Andrea Marín Mena
Periodista
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El Sistema Nacional de Calidad y Acreditación (SINCA) es el órgano que tiene a cargo la aprobación y renovación de las acreditaciones judiciales. |
Conocer claramente la forma en que los asuntos son tramitados en los despachos judiciales acreditados en gestión de calidad, saber los plazos en los que un expediente debe ser tramitado, son derechos palpables con que cuentan las personas usuarias dentro de las oficinas que tienen el sello de calidad.
"Un sello de calidad en una oficina judicial implica que, a nivel institucional, podemos tener la certeza y la garantía de que ese despacho está cumpliendo con los requisito de la norma en beneficio de la oficina, del Poder Judicial y de la persona usuaria. Que ha implantado los estándares necesario para poder cumplir con un resultado predecible en los servicios, que puede demostrarse por medio de indicadores de gestión que se publican mes a mes", señaló el magistrado Rolando Vega Robert, Coordinador de la Comisión de Gestión Integral de Calidad (Comisión GICA-Justicia).
Así, la Norma GICA garantiza que modelo diferente de hacer las cosas y tramitar los expedientes debe ser sostenido en el tiempo, pues los despachos judiciales acreditados no pueden perder la acreditación, la cual se revisa cada cierto tiempo, para asegurar un servicio público eficiente.
"El sello de calidad garantiza a la persona usuaria que de antemano puede saber el tipo de servicio público que se le va a brindar y el poder ser parte activa y efectiva del control de este servicio mediante encuestas, buzones de sugerencias o recurriendo a las instancias fiscalizadoras de estas oficinas acreditadas, cuando existe una inconformidad en la atención", explicó Vega Robert.
El poder de control de los trámites de los asuntos, lo tienen las personas usuarias, quienes también pueden exponer sus criterios directamente ante la Centro de Gestión de la Calidad (CEGECA), ante el Sistema Nacional de Calidad y Acreditación (SINCA), órgano que tiene a cargo la aprobación y renovación de las acreditaciones judiciales y ante el mismo despacho.
Otra herramienta de fiscalización con que cuenta la persona usuaria, bajo el modelo de gestión de la calidad es la Red Ciudadana de la Calidad de la Justicia, la cual se creó a partir de los 17 talleres de participación ciudadana que se realizaron en el 2009, para la construcción de la Norma GICA: Organización del Despacho Judicial.
Está conformada por personas de todos los rincones del país. En este momento se cuenta con una base de 1000 integrantes, de los cuales 550 de ellos son participantes activos, que permite una efectiva retroalimentación a nivel de comunicación y aportes valiosos para mejorar la calidad de la justicia.
"La Red Ciudadana nos ha permitido tener un mecanismo de interacción muy vivo y permanente, para recibir todo tipo de opiniones, manifestaciones y solicitudes de parte de las personas usuarias. También recibimos mensajes de apoyo y reconocimiento cuando se divulga algún tipo de información relacionada con el trabajo y ha sido muy efectivo el mecanismo de comunicación", destacó Vega Robert.
Para el jerarca judicial, el sello de calidad "pretende ser un medio visible para que el público en general pueda distinguir a quienes están haciendo las cosas de una forma diferente y pretende, al mismo tiempo, promover por medio de esa visibilidad una sana competencia, para quienes no han logrado ese sello de calidad y se propongan conseguirlo".
Indicadores de calidad
La medición y comprobación del impacto que ha tenido la gestión de calidad en los despachos acreditados se evidencia en los indicadores de gestión, basta con un pequeño análisis sobre los tiempos de respuesta y tramitación que han registrado la Sala Segunda y el Juzgado de Violencia Doméstica de Heredia, primeros despachos acreditados con el sello de calidad.
Los datos más recientes se registran al 1 de diciembre del 2011, en los cuales la Sala Segunda tuvo un circulante de 234 expedientes en el mes de noviembre. El trabajo comprendió un ingreso de 82 casos nuevos y 111 expedientes terminados, que representó un descenso de 20 expedientes respecto al circulante del mes anterior.
En cuanto al tiempo de tramitación dicha Sala de Casación pasó a un promedio de resolución de 2,8 a 3 meses, tiempo en el cual se estableció que se destina un día para carátulas, 21 días para la recepción del expediente, 15 días para la distribución, 24 días para la redacción del proyecto de sentencia, 24 días para la rotación 29 días para su devolución.
Por su parte el Juzgado de Violencia Doméstica de Heredia determinó que en el mes de diciembre ingresaron 213 solicitudes y salieron 183 expedientes. Estos datos permiten establecer que el circulante del despacho es de 250 expedientes en proceso de tramitación.
Hay que destacar que el tiempo de diligenciamiento de comisiones registro durante ese mes un promedio de 14,6 días y el promedio anual es de 14,8 días.
De los casos pasados a fallo al 30 de diciembre del 2011, se indicó que a la fecha del informe quedaron pendientes de sentencia doce expedientes, lo que lleva a concluir que el dictado de sentencia fue de 7,26 días en el mes y 6, 17 días durante el año.
"El sello de calidad le permite a la persona usuaria tener un acceso a una justicia más comprensible y más humana y sobre todo más eficiente", afirmó Rolando Vega Robert.
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