INAUGURACIÓN DEL EDIFICIO DE

TRIBUNALES DE GUÁPILES

 

 

 

 

 

 

Dr. Luis Paulino Mora Mora

Presidente

Corte Suprema de Justicia

 

En mi condición de Magistrado Presidente pero sobre todo en mi calidad de servidor judicial, quiero expresar el profundo sentimiento de orgullo que me embarga el día de hoy en que realizamos esta actividad de inauguración del Edificio de Tribunales del II Circuito Judicial de la Zona Atlántica con sede en esta ciudad de Guápiles.

Recuerdo cuando en 1969 tuve la oportunidad de visitar la antigua Alcaldía de Guápiles, conformada por 4 servidores,  el Alcalde era don Oscar Murillo Cruz, y su Secretario, don Godofredo Wachong Murillo, ahora son mucho más quienes se desempeñan en este lugar como servidores judiciales; de aquella Alcaldía a hoy es mucha más la presencia del Poder Judicial en este floreciente cantón, esa mayor presencia y desdichamente la mayor conflictividad social que conlleva el desarrollo, hace que se justifique esta edificación, que debemos ver como una contribución más al desarrollo de la zona.

Se acostumbra concluir estas intervenciones con la expresión de agradecimientos, pero en este caso quisiera hacerlo al inicio, pues se de los múltiples obstáculos que se debieron vencer para lograr que esta obra sea hoy una realidad, por ello expreso mi agradecimiento, en lo personal y como representante de la Corte Suprema de Justicia a los Miembros de la Comisión de Construcciones, por todos los esfuerzos que han puesto para que hoy estemos festejando la puesta en servicio de esta edificación, al señor Diputado don Jorge Méndez quien en múltiples ocasiones nos ayudó para lograr el avance de la obra y su financiamiento; a todos los que de una u otra forma participaron en la compra del inmueble, en el diseño de la obra, su financiamiento, edificación y puesta al día, a todos muchas gracias.

Para quienes no están inmersos en las labores relacionadas con la administración pública la construcción de una edificación como ésta puede aparecer simplemente como algo complejo de realizar.  Sin embargo esta perspectiva es más bien equivocada o quizás mejor dicho ingenua. Lo cierto es que lograr concluir un proyecto de ésta envergadura es para una institución como el Poder Judicial costarricense una verdadera obra titánica, por los incontables problemas y requerimientos que deben vencerse.

Solo para mencionar las más relevantes, la obtención del dinero para la construcción puede llevar años y de hecho en este caso eso fue lo que ocurrió. Recordemos que si bien como Poder Judicial tenemos asignado en la Constitución Política un seis por ciento del presupuesto nacional, ya tenemos varios años de que nuestros gastos sobrepasan esa suma, en virtud de las ingentes necesidades sociales que se nos pide cubrir.  Es más bien escasa la suma de dinero público que podemos destinar a infraestructura y tenemos que hacer grandes sacrificios para lograr recoger las altas sumas necesarias para poder construir un edificio como éste.

Luego, viene la definición del alcance de la obra porque, como es natural, todos quisiéramos que  las oficinas tuvieran las mejores condiciones para todos, tanto servidores como usuarios, pero ese deseo debe conectarse con la realidad de que los recursos son escasos y que debemos sacar el mayor provecho de ellos. Lo usual entonces es que en este proceso de estira y encoje surjan resentimientos y animadversiones porque mucha gente toma el asunto de manera personal al enterarse de que no se concedió lo que se pedía.

Finalmente, pero no menos importantes, están los requisitos y condiciones legales que desde luego avalamos, y que toda obra debe superar para la contratación y materialización de la misma, todos con un proceso largo y complejo para lograr equilibrar el desarrollo con reglas de seguridad y de desarrollo sostenible.

