Zarela Villanueva Monge Salón de expresidentes 24 de febrero de 2014

Hace poco más de un año nos tomó por sorpresa un hecho doloroso e inesperado: la partida de don Luis Paulino. El dolor embargó no solo a quienes tuvimos el privilegio de compartir con un connotado jurista, que supo albergar la sencillez con el respeto y la caballerosidad, sino a la entera comunidad de funcionarios y funcionarias judiciales, por el don de gentes y el liderazgo firme y respetuoso con los que don Luis Paulino ejerció la Presidencia de esta institución.

Al recordar la partida de don Luis Paulino hemos decidido hacer un alto en el camino para hacer patente su legado en esta institución.

Hemos querido realizar un justo homenaje para quien fue y será un referente para la Administración de Justicia en nuestro país y en Iberoamérica. A don Luis Paulino le recordamos por su grandeza como jurista y como humanista, por haber influido sustancialmente en el curso de la historia de nuestro Poder Judicial durante su gestión como Presidente de la Corte Suprema de Justicia, durante 14 años.

De don Luis Paulino heredamos una administración de justicia con una clara visión de modernidad, implementando nuevos modelos de gestión en los despachos judiciales dotados de las tecnologías necesarias que permitan estar a tono con la realidad y así lograr satisfacer de mejor manera las necesidades de las personas usuarias. Una administración de justicia que tiene como objetivo garantizar la protección de los derechos y libertades de las personas con igualdad y plenitud de acceso para todos y todas; integrada por personal consciente de su elevada función en la sociedad, que inspire confianza, contribuya al desarrollo democrático del país y a la paz social. Un Poder Judicial comprometido con el desarrollo social, económico y político; garantizando además el acceso a minorías y grupos marginados y débiles.

Como visionario de un servicio de administración de justicia más humanizado estableció líneas de acción muy concretas como la oralidad, la transparencia y la independencia del Poder Judicial. Durante su liderazgo al frente de la Institución asumió con coraje grandes retos en el gobierno judicial, pero quizás la defensa de la independencia de los jueces y juezas y con ello, del propio Poder Judicial, fue uno de sus más connotados logros.

Quiero recordar junto a ustedes, la convicción inquebrantable de lucha de don Luis, en defensa de este Poder Judicial, cuando señaló:

"Compañeros y Compañeras, hoy iniciamos esta sesión con un hecho inédito en nuestra historia patria: hay una silla vacía"

Estas fueron las palabras con las que introdujo su discurso en defensa de la institucionalidad y de la democracia costarricense ante uno de los más lamentables intentos de ingerencia externa que atentaron contra la institución. Ese fue uno de los momentos más difíciles de la historia del Poder Judicial, en el que don Luis Paulino demostró con absoluta claridad, su compromiso con los más altos valores de la Constitución, a la que con tanto empeño y compromiso defendió. Ese era don Luis Paulino Mora Mora.

Su paso por la Sala Constitucional, desde los albores de su conformación, fue un valioso insumo para que este tribunal consolidara su misión en la defensa de la Constitución Política.

Su humanismo, apego y respeto a los valores democráticos, quedaron plasmados en múltiples sentencias en las que dejó entrever su sensibilidad y su visión de una justicia social. Ejemplo de ello fueron las sentencias dictadas al defender la participación política de la mujer; el derecho de la mujer a la esterilización por razones terapéuticas sin tener que requerir el consentimiento del esposo. Exaltó la paz como valor rector del ordenamiento jurídico; la defensa de la familia de hecho que cumple ciertas características, etc…

A mi modo de ver, don Luis Paulino rescató el valor de la Constitución Política como norma suprema; como norma viva y vigente a la que inexorablemente debe apegarse el entero ordenamiento jurídico y la gestión de los órganos y entes tanto públicos como privados.

Como integrante de la Corte, don Luis Paulino tuvo una destacada y activa participación en diversas comisiones, a las que les transmitía su visión y ritmo de trabajo. Fue el impulsor de importantes proyectos y reformas legales que hoy día son una realidad y que han generado cambios trascendentales en muchas jurisdicciones especiales, como en la penal y en la contenciosa-administrativa. Sólo una persona con un gran carisma y una vocación sin límite por la conciliación y la unidad, pudo impulsar todos estos proyectos y llevar las riendas del Poder Judicial durante tantos años.

Pero Don Luis Paulino no fue solo un insigne jurista, juez y Magistrado. También fue un hombre de fe; una persona orgullosa de sus vínculos con su tierra natal Puriscal; sus valores familiares. Fue una persona dedicada a su familia y su esposa. Logró encontrar el equilibrio que muchos buscamos entre la pasión por el trabajo y el amor por nuestros seres queridos.

A la familia de don Luis Paulino, a Doña Nora; a sus hijos e hijas: Nora Lía, Luis Paulino, María José, Alejandro y Gabriela; y por supuesto a sus nietos y nietas: Daniela, José Pablo, Lucía, Paulina y Alberto, les digo: la imagen de don Luis Paulino se ubica, a partir de hoy, en este recinto; un lugar especial para la institución, donde está patente el recuerdo de grandes personas que al igual que don Luis, dejaron una huella imborrable en el Poder Judicial y en quienes tuvimos el privilegio de compartir con él.

A quienes lo recordamos con tanto cariño y reconocimiento no nos queda más que afianzar las obras que él inició; y mantenernos en el camino de funcionarios y funcionarias judiciales comprometidos con esta noble institución, a la que él tanto quiso. Estoy segura que este compromiso será el mayor tributo que podemos rendir a don Luis Paulino, quienes laboramos en el Poder Judicial.