ACTO DE CELEBRACIÓN DEL 15 DE SETIEMBRE 2011 EN LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA |
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Dr. Luis Paulino Mora M. Presidente de la Corte Suprema de Justicia 14 de setiembre de 2011 Vestíbulo del OIJ, 8.50 a.m.
En estas celebraciones nunca sobra recordar y rendir homenaje a nuestros antepasados que han construido a lo largo ya de 190 años un país y una patria.- Heredamos de ellos cualidades y defectos pero nadie puede negar que el balance de su trabajo es ampliamente positivo.- En su momento a ellos les correspondió hacer su parte y ahora es nuestro turno ante la historia y nos corresponde el encargo de asumir el relevo en esa incesante construcción de nuestro país y de nuestra patria.- Por ello, haríamos bien en aprovechar esta época y este particular estado anímico, para repasar nuestras concepciones sobre las ideas de patria y de país, porque si lo vemos bien, es de ellas que depende el rumbo concreto de este país y de esta patria que decimos apreciar.- Con lo anterior no quiero decir que este sea el momento más relevante y clave para el futuro de Costa Rica. Sería suficiente darle una revisada rápida a los libros de historia patria para constatar que nuestro país ha pasado por situaciones mucho más angustiosas para su existencia y ha salido airoso y –si se quiere- más fortalecido.- Sin embargo, lo que sí es claro, es que estamos frente a unas encrucijadas que deberemos afrontar como personas individuales y como comunidad, y desde esa perspectiva, será importante que tengamos claro cómo es la patria que imaginamos y que características debe tener el país que buscamos construir.- En este sentido, pienso que no desmerezco a nadie si afirmo que esa labor de precisar nociones comunes y traducirlas en realidades era un poco más sencilla en 1821, en 1870 o en 1948.- Los científicos sociales reconocen que en aquellos momentos históricos la construcción de conceptos como el de “la patria costarricense” o el de “sentimiento nacional” era un poco más sencillo, no solamente porque en ellos participaban mucho menos personas, sino porque además existía un mayor aislamiento entre sociedades, que hacía más conservadores a los diferentes grupos sociales y solo permitía un lento intercambio de nuevas ideas y formas de vida.- En cambio, quienes nos ha tocado vivir esta época podemos atestiguar profundos cambios de este contexto, comenzando por la mayor integración de las personas y grupos con su propia voz e ideas respecto del quehacer político e institucional y el surgimiento de ideas de participación e igualdad fundamentales, pero que conllevan una mayor complejidad a la sociedad.- Vemos como la educación, el desarrollo de los medios de comunicación y en general las tecnologías de globalización como la Internet y la televisión satelital entre otras cosas, hacen que las personas conozcan lo que ocurre en otras latitudes y se tomen mucho más en serio lo que se habla y hace en relación con nuestro país.- Sumemos a esto el innegable giro hacia el individualismo que acompaña al quehacer político y jurídico de los países de raíces culturales occidentales y cristianas como es el nuestro y que hace que las personas estén cada vez menos dispuestas a sacrificarse por un ideal colectivo.- Resultado de todo lo anterior es que hoy nos enfrentamos a lo que, desde algún punto de vista, pareciera ser un mal momento para realzar nociones como “sacrificio personal”, “comunidad” o “amor patrio” Pero mi visión al respecto es diferente y espero que ustedes compartan conmigo las razones que me mueven al optimismo. Es cierto que la Costa Rica del 2011 tiene poca similitud con la de nuestros padres, abuelos o bisabuelos, pero yo veo una línea continua que corre profundamente en las personas que han conformado nuestra sociedad antes y ahora.- Veo, antes y ahora, un apego a ciertas ideas sobre nuestra patria, que más en los hechos que en las palabras, ha venido definiendo la manera en que vivimos y construimos nuestro país.- Mas allá del discurso oficial o de las frases de la publicidad yo creo que hay en los costarricenses un sentido de solidaridad que nuestro sistema económico individualista ha afectado en alguna medida, pero no ha logrado que desaparezca del todo y para mí esa es una semilla que podemos hacer germinar para que florezca de nuevo.- Estoy convencido de que nuestra sociedad lograría una mejoría sustancial, si cada uno de nosotros se comprometiera a desvelar y tener cuenta esa solidaridad que lleva dentro, en sus actos cotidianos e individuales.- Si logramos entender que no es el culto al yo lo que debe prevalecer y que más bien la verdadera vocación del ser humano es la de vivir junto con las demás personas, y si comprendemos que la defensa de la primacía de la dignidad del ser humano puede y debe hacerse en un contexto social, en donde se reconozca para todos en la realidad, entonces creo que podríamos superar el incómodo trance que vive nuestro país.- Una actitud de respeto para nuestros compatriotas; de comprensión y de ponernos en el lugar de ellos y ayudarles en la medida en que podamos, nos ayudaría muchísimo a mejorar la calidad de nuestra vida social, y nos permitiría construir una patria a la que nos sintamos aún más ligados.- Les pido entonces que estas fechas patrias nos sirvan para reafirmar nuestro propósito de estar a la altura que las circunstancias históricas nos han impuesto, de manera que las futuras generaciones puedan decir que nuestro legado sirvió efectivamente para afianzar una Costa Rica más humanista y solidaria.- Muchas Gracias. |
Licda. María Isabel Hernández Guzmán
Lic. Sergio Bonilla Bastos
Licda. Andrea Marín Mena
Licda. Teresita Arana Cabalceta
Licda. Marcela Fernández Chinchilla
Licda. Melania Chacón Chaves
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