 |
Dr. Luis Paulino Mora Mora
Presidente
Corte Suprema de Justicia |
En el nombre de la Corte Suprema de Justicia, quiero agradecer a todos Ustedes por su presencia y su participación en este importante proyecto que impulsa el Poder Judicial para la mejora de la justicia costarricense.-
Paso a paso, esta idea ha venido tomando forma de la mano de un grupo de profesionales y expertos liderados por el Magistrado Rolando Vega.- Se trata de una labor muy laboriosa y llena de detalles lo que hace aún más meritorio entonces el estado de avance que llevamos a la fecha.-
No seré yo quien –en esta reunión- aborde los detalles sobre la marcha del proyecto y mucho menos los aspectos marcadamente técnicos que involucra el trabajo de normalización sobre el gira toda esta idea.- Por tal razón me ha parecido apropiado dirigirles la palabra de forma breve, pues lo importante es que nos expliquen bien el sistema y eso corresponde a otros, mi finalidad debe ser solo remarcar la relación entre esta iniciativa y el esfuerzo general que hacemos en el Poder Judicial para el mejoramiento de la justicia que brindamos a los ciudadanos.-
En primer lugar, apunto que mi apoyo y entusiasmo por este proyecto, se funda en el hecho de reconocer en él un intento muy serio y bien ordenado para abordar un aspecto como el de la racionalización de los métodos, procesos y procedimientos para proveer una administración de justicia eficaz y confiable, que hasta fechas recientes había sido dejado de lado en los intentos de reforma y modernización de la actividad jurisdiccional.-
En efecto, no es sino hasta los últimos diez años que hemos adquirido plena conciencia sobre la importancia de gestionar y gerenciar el aspecto administrativo de nuestra institución con criterios extraídos de la ciencias de la administración.- En el caso costarricense, la creciente complejidad de la institución, en la que convergen además diversos actores como el Ministerio Público, el OIJ, La defensa Pública, todos ello incidiendo junto con las partes sobre un centro de actividad que es el despacho judicial, hace que resulte urgente abordar las tareas de los despachos de manera racional y que apliquemos criterios científicos para definir procesos eficientes y eficaces.-
Luego de tales esfuerzos hechos en los años anteriores por mejorar los aspectos administrativos, resulta casi natural que ahora se presente como atractiva y viable la realización de un proyecto como éste, con el que se daría un paso amplio y ambicioso hacia la plasmación de esa visión de una justicia democrática, brindada en condiciones de eficiencia, calidad y transparencia, construida con la ciudadanía.
Encuentro además, en este proyecto una virtud adicional, y es que nos obliga a retarnos a nosotros mismos continuamente para generar el cambio y el mejoramiento de la justicia desde cada despacho hacia arriba, y en unión con la sociedad civil. Sin duda promete ser un mecanismo para el cambio hacia una justicia moderna y conectada con la realidad nacional y las necesidades de nuestra población.
En esta línea, el proyecto de la creación de una norma para la gestión de los despachos, se presenta como un paso más y esperable para un Poder Judicial como el costarricense, que desde hace aproximadamente una década inició –como indiqué- una real revolución ideológica en pro de una justicia que estuviera en función de la persona, lo cual requiere sin duda alguna una reformulación que debe tener como punto de partida la reconstrucción del vínculo con el ciudadano de manera que la producción de estándares de eficiencia y eficacia le garanticen efectivamente a ese ciudadano que tendrá una justicia de la calidad de sus aspiraciones, sin que ello dependa o de la suerte de que le toque un despacho que tenga un buen juez, un eficiente asistente judicial o peor aún que el usuario sienta la necesidad de construir amistades interesadas o sencillamente de pagar para lograr un servicio.
Así entendido estamos pues ante un proyecto de una gran visión y que bien llevado, promete darle un importante impulso a la transformación del servicio público de justicia pues toma en cuenta y nos permite concretar una serie de ideas que hace años venimos procurando impulsar tanto a nivel internacional como interno.
Sin embargo, me parece también muy oportuna la ocasión para recalcar mi interés en que tengamos presente siempre que nuestro objetivo final de una completa puesta al día de este servicio público que brindamos, abarca no solo estos importantes temas como la estandarización y la medición y control del desempeño, sino que también existen aristas ajenas y menos susceptibles de control por nuestra parte, que pueden afectar estos indicadores haciendo que el resultado final sea menos satisfactorio que lo esperado.-
Me refiero en particular a la faceta del diseño de procesos que la teoría tradicional de división de poderes ha ubicado en el Parlamento, como un medio más de control de la labor del judicial.- Es esta una realidad que no puede cambiarse en el sentido de que cualquier empeño reformador tiene que vérselas con la estructuración de procesos y procedimientos que los representantes del pueblo han considerado apropiados y que en algunos casos –aún cumplidos fielmente- estorban al tenor democrático democratizador que queremos tener en los procesos judiciales.-
Hay que tener cuidado entonces de conciliar este importante trabajo -que hoy da un paso más hacia su consolidación-, con la necesidad de tener presente siempre que esto es una parte relevante y complemento de un más amplio empeño de mejoramiento, de tal modo que, junto con normas y estándares, debemos también esforzarnos por impulsar en las sedes apropiadas los cambios necesarios para que el papel del juez sea justo el que se espera en sociedad democrática y para que dentro del entorno estatal, el Poder Judicial cumpla -además de su función específica- con su cometido natural de ser agente de mejoramiento social.-
Concluyo con una exhortación a Ustedes para que, así como lo han hecho hasta ahora, sigan colaborando con esta valiosa propuesta y aprovecho esta nueva ocasión que se me brinda, para reconocer al Magistrado Rolando Vega Robert, su mérito por esta iniciativa que nos permite acercarnos más hacia el esperado cambio sustancial hacia una justicia más moderna y conectada con las necesidades del ciudadano. |