“Lo que hago es cumplir la ley, a mí me fiscaliza la CGR y me puede
sancionar”, dijo el auditor Judicial Robert García, ante cuestionamientos de la
magistrada Iris Rocío Rojas.
Auditoría del Poder Judicial cuenta con 35 auditores de campo para
atender unas 900 oficinas
Por Vinicio Chacón | vinicio.chacon@ucr.ac.cr
20 marzo, 2023
Informe de gestión 2022 revela alto nivel de
cumplimiento de metas, pero Auditor reconoce que falta de recursos afecta
seguimiento de recomendaciones.
Durante la exposición
del Informe anual de labores de la Auditoría Judicial correspondiente al 2022,
Robert García, jerarca de la instancia, dijo que cuenta con 35 auditores de
campo, “para atender un universo auditable de más de 900 oficinas”.
Añadió que ello es
“muy poco” y aclaró que esa cifra incluye la puesta en marcha de la
jurisdicción especializada en crimen organizado. “Desde 2011 no tenemos
crecimiento”, observó ante preguntas del magistrado Fernando Cruz.
García dijo que ello
da pie a una preocupación en cuanto a capacidad operativa de la Auditoría
Judicial y añadió que se ha generado “varios informes” sobre Ministerio
Público, particularmente la Fiscalía Adjunta de Probidad, Transparencia y
Anticorrupción (FAPTA), sobre temas como la Ruta 32, la Ruta 27 o el caso de la
trocha fronteriza.
“Hemos hecho
seguimientos de cumplimiento” de esos informes, “no hemos descuidado ese
universo auditable”, pero dijo que “sigue siendo preocupante para nosotros”.
García recalcó que
“tenemos varios informes que dijimos, ¿qué pasa con estas recomendaciones que
no se cumplen?”, y añadió que una circular vigente hace posible que mediante
“un segundo seguimiento se origine un proceso disciplinario, obviamente el
órgano rector en materia disciplinaria administrativa es la Inspección Judicial,
hacemos el traslado y pregúntenos a nosotros los auditores qué ha pasado con
eso?”.
“Congoja”
Durante su exposición
inicial, García ofreció datos como que el cumplimiento con el plan de trabajo
aprobado a finales de 2021 fue de un 96,43% con el plan de trabajo, cuando la
meta original trazada fue del 90%. También mencionó que la Auditoría tiene un
personal de 63 personas, lo cual incluye a las mencionadas 35 como auditores de
campo, y a dos de asesoría legal.
También detalló que
durante el año pasado se produjo un total de 108 informes, 95 de ellos de
fiscalización, 12 de advertencia y uno de asesoría. Además se emitió 658
recomendaciones.
Finalizada su
intervención inicial, la magistrada Iris Rocío Rojas cuestionó el hecho de que
la Auditoría envía “un porcentaje grande” sus informes a Corte Plena, “para que
nosotros se lo hagamos llegar a los órganos que tienen oportunidad de mejora”.
La magistrada
consideró que esa práctica “conspira contra principio de eficiencia y eficacia,
que es un principio constitucional, por ende por encima de la Ley de Control
Interno” y entonces preguntó “¿por qué la auditoria no envía de manera directa
esas necesidades o deficiencias que encuentra de manera directa a los órganos
para que estos se pronuncien?”.
Rojas también criticó
que la Auditoría no abre procesos disciplinarios “para eso tiene una dirección
jurídica”, y añadió que cuando no se cumplen informes debería “abrir de manera
directa los procedimientos administrativos, como lo hace la Contraloría General
de la República (CGR)”.
“No puede pretender
que haya una auditoría eficiente y eficaz en el siglo XXI que depende de que
Corte (Plena) es la que tenga que estar trasladando productos que perfectamente
podría ser la auditoria, descargando le trabajo de Corte”, expresó la
,magistrada, quien calificó ello como una “congoja”.
El auditor García
replicó que “lo que hago es cumplir la ley, a mí me fiscaliza la CGR y me puede
sancionar”.
Además justificó el
proceder actual en que las recomendaciones contenidas en sus informes no sólo
van dirigidas a Corte Plena, también a las instancias subordinadas que “tienen
la parte operativa”.
Enfatizó que debe
mantenerse el “control del jerarca” establecido tanto en reglamento interno del
Poder Judicial como en la Ley de Control Interno. “Si yo incumplo con esto, me
voy a ver sujeto de una sanción”.
Añadió que
“usualmente” las diversas instancias a las que se señalan problemas o
recomendaciones piden prórroga para cumplir, la cual es otorgada pero “si
incumplen inmediatamente se someten a un proceso disciplinario”.