JURAMENTACIÓN DE 57 DEFENSORES Y DEFENSORAS PÚBLICAS | ||
Desde el Poder Judicial la Defensa Pública ha realizado numerosos esfuerzos por el respeto a la dignidad de las personas y de sus derechos como seres humanos y usuarios del Sistema Judicial, labor, en la que todos y cada uno de ustedes como defensores y defensoras públicas participan con gran mística día a día, en momentos en los que las políticas criminales se encaminan a mayor represión por parte del Estado que aún defendemos como un Estado de Derecho; labor reconocida y que cuenta con un gran respaldo de las Autoridades de la Corte Suprema de Justicia, muy especialmente por el Doctor Luis Paulino Mora, a quien aprovecho la oportunidad para externarle mi reconocimiento por creer y reconocer a la Defensa Pública de Costa Rica como un equilibrio en la protección de los derechos y las garantías fundamentales ante el poder represivo. Con cuarenta años de brindar asistencia y representación a personas en distintas situaciones de vulnerabilidad, nuestra Institución se ha preocupado por la selección y capacitación de profesionales, con gran mística y sensibilidad al servicio de las personas usuarias, además, se ha preocupado por el ambiente laboral y la estabilidad laboral de todo el personal, tanto profesional como auxiliar administrativo que forman parte de esta gran Institución. En este proceso de fortalecimiento, ha sido de gran importancia el nombramiento de los defensores y defensoras públicas en propiedad, largo proceso que enfrentamos debido a la vacancia dictada por la Corte Plena a raíz de la entrada en vigencia del Código Procesal Penal, implementado en el año 1998, tiempo en el cual, hemos hecho todos los esfuerzos para reducir los tiempos de interinazgo del personal y así poder brindarles mayor estabilidad, seguridad y motivación laboral. Para el nombramiento de los defensores en propiedad, hemos aplicado criterios de objetividad como la antigüedad y la experiencia, hemos nombrado defensores que tenían alrededor de 5 años de laborar en la Defensa Pública y que han sido parte de un proceso de selección que se ha ido transformando para mejorar y responder a las exigencias técnicas y humanas que demanda nuestra labor como defensores públicos. Este proceso de selección contempla varias etapas, como lo son, la entrevista técnica y de perfil, una práctica dirigida de 250 horas por un tutor de amplia experiencia, un curso de nivelación que llamamos “El o la Defensora Pública en la praxis judicial” con una capacitación en todas las materias que legalmente nos han sido asignadas y que culmina con un examen escrito y otro oral ante un tribunal, además, a partir de agosto del año 2007 las nuevas generaciones de defensores y defensoras reciben el programa de formación inicial, en el cual se fortalecen áreas como la Defensa Pública en un Estado Democrático, la teoría del delito, medios de impugnación, elementos del proceso penal, manejo de la teoría del caso y sus estrategias, protocolos de actuación para las diligencias en las que intervienen los defensores penales, entre otras áreas; lo anterior con el fin de garantizar la calidad en la prestación del servicio; (calidad reconocida por Autoridades Internacionales que nos consideran como la mejor Defensa de América Latina, además por las distintas autoridades de la Corte Suprema de Justicia, abogados litigantes y medios de comunicación, por ejemplo, recientemente en el programa siete días pude observar un reportaje sobre el sistema de selección de los Jueces y Juezas de la República, en el cual con orgullo pude escuchar a un abogado litigante reconocer el proceso de selección de los defensores y defensoras públicas, comentando incluso como le sorprende ver a los defensores con experiencia llegar a las audiencias y debates acompañados de defensores de recién ingreso con tal de replicar sus buenas prácticas.) Todo esto, nos permite considerar, que nuestro proceso de selección ha dado los frutos deseados, es decir, un personal con gran mística, sensibilidad, humanismo y excelencia técnica, siempre al servicio de las personas usuarias y con la capacidad e idoneidad de ejercer sus labores en cualquier zona de nuestro país. Prueba de ello, es que se logró que los defensores públicos y defensoras públicas nombrados en propiedad, puedan cumplir sus periodos de prueba en los puestos que ocupan. Además un total de 47 exdefensores y exdefensoras han sido electos para ocupar puestos en la Judicatura, Tribunales Penales y de Casación, así como 28 letrados que se han desempeñado exitosamente en la Sala Tercera. Hoy, queremos desearles éxitos en su carrera profesional, invitarlos a participar en todas las transformaciones y retos que enfrentará la Defensa Pública, reflejados en una mayor amplitud de competencias como podría ser la atención de la materia de familia y laboral. Nunca olvidemos que somos una esperanza y un apoyo para los sectores más vulnerables, que esperan de nuestra parte calidad, eficiencia y buen trato en el servicio que prestamos. Recordemos nuestro compromiso para el cumplimiento de las 100 Reglas de Brasilia, cuyo tema fundamental es el acceso a la justicia de los sectores más vulnerables y donde se plantea la necesidad de abrir la competencia a las Defensas Públicas para atender estos sectores y luchar contra las discriminaciones en el acceso a la justicia por razones de género, edad, pobreza, etnia, personas con discapacidad, diversidad sexual y personas privadas de libertad. Finalizo diciéndoles: no desfallezcamos nunca, demos gracias a Dios por nuestro trabajo, por nuestra salud y por la oportunidad del servicio que brindamos y pidámosle, que nos permita ejercer nuestra labor con sabiduría, excelencia técnica y trato humanizado a las personas usuarias de nuestra Institución. |
Licda. María Isabel Hernández Guzmán
Lic. Sergio Bonilla Bastos
Licda. Andrea Marín Mena
Licda. Teresita Arana Cabalceta
Licda. Marcela Fernández Chinchilla
Diseño Gráfico: Iván Pacheco Leon
Colaboración: Departamento de Tecnologías de la Información, Poder Judicial
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