En ese proceso se tuvieron que rectificar algunas cosas y me satisface que así haya sido, para que tanto la comunidad como la administración de justicia queden satisfechas con la obra. Quiero asegurarle a la comunidad y al país, que siempre procuramos cumplir con todas las exigencias legales, para lo cual nos hicimos asesorar por empresas de trayectoria y nuestros propios técnicos, especialmente tomando en cuenta que los magistrados somos abogados y poco conocemos de los detalles técnicos. En la construcción de este Edificio se dio una discusión, que ocupó la atención de la Sala Constitucional, relacionada con la mejor forma de vaciar y tratar las aguas residuales, en esa discusión nos enriquecimos todos, porque finalmente la obra quedó fortalecida desde el punto de vista de impacto ambiental y eso a mi me satisface, porque mi línea como magistrado de la Sala Constitucional ha sido muy clara en el respeto a los principios, valores y normas de carácter ambiental de rango constitucional y legal. Aprovecho entonces la ocasión para reiterarle a la comunidad que siempre estaré abierto a rectificar cuando sea necesario, que no me mortifica hacerlo, sino que por el contrario, soy el primer obligado en querer cumplir la Constitución y la ley y las resoluciones jurisdiccionales porque nuestra actuación siempre debe ser de buena fe, buscando los mayores estándares de excelencia y beneficios para la administración de justicia y la comunidad.

Son todas estas y muchas otras razones que me permiten apreciar los frutos de tanto esfuerzo, en el que comunidad y administración de justicia hemos salido fortalecidos, y espero yo más unidos. 

Sin duda alguna, este tipo de proyectos producen un estimulo positivo y generan sentimientos de esperanza e ilusión en el futuro de las labores del Poder Judicial.

Es algo sintomático que el empeño y las ganas de hacer las cosas, se renuevan cuando se abre una oportunidad como ésta de cambiarse a un edificio propio, dejando de lado todas las penurias que implica la ubicación de nuestras oficinas en lugares que las más de las veces no resultan adecuados para la prestación de un buen servicio público.

No puede caber duda de que ese fundamental sentido de pertenencia e identificación con la institución se refuerza de gran manera con un impresionante signo externo como éste, pero además, para nosotros es una excelente oportunidad para aprovechar esa renovada actitud de que hablo y estimular también la necesidad de un cambio general de actitud del funcionario hacia el servicio que presta, así como también para incorporar –sobre esa línea de pensamiento- los proyectos e ideas para el mejoramiento y modernización de la administración de justicia.

Nuestra idea es entonces aprovechar esta inauguración para acentuar lo que es más bien una nueva actitud en la administración de justicia en este circuito, en ese sentido debemos hacer  el mayor esfuerzo para lograr por una parte que los aspectos relacionados con la planta física sean adecuados para servir a todos los usuarios, tanto externos como internos, tomando en cuenta que la igualdad ante la ley no se limita a buscar la aplicación de las normas al caso concreto sin discriminaciones, sino que además, como órgano estatal nos exige hacer todo lo que esté a nuestro alcance para que las posibilidades reales de acceso a la justicia sean equivalentes para todos.

Me parece que este edificio que surge en este momento en la vida institucional, inicia sus labores en un momento más que propicio dentro de lo que significa un cambio fundamental de actitud del Poder Judicial. Estamos inmersos en un esfuerzo para la modernización de este Poder de la República que empezamos poco a poco hace ya una buena cantidad de años, pero que, es ahora cuando comienza a mostrar lo que serán sus frutos, los que espero sean excelentes.  Igual que con el levantamiento de este edificio,  en el empeño de transformación del Poder Judicial, pusimos el acento en la construcción de una sólida base institucional, que por ello mismo toma su tiempo en fraguar. 

Tal y como los constructores lo saben y ustedes pueden intuirlo, el tiempo es fundamental para lograr que la cimentación adquiera la fortaleza necesaria para soportar sin problemas la carga que vamos a ponerle encima.  Por eso en la modernización del Poder Judicial nos hemos tomado el tiempo necesario, para asegurarnos que su base de cimentación, es decir su recurso humano, pueda llevar adelante las importantes tareas de ajuste y rediseño del quehacer judicial que ya han empezado y que sin duda alguna se harán cada vez más profundas en busca de una mejor administración de justicia para la Costa Rica de las décadas venideras.

Es en concordancia con esta ideología que nos hemos empeñado en que la entrada en funcionamiento de este Edificio de Tribunales sea también la gran oportunidad para introducir una serie de proyectos que le interesan sobremanera al Poder Judicial por entender que se trata de pasos para llevar adelante la tarea que la sociedad nos ha asignado, de manera más eficiente.

