 |
Dr. Luis Paulino Mora Mora
Presidente
Corte Suprema de Justicia
|
Salón Multiusos CSJ
2 p.m.
23 de noviembre de 2011
Me siento halagado de tener la oportunidad de ofrecerles unas breves palabras de motivación en este foro donde buscamos exponerles nuestras experiencias e intercambiar opiniones en relación con las posibilidades de aplicación de la justicia restaurativa en materia penal juvenil.-
Precisamente a principios de este año, tuve igualmente la ocasión de intervenir en el curso de especialización en Justicia Penal restaurativa, que se realizó a nivel regional y allí expresé mi satisfacción respecto de la atención que –poco a poco- se iba logrando en esta modalidad tan particular y a la vez tan interesante de administración de justicia.-
Ahora me alegra participar en este encuentro sobre el tema cuya finalidad es un poco diferente y consiste en dar a conocer las buenas experiencias que hemos ido acopiando en el Poder Judicial como resultado de la aplicación de los principios de la justicia restaurativa a la materia penal juvenil.-
El Poder Judicial costarricense, junto con la enorme mayoría de sus similares de Latinoamérica tenemos ya un buen camino andado en la búsqueda de formas nuevas y mejores de proveer un servicio de administración de justicia más democrático y más humanista, que sea además eficiente y eficaz para la solución del conflicto.-
Los cambios que ha sufrido el desarrollo social en las últimas décadas es demasiado evidente y radical como para cerrar los ojos y pretender que las circunstancias se acomoden a nuestros formas tradicionales de hacer las cosas.-
La realidad nos muestra un desenvolvimiento vertiginoso que ha producido buenas tendencias, pero también ha exacerbado algunas problemáticas nada deseables para nuestras sociedades, y en ese marco, o mejor dicho en el centro de ese torbellino, encontramos a miles de niños, niñas y jóvenes que intentan formarse, muchas veces en las condiciones sociales y ambientales más difíciles que puedan pensarse.
Como personas con principios humanistas y como sociedad que ha declarado su aprecio por valores como el respeto a la vida humana, a la libertad y principalmente a la dignidad de las personas, ya nosotros no podemos conformarnos con una respuesta estatal que solo se limita a castigar y etiquetar a algunos seres humanos, excluyéndolos del entorno social, con lo cual no gana nadie, excepto quienes se alimentan del rencor.-
Es en ese contexto donde adquiere una particular relevancia la alternativa que se nos abre con la llamada justicia restaurativa, en virtud de que -en su esencia- hallamos justamente ese aprecio por la dignidad de las personas, tanto de los ofensores como de las víctimas.-
Por esa razón nos ha parecido apropiado apoyar a quienes en nuestra institución buscan ensayar maneras eficaces y eficientes de poner en funcionamiento las prácticas de la justicia restaurativa, lo cual se ha realizado con éxito en el Juzgado Penal Juvenil de Cartago el cual ha funcionado como plan piloto.-
Tenemos la esperanza de que las interesantes actividades y resultados que se han obtenido, puedan motivarlos a Ustedes para unirse a nosotros en un esfuerzo que merece una justa oportunidad para demostrar sus bondades.
Estamos seguros de que si llegamos a contar con su apoyo para extender estas prácticas a otros lugares del país, el resultado será beneficioso para todos y en especial para esta parte de nuestra población que necesita de un enfoque diferente y positivo que no sea el de cerrarles las pocas puertas que puedan quedarle abiertas al seno de la sociedad.-
He venido manteniendo la tesis, ya durante varios años, de que debemos encontrar nuevas formas de cumplir con el deber impuesto a los tribunales de justicia, solucionar el conflicto social en un plazo razonable, utilizando nuevas formas, muchas de ellas de naturaleza procesal, pero también otras de organización, de utilización de nuevas tecnologías y sin duda de nuevas formas de lograr ese cometido, en este último sentido es que la justicia restaurativa se está abriendo camino y logrando reconocimiento, por ser un medio muy eficiente para lograr la paz social, en los casos en que bien aplicada, restaura la armonía de la relación entre ofendido y ofensor, sin necesidad de recurrir al tradicional método del castigo y la represión.
De seguro habrá voces que se manifiesten en contra de esta nueva forma de hacer justicia, pero los resultados ya obtenidos en otras latitudes y las experiencias que hemos logrado en nuestro medio, modestas es de reconocerlo, pero efectivas, nos llevan a pensar que tenemos que poner el mayor esfuerzo para lograr que poco a poco estas ideas vayan calando en la ciudadanía y aceptando que existen otras formas de solucionar el conflicto social, de seguro con mejores resultados respecto de la reincorporación del ofensor al medio social en que convive.
Muchas gracias por su presencia aquí hoy, espero que lo que tenemos que contarles sobre justicia restaurativa, logre orientarnos en la búsqueda de soluciones a los problemas que en relación con la seguridad ciudadana se le presentan al momento a nuestra sociedad y además despierte su interés en ese sentido como ha despertado nuestra esperanza.-
Muchas gracias. |