ALGUNAS TAREAS PARA LOGRAR EL DESARROLLO RURAL SOSTENIBLE
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Lic. Carlos Bolaños Céspedes |
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![]() Foto con fines ilustrativos |
Nuestro país presenta una serie de desigualdades históricas. Una de ellas es la que se presenta entre la ciudad y el campo. Las estadísticas son claras al respecto; los niveles de pobreza, salud , analbafetismo, son sustancialmente mayores en los cantones rurales en cuatro a cinco puntos. La concentración de servicios y oportunidades en los cantones de la gran área metropolitana se ha hecho en detrimento de los cantones rurales, especialmente fronterizos y costeros. Las políticas públicas para enfrentar la pobreza rural requieren nuevos enfoques. |
Sabemos que el crecimiento económico no es sinónimo de
mejor calidad de vida y de progreso social, y si no observemos el caso
de Guanacaste, donde se presentan niveles extraordinarios de inversión,
sin embargo en la actualidad es la provincia más pobre del país, aún
sobre Limón, con un 35% de pobres, de acuerdo con la última encuesta de
Hogares del INEC.
Hoy se habla de que para que haya desarrollo y sea sostenible debe darse en cuatro dimensiones: social, económica, ambiental e institucional. Una propuesta, de política pública para nuestra zonas rurales con ese enfoque podría ser la siguiente: En lo económico el eje debería ser el impulso de la empresa agraria multifuncional; que es aquella que genera no solo alimentos o materias primas sino a la que se le asocian otros servicios como el agroturismo, senderismo, turismo ecológico,agricultura orgánica, y revalorización del patrimonio rural en los cultural y escénico, con encadenamientos productivos a nivel horizontal y vertical. En lo social, el impulso a la autogestión de las comunidades, sin el dirigismo o paternalismo estatal, incorporando los componentes de género y participación de los jóvenes empresarios. En lo ambiental que ese desarrollo garantice el aprovechamiento de los recursos sin alterar el equilibrio de los ecosistemas, donde el eje sea el cuido de nuestros recursos más valiosos, el agua, el bosque y la biodiversidad. En la dimensión institucional, la tarea es la reforma institucional, Si queremos un verdadero desarrollo por regiones, hay que revisar la distribución de los recursos humanos y materiales del Estado, para evitar su concentración en las áreas centrales del país. Además redefinir su papel, dentro de una visión participativa, las comunidades rurales y los productores deben ser escuchados en sus propuestas, y los funcionarios analizar su viabilidad y actuar como ejecutores técnicos de las mismas. En lo más particular es necesaria la transformación del IDA en un Instituto de Desarrollo Rural, con un cambio de visión de entrega de tierras a la de desarrollo rural, estimulando a la nueva empresa agraria, con crédito supervisado, asesoría técnica y capacitación, no con visión asistencialista o caritativa, sino con el espíritu emprendedor de los pequeños y medianos empresarios cafetaleros y los productores que hasta tuvieron la osadía de soñar con un Teatro Nacional en medio de una aldea, hace más de cien años. |