LA CORTE PLENA Y TODO EL PODER JUDICIAL DE LUTO
Rolando Vega Robert
Magistrado
Sala Segunda
“¿Qué le ha ocurrido a la Costa Rica que admirábamos y que era orgullo de América? No podemos dejar de pensar que algo muy grave ha empezado a suceder en ese prestigioso país, que hasta ahora había ostentado las más limpias ejecutorias democráticas y republicanas”.
Este cuestionamiento lo hacen a nivel internacional, don Julio B.J. Maier de la Universidad de Buenos Aires, Argentina; el Maestro Luigi Ferrajoli de la Universidad de Roma III, Italia y Magistrado de la Corte Suprema de Justicia de Italia; el Magistrado Perfecto Andrés Ibáñez del Tribunal Supremo de España; el Profesor Juárez Tavares de la Universidad de Río de Janeiro de Brasil; el Profesor Joan Vintró Castells de la Universidad de Barcelona, España; el Profesor Carlos A. Elbert de la Universidad de Buenos Aires de Argentina; el Profesor Roberto Viciano de la Universidad de Valencia, España; el profesor Héctor Silveira de la Universidad de Lérida, España; el Profesor Eligio Resta de la Universidad de Roma, Italia; la Profesora Carmen Antony de la Universidad de Panamá; el Profesor Luis Niño de la Universidad de Buenos Aires, Argentina; el Profesor Iñaki Rivera de la Universidad Central de Barcelona, España; el Profesor Alberto Bovino de la Universidad de Buenos Aires, Argentina; el Profesor Arnaldo Córdova de la Universidad Nacional Autónoma de México D.F.; el Abogado Roberto Barberio, de la Orden de los Abogados de la Región de Apulia, Italia; el Profesor Roberto Bergalli de la Universidad de Barcelona, España; el Profesor Sebastiano Tafaro de la Universidad de Bari, Italia; el Profesor John Saxe-Fernández de la Universidad Nacional Autónoma de México, DF; la Magistrada Angela Ledesma de la Cámara de Casación Penal de Buenos Aires, Argentina; el Abogado Stéfano Nespor de la Orden de los Abogados de la Región Lombarda, Italia; y el Profesor Eugenio Raúl Zaffaroni, Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación Argentina y Profesor de la Universidad de Buenos Aires.
¿Qué le ha ocurrido a la Costa Rica que tanto admirábamos? Nos preguntan estos prestigiosos autores, juristas y científicos del derecho a nivel internacional. Esa misma interrogante nos la hacemos muchos de los que estamos hoy aquí reunidos, y también se ha hacen muchos compañeros jueces y juezas de la judicatura latinoamericana. Por eso es que estamos reunidos esta mañana en una sesión histórica, sin precedentes en los 186 años en que este Poder Judicial inició sus funciones en este país que ha sido ejemplo de democracia, de paz y libertad y de absoluto respeto por la ley.
Estamos reunidos como Corte Plena haciéndolo de forma pública y transparente, para afrontar de forma unida estos difíciles momentos a los que nos convocado esta nueva página de nuestra historia. Esta sesión pasará a los anales de la vida Patria, es histórica no solo para el Poder Judicial sino que es histórica para la vida republicana de nuestro país así como también fue histórica la pasada sesión del plenario legislativo celebrada el pasado 15 de noviembre.
Magistrados y Magistradas hemos venido vestidos de luto a esta sesión porque nos embarga ese sentimiento de pesar. Con la frente en alto hemos venido a expresar nuestra indignación porque nuestra independencia judicial ha sido mancillada. Esa indignación es compartida por cientos o miles de compañeras y compañeros judiciales y debemos sentir orgullo de que eso sea así. La forma y los verdaderos motivos en que el doctor Fernando Cruz Castro ha sido relevado de la Magistratura en esta Corte Suprema de Justicia, nos tiene que llamar a una profunda reflexión por el quebrantado a la institucionalidad democrática que eso significa.
El grado de democracia de una nación, se mide en gran parte, por la expansión efectiva del respeto a los derechos de las personas y de su justiciabilidad. La seguridad jurídica que el Poder Judicial está obligado a garantizar en un Estado Democrático de Derecho, depende en grado de la independencia judicial y de la imparcialidad de sus jueces y juezas.
El verdadero llamado de atención entre los poderes del Estado, deberá darse cuando algunos de sus actos no estén verdaderamente impregnados de esa legitimidad democrática.
Son días oscuros para nuestra democracia por el luto que llevamos dentro. Pero la ciudadanía costarricense, la judicatura latinoamericana, estos distinguidos juristas que nos ven con preocupación desde afuera, la comunidad internacional a través de la Unión Internacional de Magistrados (UIM) y de la Federación Latinoamericana de Magistrados (FLAM), pueden estar seguros de que en este Poder Judicial de Costa Rica, hoy más que nunca estamos unidos y fortalecidos en el compromiso de defender nuestra independencia como jueces y juezas de la República.
No habrán amenazas algunas, óigase bien, provengan de donde provengan, que puedan quebrantar el espíritu y la voluntad de esta Corte y este Poder Judicial en la defensa de los sagrados principios que inspiran y dan sustento a una justicia democrática e independiente.
Finalmente, quiero manifestar que para llegar a esta silla, no asumí compromisos políticos con nadie. Llegué libre e independiente, así seguiré y así me iré. Costa Rica y el Poder Judicial pueden estar seguros de que esta Corte no está integrada ni por “monigotes” ni por “turecas". El día que eso sea así, prefiero no estar aquí. Preferiría estar bajo tierra.
Le pido a Dios, con todo mi corazón, que ilumine nuestra democracia en estos días de oscuridad.

Licda. María Isabel Hernández Guzmán
Lic. Sergio Bonilla Bastos
Licda. Andrea Marín Mena
Licda. Teresita Arana Cabalceta
Licda. Marcela Fernández Chinchilla
Licda. Melania Chacón Chaves
Licda. Sandra Castro Mora
Diseño Gráfico: Iván Pacheco Leon

Poder Judicial de la República de Costa Rica, ® Derechos Reservados 2012