La mercadería la revisan de manera minuciosa.

Dedicación, mística y compromiso se convierten en el común denominador. Su trabajo es silencioso y aunque en muchas ocasiones es desapercibido, quienes trabajan en el Poder Judicial se ven beneficiados por sus labores cotidianas.
Se trata del Almacén del Departamento de Proveeduría, cuyos servidores le ganan la partida a las inclemencias del tiempo, combaten los difíciles accesos con que cuentan algunos edificios judiciales y con suma cautela manipulan la mercadería que trasladan alrededor del territorio nacional.
La función principal del Almacén es recibir, almacenar y custodiar los útiles, materiales, mobiliario y equipo que sean adquiridos a título del Poder Judicial y que estén destinados a conformar la existencia de la Institución, así como de entregar a los interesados, con base en requisiciones debidamente autorizadas, los bienes que se tienen bajo custodia.
Un total de 17 personas se encargan día a día de preparar los pedidos, rellenar las bodegas y estantes, preparar las tarimas, hacer revisión de mercadería, cargar los camiones, organizar la gira y entregar el mobiliario a los despachos respectivos.
Según indicó Guillermo Vega, quien labora en el Almacén desde hace 12 años “cada vez existe mayor cantidad de pedidos, al crecer la población judicial. Nosotros repartimos desde lapiceros, papelería, materiales de limpieza, mobiliario y el aceite, llantas y boletas para el combustible de los vehículos hasta formularios restringidos como las órdenes de libertad para personas detenidas y los cheque para retiro de las pensiones alimentarias”.
Quienes trabajan en el Almacén tienen claro la responsabilidad que cargan sobre sus hombros como lo es custodiar los bienes de la institución y gracias a su esfuerzo se logra abastecer a cada una de las oficinas que conforman el Poder Judicial a lo largo y ancho del país.
En ese sentido, Gerardo Fallas señaló que “la gran mayoría de despachos los abastecemos directamente, mientras que la minoría lo hacemos a través de las Unidades Administrativas”.
Los camiones que miden alrededor de nueve metros de largo son cuidadosamente cargados hasta con siete toneladas de peso para cada una de las giras.
Uno de los factores que más reconocen los servidores del Almacén es la gran solidaridad que se les brinda en algunos Circuitos Judiciales, tal es el caso de San Carlos, Guápiles y Pérez Zeledón.
“En algunos despachos nos colaboran en cuanto a la descarga del material, en otros más bien cuando se enteran que llegamos se esconden para no ayudarnos” dijo Fallas.
Los largos caminos que tienen que recorrer para llegar a su destino final, permiten que toda la familia judicial cuente con las herramientas idóneas para desenvolverse en sus respectivos despachos.