Erick Fernández Masis
Colaborador

Equipo de Supernumerarios del Primer Circuito Judicial de la Zona Atlántica.

Brindar apoyo a los despachos judiciales con retardo judicial a través de la resolución y atención de expedientes, es el objetivo de los Supernumerarios del Primer Circuito Judicial de la Zona Atlántica.

Es por ello, que desde el pasado mes de mayo se aprobó un plan piloto para que este equipo de supernumerarios colaboren con las oficinas que tengan retardo judicial, esto mediante un acuerdo tomado por el Consejo de Administración de dicha zona.

Para dar inicio con el plan, se dio apoyo durante los meses comprendidos entre mayo y julio a los Juzgados de Pensiones Alimentarias, Trabajo y el de Cobros.

Los resultados de esta primera iniciativa han sido muy prometedores, ya que se ha logrado resolver en ese período un total de 2872 expedientes.

Los supernumerarios de conformidad a la estrategia de trabajo implementada lograron resolver 933 expedientes correspondientes al Juzgado de Trabajo, mientras en el Juzgado de Pensiones Alimentarias 1083 casos y 856 pertenecientes al Juzgado de Cobro.

Estas cifras han permitido que la Contraloría de Servicios de la zona en la medición de los resultados, vislumbre en este equipo organizado de trabajo, una de las tantas soluciones administrativas y de carácter organizacional al problema del retardo judicial en la zona.

Actualmente el 80% del equipo de trabajo se encuentra en una oficina debidamente equipada, con todas las herramientas tecnológicas y en constante coordinación con los despachos judiciales.

La Coordinadora de Apoyo a la Gestión Judicial, la Licda. Shirley Demmitt Guthrie, supervisa y establece día a día los cambios y las propuestas para ser de este proyecto una opción más que pueda contrarrestar la problemática del retardo.

Según Demmitt los auxiliares han demostrado en estos meses de prueba, que la dedicación, empeño y capacidad organizativa del equipo, es el aliciente que ha dejado en evidencia que la mística y la inspiración pueden sobrellevar cualquier limitante institucional y por ende retribuir a sus gestores la satisfacción del deber cumplido.