Tecnología reta a policía judicial
INTELIGENCIA POLICIAL EN LA MIRA
·Oficina de Planes y Operaciones (OPO) trabaja fuerte en desarrollo de sistemas informáticos.
·11 años de apoyo estratégico y operacional contra la criminalidad.
Andrea Marín Mena
Periodista

Personal que labora en la Unidad de Análisis Criminal.
El combate del crimen organizado a través de la tecnología, la puesta en marcha del concepto de inteligencia policial como herramienta estratégica, son los proyectos focales en los que trabaja la Oficina de Planes y Operaciones (OPO) del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Es así como el desarrollo tecnológico se perfila como uno de los motores fundamentales para el funcionamiento de la policía judicial y el resto de los cuerpos policiales del país, en su lucha contra la criminalidad.
Hoy, la OPO centra su trabajo en la construcción de herramientas informáticas que tienen el objetivo de unificar esfuerzos, para hacer más efectiva el combate de la delincuencia, donde el análisis criminal toma mayor fuerza para la dirección del accionar policial.
“Actualmente trabajamos en el desarrollo de la plataforma de información policial, que se convertiría en un sistema enorme de uso nacional con un concepto estatal. No solo va a estar el OIJ, sino todas las policías del país, conectadas a una base de datos nacional, que nos permitirá procesar información de todas las policías del país e instituciones autónomas, que permitirán profundizar en información relacionada con casos en investigación”, puntualizó Allan Fonseca Bolaños, Jefe de la OPO.
El sistema está en construcción, a cargo de la Oficina de Planes y Operaciones, sin embargo ya se considera como una fuente de información de gran utilidad para el quehacer policial, para lo cual en este momento se trabaja en la parte informática y en el desarrollo del concepto de uno de los componentes centrales del sistema que se ha denominado “inteligencia policial”.
De esta manera, se absorberá información procedente de cuerpos policiales como la policía de migración, la administrativa y la fiscal, información que ingresará con la finalidad de realizar diversas labores relacionadas con inteligencia policial.
A estos esfuerzos tecnológicos se sumará el aporte que brindará el Expediente Electrónico Único (ECU), que actualmente se encuentra en la etapa de enlace paulatino del módulo de denuncias de los diversos despachos judiciales en todo el país. A futuro se espera implementar el sistema en otros módulos.
“El ECU permitirá absorber el sistema de denuncias del OIJ en todo el país, que creará un legajo de investigación judicial electrónico, en todo lo que tiene que ver con tramitación de cárceles, manejo de detenidos, información relacionadas con bandas organizadas, todo en un mismo sistema”, especificó Fonseca Bolaños.
La idea es mantener en línea todas las oficinas del OIJ, de ahí que ya se inició con el sistema en línea en San José, Cartago, Puntarenas que ya están cubiertos. En el caso de Turrialba se estaba en el proceso de capacitación del personal, para luego continuar paulatinamente con otras sedes regionales, según las prioridades que establezca la Dirección del Organismo y tomando en consideración las posibilidades existentes y los recursos tecnológicos de la institución.
Toda esta información que se generará a lo interno del OIJ, llegará hasta la OPO que procesará los datos de forma casi inmediata al estar en línea con las oficinas policiales, lo que permitirá agilizar el trabajo de inteligencia y análisis criminal que tiene a cargo. A futuro se espera implementar el sistema en otros módulos.
El Subdirector del OIJ, Francisco Segura Montero, coincide en que uno de los retos principales de la OPO, al cumplir 11 años de funciones, se centra en el desarrollo tecnológico para enfrentar a la delincuencia organizada.
“En este momento, entre los retos que tiene la OPO para los años venideros está su constitución como departamento dentro de la institución y que se concrete la Plataforma de Información e Inteligencia, en conjunto con la ampliación del ECU. Tres grandes retos para un corto y mediano plazo que dependerán la disponibilidad presupuestaria y el desarrollo informático judicial”, señaló Segura Montero.
“Por ser una oficina especializada se le ha venido agregando unidades en aspectos de planes y operaciones, estadística y análisis y grupos especiales. Así con unidades de vigilancia, sociales, de asesores y análisis, y si logramos darles los recursos para una plataforma de información policial, vamos a crear una unidad de inteligencia policial, que al complementarse con la unidad de vigilancia, inteligencia y análisis, combatiremos el crimen organizado con mayor efectividad”, puntualizó el Subdirector del OIJ.

Apoyo contra la criminalidad


Once años de apoyar las acciones del OIJ, es lo que ha llevado a la OPO a posicionarse dentro de la policía judicial.
“Tenemos el deber de mantener el análisis criminal a un nivel alto, capacitando a nuestros analistas, así como el establecer y crear diversas herramientas de uso diario para el análisis de toda la información que recibe la organización. La oficina se hace cargo de la supervisión de las investigaciones, en todas las oficinas a nivel nacional. Inicialmente lo

El Jefe de la OPO, Allan Fonseca destacó que la oficina que dirige vino a llenar un vacío hace 11 años que existía a nivel institucional, tendiente a la canalización, enlace y manejo de la información procedente de la misma institución.

