora dar un seguimiento a ese programa desde la magistratura, convencido de que el juez y la jueza deben recibir toda la capacitación que esté al alcance de la Institución y no mermar, ni dejar de otorgar los recursos que sean necesarios para contar con jueces y juezas bien calificados. Además de reforzarse los cursos permanentes que ha llevado a cabo la Escuela Judicial, a nivel de especialidad”, detalló el magistrado de la Sala Constitucional.

Durante estos tres meses de trabajo, indicó que ha tenido que conocer temas trascendentales, que han tenido una importante discusión a fondo, como lo son, entre otros, el Amparo sobre el Acto de Consagración de la Fe, que se realizó en agosto pasado en la Basílica de los Ángeles, rechazado por mayoría; los asuntos conocidos hasta hoy en el tema de Fecundación in Vitro, a raíz del pronunciamiento de la Corte Interamericana de Derechos Humanos; y, el tema del impedimento que tuvo la población con una discapacidad auditiva para informarse en uno de los debates políticos televisados.

“Temas que son importantes para la Sala, y en los que ellos hemos tenido votos disidentes, notas separadas, votos salvados, voto de mayoría, lo que quiere decir que, a lo interno de la Sala, se estudia, se resuelve, se discute y se le da una solución a los casos. Por ello, es muy difícil satisfacer a la colectividad en pleno, pero la Sala hace el mayor esfuerzo por tutelar los derechos fundamentales en el ámbito de nuestras competencias y con ello, se pueda entender que la Sala no tiene la competencia para conocer otros aspectos que escapen de la vulneración a un derecho fundamental”, detalló Salazar Alvarado.

En el tema de la reforma constitucional, señaló que se siente identificado con la propuesta de que a lo interno el Tribunal Constitucional pueda dividirse en dos cámaras, integradas por tres magistrados, para conocer de Recursos de Amparo y Hábeas Corpus y que el pleno de la Sala, con sus siete integrantes, conozca de la constitucionalidad por medio de las acciones y las consultas.

“Considero que ese sería el primer paso que agilice los procesos a lo interno y el que contiene los recursos más a mano, frente a la realidad que actualmente vive el país. Eso unido a la autocontención de la Sala en otras materias, creo que haría que la Sala se vea favorecida”, explicó Luis Fernando Salazar.

Trayectoria

“Me desempeñé como letrado de la Sala Segunda de la Corte Suprema de Justicia por siete años, básicamente conociendo de recursos de casación en materia laboral y de familia. Tuve la oportunidad de obtener una beca del Poder Judicial para hacer el curso de Doctorado en Derecho Laboral, en la Universidad de Alcalá de Henares, en España y obtuve la más alta distinción con la tesis sobre el despido disciplinario”, afirmó el magistrado Salazar Alvarado.

Siete meses después de su regreso, el Consejo Superior lo nombró, en julio de 1997, como juez de trabajo del II Circuito Judicial de San José, sede Goicoechea, donde le correspondió asumir la coordinación del juzgado laboral por tres años.

En el año 2000 asumió el cargo de juez en el Tribunal Superior de Trabajo en Goicoechea, despacho en el que realizó las labores de coordinación de sección y de coordinador general del Tribunal. Labor que desempeñó por 13 años, hasta finalmente su designación como magistrado de la Sala Constitucional.

Además, por 14 años fue integrante del Consejo de la Judicatura y también formó parte del Consejo Directivo de la Escuela Judicial.

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