ENTREGA DE PERGAMINOS A JUBILADOS
Dr. Luis Paulino Mora Mora
Presidente
Corte Suprema de Justicia
Siempre es para mí un enorme placer que me permitan dirigirles unas breves palabras en estas actividades para expresarles mi respeto y rendirles merecido honor, con motivo de su jubilación.
De verdad es algo importante para mí, porque ustedes al alcanzar la jubilación nos demuestran que son personas muy especiales, que merecen que nuestra institución les reconozca esa condición.
Ha sido una tradición en el Poder Judicial fomentar en sus servidores una actitud de entrega y de servicio, así, como, tratar de que las personas aprendan a tenerle cariño y apego a nuestra institución.
Sé que Ustedes, que sirvieron bastantes años a la justicia, son mis mejores testigos, de esto que estoy diciendo y de esa mezcla de orgullo, de apego y de espíritu de sacrifico, que durante mucho tiempo ostentó cabalmente el funcionario del Poder Judicial y que ahora pareciera que quiere perderse, cuando la institución se hace tan grande y a veces difícil de manejar por la cantidad de trabajo y por las limitaciones de recursos que nos aquejan, unas veces más que otras.
Ustedes probablemente recuerdan casos de personas con más años de servicio que cuando Ustedes entraron, se encargaron de transmitir no solamente la forma de hacer el trabajo, sino también el orgullo y satisfacción de un expediente bien presentado, con su carátula correcta, bien cosido y principalmente bien tramitado.
A mí siempre me ha llamado la atención esa especie de aprecio por la oficina; ese orgullo especial de pertenecer al Poder Judicial que obligaba a realizar las cosas de la mejor manera y sacrificar incluso a veces tiempo personal.
Entre Ustedes seguramente habrá algunas de esas personas que recordamos como funcionarios estrictos y preparados, severos, pero dispuesto a enseñarnos a trabajar y a reconocer un trabajo bien hecho.
No es grato para mí tener que reconocer que las cosas han cambiado en el Poder Judicial y no siempre para bien.- Las tensiones por las que pasan las personas y nuestra institución hoy en día, repercuten en la forma en que el funcionario hace su trabajo.- Sin duda existe razón para sentirse abrumado por las mayores cantidades de trabajo y las mayores exigencias de las personas usuarias del servicio.
Pero siempre abrigo la esperanza de que los actuales funcionarios y servidores encuentren su propia motivación para conservar su integridad moral y ética de modo que puedan llegar algún día hasta la honrosa posición que ahora se les reconoce a Ustedes.
Antes de concluir y que reciban su merecido reconocimiento, quiero solamente dejarles sembrada la idea de que contrario a lo que pueda parecerles, el Poder Judicial no ve esta actividad como una despedida.
Al contrario, es simplemente el cumplimiento de una fase más que Ustedes han culminado con éxito pero nuestra institución tiene la ilusión de poder contar con Ustedes para cumplir aún con una tarea más a favor del Poder Judicial.-
Esa tarea es la de servir de ejemplo de que –como lo han hecho Ustedes- se puede desempeñar fielmente y con corrección las labores que demanda la institución y se pueden rechazar los intentos de lesionar la imagen de nuestros despachos.
El futuro nos obliga a todos los funcionarios públicos, pero especialmente a los del Poder Judicial, a tener un papel protagónico y no dudo que saben cuán importante es en éstos casos tener modelos de conducta para imitar. Ahora ustedes serán ese ejemplo a seguir.
Ni Costa Rica ni el Poder Judicial son lo que eran antes, pero por encima de los grandes cambios en lo material, nos esforzamos en mantener esos valores verdaderamente esenciales que aún están completamente vigentes y lo cierto es que muchos de Ustedes representan con fidelidad muchos de esas buenas cosas como por ejemplo, la actitud de verdadero aprecio y amor por el trabajo judicial y una actitud que privilegia la lucha por la ética y la moral en la conducta pública.
Concluyo y les agradezco de nuevo por la oportunidad de expresarles mi más profundo respeto. Les reconozco de corazón su entrega a nuestra institución y les deseo mucha suerte y bendiciones en la linda época que comienzan a vivir.

Licda. María Isabel Hernández Guzmán
Lic. Sergio Bonilla Bastos
Licda. Andrea Marín Mena
Licda. Teresita Arana Cabalceta
Licda. Marcela Fernández Chinchilla
Licda. Melania Chacón Chaves
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