Destacan dentro de este proyecto nuestra idea de acentuar de la mayor manera posible el uso de oralidad como medio de democratización de la justicia, ello junto con el empleo de herramientas tecnológicas que faciliten el trabajo de los funcionarios y también agilicen el manejo y entrega de información relevante a los usuarios. 

            En concreto, pretendemos aprovechar este edificio, para llevar adelante la puesta en funcionamiento de oficinas novedosas como los Juzgados especializados en Procesos cobratorios, que sin duda alguna aporta una mayor agilidad a este tipo de reclamos, como lo está demostrando su puesta en funcionamiento en San José y Goicoechea, y como sabemos esa materia forma una abultada parte del circulante de los juzgados civiles, con ello se lograría reducir ese circulante y en consecuencia aligerar los procesos en los juzgados civiles y también en los cobratorios pues se aplica un proceso desformalizado, informatizado y rápido.

Igualmente también queremos poner en funcionamiento los Tribunales de Trabajo de Menor cuantía, que a pesar de su relativa novedad vienen demostrando su eficacia a la hora de resolver los asuntos que se plantean, gracias al uso intensivo y prevalerte de la oralidad en sus actuaciones.

En ambos casos, se trata de hacer coincidir a favor de los usuarios del servicio las mejoras relevantes en la prestación del servicio no sólo en lo que respecta a las condiciones físicas y tecnológicas, sino también en lo que se refiere al necesario rediseño de la manera en que prestamos el servicio.

¿Por qué no ponernos fecha para iniciar esas experiencias?, ¿Por qué no aprovechar lo que de ello resulte aprovechable, como un plan piloto, para ser extendido a otros lugares del país?; el inicio del año venidero podría ser un reto para ello.

¿Por qué no empezar también a hacer experiencia sobre cómo reducir el uso del papel en la tramitación judicial?, me pregunto además.  Es conveniente que pongamos atención al alto costo de la factura que su uso conlleva para nuestro presupuesto.  Este es un tema que ocupa la atención actual de muchos poderes judiciales y nosotros también debemos enfrentarlo, se que conlleva problemas de adaptación para servidores judiciales y usuarios del servicio, pero si no comenzamos no encontraremos la forma de solucionarlos, procurando en todo caso la mejora y eficiencia del servicio, así como la eficacia de la justicia en la solución de los conflictos sociales.  En los Juzgados de cobro de San José y Goicoechea ya estamos haciendo experiencia respecto a ello, nos preparamos para hacerlo también en Alajuela en el Juzgado de Pensiones Alimentarias; ¿por qué no hacerlo aquí? reitero.

En definitiva, lo que les quiero recalcar con estas breves palabras es la trascendencia que un acto, como la inauguración de este edificio, tiene para nosotros los servidores judiciales a quienes el destino nos ha  puesto en la posición de tomar decisiones para llevar adelante a nuestra institución en el cumplimiento de los deberes que el sistema le impone y a nosotros como servidores públicos.

El edificio cuenta con los más actualizados medios de comunicación electrónica, equipos informáticos y sistemas de gestión, este es un insumo más que permitirá a los servidores judiciales tomar destrezas en el uso de la informática, simplificar la realización de sus tareas, tener mayor información disponible para la tramitación y resolución de los asuntos sometidos a su conocimiento, relacionarse de mejor manera con los usuarios y prestarles un mejor servicio.  El galardonado sistema de depósitos judiciales permite un manejo de los dineros relacionados con los expedientes más seguros, pero al mismo tiempo más expedito, para que los acreedores puedan recibir más rápidamente lo que debe girárseles, que en el caso de las pensiones alimentarias tiene un alto contenido social.  Se evita la necesidad de ir a los despacho para recibir el cheque y luego ir al banco a hacer otra fila para obtener el dinero.  El sistema de gestión del expediente nos facilita la tramitación judicial.  Se utilizará también un novedoso sistema para comunicarse con las partes, testigos y peritos, por medio de los teléfonos celulares, el que ha pasado las primeras pruebas en los juzgados de cobro, para su uso se requiere que en las primeras declaraciones o comparecencias de las personas que deban estar relacionadas con la tramitación de los asuntos, deben aportar un número de teléfono celular al que pueda enviársele mensajes de interés, estoy seguro que este avance nos dará muy buenos resultados, evitará suspensión de debates y nos permitirá estar mejor comunicados.  Todos esos y otros adelantos conlleva esta inauguración.  Enhorabuena.

