RENDICIÓN DE CUENTAS CORTE-BID
I SEMESTRE 2008
Dr. Luis Paulino Mora Mora
Presidente, Corte Suprema de Justicia
Aún cuando originalmente, algunos compromisos me impedían participar en esta actividad, he logrado cumplir con todas mis obligaciones a fin de hacer acto de presencia en esta ya tradicional actividad de rendición de cuentas del Proyecto Corte-BID, que se suma a las que regularmente se han realizado a lo largo del país, para mantener informados de la manera más clara y directa posible, a la mayor cantidad de interesados que sea posible.
En
particular, estoy muy orgulloso de la calidad y seriedad con que se han llevado
adelante estos ejercicios de transparencia en el manejo de fondos públicos,
sometidos a severos y variados controles, pasando por la auditoría
interna,
De tales revisiones la conclusión solamente ha sido una: el manejo de los fondos ha sido apropiado y se ha invertido en los fines y objetivos para los cuales se destinó el dinero.
Naturalmente, son importantes los controles y son bienvenidos, pero existe una manera más sencilla de saber si el dinero ha sido bien dispuesto y es echar una mirada al radical cambio que ha llevado adelante el Poder Judicial en su forma de realizar el trabajo constitucionalmente asignado.
Si
nos remontamos solamente a quince años atrás,
Hoy en día tenemos –a mi modo de ver- una justicia completamente distinta; una justicia tecnificada, más transparente y más humana, con perspectiva de género y en general que busca centrarse en las reales necesidades de los diferentes integrantes de la sociedad, en fin una justicia con una nueva y diferente sensibilidad, que reconoce la obligación de atender a las poblaciones más vulnerables de este país, de acuerdo con su necesidad y realidad específicas, todo como corolario de una visión de la administración de justicia como parte de un real estado social y democrático de Derecho.
El rediseño de la organización, y métodos de trabajo, la introducción masiva de tecnología de información y modernización de sus medios y recursos, son fácilmente palpable con simplemente acudir a las distintas dependencias judiciales y se constituyen en ejemplos de los esfuerzos hacia tales metas.
Lo que creo que sucede es que el esfuerzo ha requerido un período de tiempo amplio y un ritmo pausado que ha hecho que como ciudadanos nos vayamos acostumbrando a las nuevas prestaciones, por tenerlas allí presentes y eso hace que nos parezca un proceso sencillo e inercial, pero no lo es en absoluto.
Depósitos automáticos de pensiones, juicios orales grabados en audio y video, consulta de expedientes vía Internet, sistemas de gestión de expedientes con amplias bases de datos, son solamente los ejemplos más claros de lo que disfruta ahora la ciudadanía y que da por descontado.
Pero no podemos olvidar que sin el compromiso de trabajo y el apoyo del Banco, este salto que hemos dado en los últimos años en el Poder Judicial, hubiera sido simplemente imposible de llevar a cabo.
Ustedes no desconocen las dificultades que involucra la puesta de acuerdo de todas las voluntades que se requieren en un sistema democrático como el nuestro para llevar adelante un proyecto de la magnitud del que hemos adelantado con el préstamo del Banco. Tampoco desconocen las dificultades que deben vencerse para el acceso a los recursos estatales, siempre escasos y además celosamente protegidos como corresponde.
Muestra de lo anterior resulta el caso de los extraordinarios esfuerzos que se han hecho y que permitirán contar con dinero para la remodelación de este primer circuito judicial de Alajuela.
Es por todo lo anterior, repito, que me resulta tan meritorio que semestre a semestre, vayamos dando paso tras paso para el avance de la apropiada inversión del dinero que se nos ha confiado para estos proyectos, produciendo resultados reales y tangibles que benefician a los usuarios de nuestro sistema de justicia y por allí al desarrollo de nuestro país. Todos estos cambios se dan como resultado y por exigencia de una nueva Costa Rica, que se transforma y crece a pasos muy acelerados, pero que también se transforma en una sociedad más convulsa y violenta. Ello nos ha obligado a replantearnos prácticamente todo y casi al mismo tiempo. Naturalmente cuando uno vive un proceso de transformación simultanea, muchos errores se cometen y muchas cosas que debieron hacerse se dejan de lado, pero ¿realmente podemos exigir sin ser mezquinos, perfección en estas circunstancias?
Creo sinceramente que con todos los retos y defectos por superar, el poder Judicial costarricense en un corto plazo ha logrado darle una nueva cara a nuestra justicia.