hicimos con el área policial, ahora estamos también con el área científico forense y médico forense. Se supervisa o evalúan las investigaciones y los diversos trabajos, con el fin de que se hagan conforme a la normativa institucional establecida, con la lógica que tiene que ver con la investigación criminal, aplicando los métodos de investigación correctos, que es una labor vital”, señaló el jefe de la OPO.
Dicha oficina tiene a su cargo también el desarrollo tecnológico e informático de la institución, mediante la Unidad Tecnológica e Informática, así como el soporte de los diferentes sistemas que utiliza la policía judicial.
“En forma amplia, la OPO viene a apoyar la organización de la Dirección y jefaturas en el plano estratégico y en el plano operacional y sus funciones se definen a través de las diversas unidades de trabajo que conforman la Oficina. La labor más importante la resumimos en apoyo, pues articulamos de alguna manera una serie de datos y procesos a lo interno de la institución, que antes de nuestra existencia no se desarrollaba. Así, tenemos el deber de evolucionar y mejorar nuestro accionar, para que la organización también amplíe su espectro para que sea más efectiva y eficiente en su accionar”, afirmó Allan Fonseca.
OPO se ha constituido en una unidad de enlace, coordinación, análisis, asesoría, supervisión e investigación, de apoyo en la toma de decisiones ante el desarrollo del análisis criminal a nivel nacional en procesos de investigación.
Se cuenta con una Unidad de Asesores Operativos, compuesto por un estadístico, un sociólogo y un psicólogo, quienes realizan una labor de investigación sobre los diferentes fenómenos criminales en el plano psicosocial, de esta manera se le da seguimiento a los diferentes planes de importancia para la organización a nivel regional e igual seguimiento a los analistas criminales regionales pues sirven de enlace entre la Dirección y las jefaturas en temas como la coordinación de los seis órganos consultivos, donde se realizan protocolos de diversa índole en temas de trámite e investigación de la institución, además de la Unidad de Analistas Criminales y de Supervisión.
La OPO también contempla cuatro unidades de trabajo operativo: el Servicio Especial de Reacción Táctica (SERT), la Unidad Canina, la Unidad de Protección de Funcionarios Judiciales y la Unidad de Vigilancia y Seguimiento (UVISE), que brindan una función de apoyo a las diversas unidades de trabajo del Organismo.
Según explicó Fonseca Bolaños, la información que llega a la OPO sirve de base para la toma de decisiones frente a información estadística, porcentajes de resolución de casos, cantidad de denuncias presentadas por diferentes delitos, los controles administrativos, a partir de los cuales día a día se emiten informes.

Historia y consolidación

Un primero de enero de 1999, nació la Oficina de Planes y Operaciones, en un principio sus funciones tenían un objetivo diferente, a la diversidad, estrategia y planificación operativa que hoy da un acompañamiento fundamental al OIJ.
“ A finales de los noventas se hizo un plan llamado P3, con el fin de realizar un diagnóstico de las necesidades de la policía judiciales, establecer sus debilidades y requerimientos, pues en ese momento surgió la necesidad de contar con una academia de policía y una oficina de planes y operaciones, así como el fortalecimiento de otros despachos. De ahí nace la OPO a la que se le incluyó la Unidad de Supervisores”, explicó Francisco Segura uno de sus fundadores.
Así la oficina tuvo como primer jefe al actual Subdirector del OIJ, que tenía el cargo de asesor de la Dirección General y a quien se le asignó un sociólogo, un psicólogo, un estadístico, un informático y cuatro abogados para iniciar funciones.
La idea en aquel momento era crear una oficina que direccionara las operaciones de la Policía Judicial, pero se enriqueció con el equipo de trabajo que participó en la construcción y organización de la OPO, al convertirse en una Oficina con mayor capacidad y que fue más allá de la guía de operaciones.
“Comenzamos a pensar cómo podíamos trabajar con este grupo de profesionales e hicimos una división interna en una unidad de informática, de supervisores y una unidad de asesores de la Dirección. El estadístico, el psicólogo y el sociólogo se encargaban de la parte social para la investigación de las causas de los delitos y así emprender la lucha desde las causas delictivas y no reprimirla por reprimirla, sin embargo en ese momento la OPO no hacía planes y operaciones para la policía”, explicó el Subdirector del OIJ.
Entre el 2000 y el 2001 se le asignaron una serie de plazas de analistas criminales, las cuales estaban dispersas en las oficinas regionales y las secciones del Departamento de Investigaciones Criminales. “Nos dimos a la tarea de crear una Unidad de Análisis Criminal dentro de la policía judicial, para conocer el delito, pues ya conocíamos las causas y saber qué aspectos estaban afectando en el quehacer policial. Así con la cooperación de Alemania, España y Estados Unidos nos capacitamos en análisis criminal e incluso desarrollamos un curso básico en esta materia”, indicó Francisco Segura.
De esta manera, la criminalidad dejó de verse solo desde el punto de vista social, sino fue más allá, hacia lo estadístico y criminal, a través del desarrollo de análisis que permitían determinar delitos seriales y vaticinar hechos delictivos.
Para el actual Jefe de la OPO, Allan Fonseca, esta oficina “vino a llenar hace 11 años un vacío que existía a nivel institucional, pues se requería de un ente que pudiera enlazar, canalizar, realizar y manejar información que en la misma institución producía, así como darle curso a los proyectos trascendentales para la organización”.

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