Todos los servidores tendrán a disposición un servicio de correo electrónico, se que eso nos ayuda a estar mejor comunicados, espero que ayude a bajar el monto de la factura por el uso de los teléfonos, pero no debemos abusar, si bien se tolera el uso personal del correo, debemos entender que es un servicio institucional.  En días pasados se dio la noticia en los periódicos que el 92 % de los usuarios hacen uso personal del correo, ello no está mal, lo malo es el abuso.  Espero que este adelanto sea un incentivo más para desempeñarnos debidamente en el servicio a nuestro cargo.

Les aseguro que tenemos muy claro el papel que el Poder Judicial ha jugado en la historia patria, afirmando muchos de nuestros valores más queridos y sagrados. Y tenemos igualmente claro  su rol dentro de la cultura que nos caracteriza y que el hecho de que la sociedad costarricense apoya en nosotros una gran parte del peso de preservar la paz social por medio de la aplicación de la ley.

También, es justo decirles que -de igual forma- sabemos reconocer que el servicio de justicia no es aún lo pronta, ni lo cumplida que queremos, y el ciudadano tiene derecho a una alianza con la sociedad política, de la que el Judicial forma parte, para lograr tanto en una justicia de calidad en plazos razonables y sobre todo una administración de justicia que lo trate con la dignidad que se merece,

Hacia ello se dirigen todos nuestros esfuerzos, dentro de los que ahora contaremos este edificio y su personal. Por ello de aquí en adelante, espero la participación al lado nuestro, de las fuerzas vivas de la región a quienes comprende un papel fundamental tanto en el uso responsable, honesto y racional de los recursos que el Estado pone a su disposición, así como en el control y apoyo al servicio público que se le está brindando y que pertenece a su patrimonio, así como al patrimonio de todos sus compatriotas. Espero que el uso de las instalaciones y equipos incentive la creatividad de los servidores para buscar nuevas formas de simplificar la actividad y acelerar los procedimientos.  El reciente concurso sobre buenas prácticas nos ha dado una excelente lección de cómo mejorar y sobre todo nos ha permitido conocer del valor creativo que tienen los servidores judiciales; uno de los grupos premiados es concretamente de acá, ellos nos da un excelente ejemplo de cómo mejorar utilizando mejor las herramientas que se ponen a nuestra disposición y la excelencia del recurso humano con que contamos.

 

Agradecimientos.

Reitero el agradecimiento ya hecho a la Comisión de Construcciones, ese agradecimiento debe ser tan grande como la satisfacción que de seguro sienten por ver materializado su esfuerzo, que como todo esfuerzo tiene sudor y lágrimas, pero también la satisfacción del deber cumplido.

Debo mencionar mi gratitud también a la empresa Consultécnica que tuvo a su cargo los planos y la fiscalización de la obra y al “Consorcio Navarro y Aviles y Estructuras Sociedad Anónima” responsable de su construcción. A ambas les agradezco su esfuerzo y espíritu de colaboración frente a las distintas situaciones con las que tuvimos lidiar juntos. Hemos puesto a prueba, una vez más, la responsabilidad que caracteriza a esas empresas, con lo cual han ganado nuestra confianza y agradecimiento.

De la misma forma, es necesario reconocer la labor y esfuerzo de la Dirección Ejecutiva, con sus respectivas dependencias que de manera oportuna han cumplido apropiadamente el clave papel de contraparte para la exitosa conclusión de esta obra

Muchas Gracias a todos los que aportaron su grano de arena para dar un buen fin a esta obra que a la vez marca un excelente comienzo para lo que sin duda será una nueva etapa de la justicia de esta linda región costarricense.

Ahora nos corresponde a todos velar por el buen uso de las instalaciones y por su cuido.