ACTO DE JURAMENTACIÓN DE JUECES

Magistrada Zarella Villanueva Monge
Presidenta en Ejercicio de la Corte Suprema de Justicia
21 de enero de 2011

Es natural que yo inicie estas breves palabras de motivación con una sincera felicitación para Ustedes que hoy culminan una importante meta en su vida.-  Igualmente,  le doy mi reconocimiento a todas aquellas personas que han estado apoyándolos durante su empeño y ahora están seguramente muy orgullosas de este logro.-   Algunas de ellas están aquí acompañándolas, pero sé, son muchas más las que no pudieron venir, aunque igual han sido parte fundamental para su éxito.- No debemos olvidarnos de ellas y, en especial, Ustedes no deben dejar de agradecerles ese sacrificio.-

Creo que estamos de acuerdo en que alcanzar un cargo como juez o jueza dentro del Poder Judicial costarricense es una meta muy relevante en nuestra sociedad y ello por varias razones:

Primero porque en toda sociedad la función de resolver conflictos y aplicar la ley es un trabajo muy importante dentro del orden social y quienes lo realizan son personas que merecen gran respeto desde todo punto de vista.-

Segundo, porque en particular, nuestro país y en especial el Poder Judicial costarricense ha hecho grandes esfuerzos por mantener una creciente dignificación de la función de administrar justicia.- Desde las épocas en que el Poder Judicial ni siquiera tenía locales propios y atendía a las personas en los altos de bares y locales comerciales hemos dado grandes pasos y ello sin duda hace que se convierta en una ilusión y un honor trabajar para esta institución.-
y tercero, porque también se ha avanzado de gran manera en ofrecer y mantener una justa retribución salarial para nuestros jueces y juezas con el fin de realicen su función de administrar justicia con prestancia y decoro.-

Pero tienen que tener presente que junto con esa distinción de la que hoy reciben su confirmación formal a través de la juramentación,  no adquieren solamente ventajas y derechos sino también están  comprometiéndose con deberes y serias obligaciones.- 

Y les digo esto porque no quiero inducirlos a engaño y que piensen que se trata de un trabajo más como cualquier otro.-  Tal y como les dije, la función de juez o jueza tiene una connotación de respeto en las sociedades pero ello no es gratuito sino que exige de quienes ejercen esa labor una actitud especial de la que algunas veces nuestros funcionarios se olvidan.-

Esa actitud -que yo quisiera que les quede claro desde el día de hoy-  involucra si se quiere un espíritu de sacrificio y de retraimiento de parte de los jueces.- No es lo mismo que una persona privada o que un funcionario público se pase de tragos y altere el orden en una fiesta o conduzca tomado o irrespete a las personas usuarias, a que lo haga un juez o una jueza de la República, y la diferencia estriba en que justamente somos nosotros los que juzgamos esas conductas y naturalmente la gente espera que tengamos la autoridad moral para sancionarlas y corregirlas.-

Igual sucede con los actos de corrupción:  el que un empleado o empleada cobre dinero por un trámite es visto como menos grave para el sistema que un juez o jueza cobre dinero por emitir una sentencia favorable.- En este último caso el golpe a la credibilidad y a la estructura social es mayor y más dañino porque hace perder la fe en las personas encargadas de mantener el orden y la buena marcha de la sociedad.-

Esta particular situación exige de nosotros, jueces y juezas,  una actitud de moderación, de recato y de cuidado que muchas personas no están dispuestas a asumir y ello nos las hace malas personas ni malos funcionarios, pero sí es posible que los haga malos administradores y administradoras de justicia.-

En este punto, confío en que todos y todas Ustedes que hoy participan de este acto de juramentación tengan clara su vocación y sepan valorar justamente la dignidad que les confiere su cargo.-

De la misma forma,  me gustaría aprovechar este foro para exponerles aun cuando sea muy brevemente cómo entendemos nosotros la labor que deben desarrollar Ustedes como administradores y administradoras de justicia del siglo 21.-

Esto resulta importante porque lo común es que vengan con una buena preparación académica, pero salvo algunos casos particulares,  en las Universidades no se les ha preparado para el ejercicio de la función de administrar justicia.-

Y es que en este punto,  aun cuando quienes somos profesionales en derecho operamos de la misma manera, es decir interpretando y aplicando conceptos de Derecho, lo cierto es que el modo de conducirnos y las finalidades de cada actividad concreta son distintas. 

No es lo mismo ser abogado o abogada litigante, que asesor o asesora de una institución pública y tampoco es igual ser profesor o profesora de Universidad. Cada rama de actividad tiene una forma particular de enfrentarse a los temas y lo que queremos nosotros es que quienes nos van a ayudar administrando justicia comprendan cuál es nuestra visión de servicio público de justicia que tenemos.-

En primer lugar, deben aquilatar claramente lo que acabo de decir respecto de que la Administración de justicia es un servicio público. Esto quiere decir que nos debemos a las personas y debemos procurar servirles con nuestras destrezas. 

Además, debe tenerse claro que el eje de la administración de justicia son las personas de manera que la forma en que se atienden, los trámites, los procesos, los documentos y demás elementos deben organizarse no para hacerle la vida más cómoda al juez o a la jueza, sino a la persona usuaria.-

Queremos jueces y juezas conscientes de su condición de elemento clave para el desarrollo de la democracia, es decir que tenga clara la condición principal y clave de los derechos fundamentales de la persona y que haga lo necesario para que tales derechos fundamentales no sean avasallados.-

Pensamos que los jueces y juezas del Poder Judicial costarricense deben ser estudiosos y serios y que debe buscar la resolución del conflicto que se le presenta y no pensar en las personas como simples nombres de un expediente judicial del que debe deshacerse a como dé lugar.-   Deseamos que no tenga miedo de enfrentar a las partes; que utilice las audiencias y la oralidad, al máximo para acopiar los elementos de juicio suficientes para emitir una decisión y sustentarla con buenas razones.-

Son estos elementos clave y los que se derivan de ellos, los que le pueden proveer al país del sistema de administración de justicia que buscamos y que se merece.-

Como ven, en realidad un mejor Poder Judicial depende de Ustedes, y de su labor –día a día- en sus despachos,  frente a las personas.- De la forma en que a ellas se les haga justicia dependerá no solo un mejor futuro para Poder Judicial, apoyado por la ciudadanía, sino –sin duda alguna- el futuro de nuestra democracia, que no podrá sobrevivir sin un Poder Judicial honesto independiente y eficaz.-

Concluyo y les reitero mi satisfacción por su logro y les deseo mucha suerte y éxitos en su carrera profesional.-

Licda. María Isabel Hernández Guzmán
Lic. Sergio Bonilla Bastos
Licda. Andrea Marín Mena
Licda. Teresita Arana Cabalceta
Licda. Marcela Fernández Chinchilla
Licda. Melania Chacón Chaves
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