La magistrada Nancy Hernández aseguró
que si el Acuerdo de Escazú recibe una nueva consulta constitucional se
inhibirá de conocerla, por haber apoyado su aprobación en una actividad
académica (Foto: Katya Alvarado).
Magistrada Nancy Hernández se sacude de críticas sobre Acuerdo de Escazú
Por Oscar Ugarte Jiménez | oscar.ugartejimenez@ucr.ac.cr
27 mayo, 2021
Luego de que el colectivo de ecología
social Bloque Verde criticara a la miembro de la Sala Constitucional, Hernández
aseguró que el acuerdo es muy valioso y por eso sugirió algunos ajustes durante
una actividad académica.
Ante la crítica del
colectivo ecologista Bloque Verde hacia la magistrada de la Sala Constitucional
Nancy Hernández por sus comentarios sobre el Acuerdo de Escazú durante una
actividad académica, Hernández brindó una entrevista a UNIVERSIDAD, en la que
aseguró que siempre ha estado a favor del Acuerdo, por lo que no entiende el
reclamo del grupo.
El grupo aseguró que
en la actividad realizada el pasao 11 de mayo, Hernández pudo haber adelantado
criterio sobre el Acuerdo, por lo que no debería entrar a ver su
constitucionalidad y debería revisarse su candidatura como jueza ante la Corte
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
«Me llama
poderosamente la atención que una magistrada tan experimentada como Nancy
Hernández cometa semejante imprudencia en un foro público en el que se presenta
un libro. De la misma manera, su famosa ‘nota’ de marzo del 2020 sobre la
inversión de la carga de la prueba para declarar inconstitucional el Acuerdo de
Escazú plantea interrogantes muy válidas sobre el riesgo que asumió al
redactarla en los términos con los que la escribió», dijo el profesor de
Derecho Internacional Público de la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa
Rica, Nicolas Boeglin.
Acuerdo de Escazú entra en vigor
sin el país que le dio nombre
Tras haber sido
aprobado en primer debate en 2020, una consulta constitucional devolvió el
proceso a cero y el tratado espera ser convocado en las sesiones
extraordinarias de la Asamblea Legislativa, las cuales se extienden hasta
julio.
A continuación un
extracto de la entrevista con la Magistrada, realizada esta mañana:
Usted participó el
pasado 11 de mayo de la presentación del libro «Temas del Derecho Público, en
homenaje al profesor Rafael González Ballar», una actividad organizada por la
UCR. En dicho encuentro usted se refirió al Acuerdo de Escazú ¿Cuáles fueron
sus comentarios?
Participé como
invitada profesora que soy de la maestría de Derecho Público de la UCR y se
mencionó el tema, por lo que quise hacer un aporte positivo. Primero quise
explicar mi voto, ya emitido, por lo cual no es ningún adelanto de criterio.
Ningún juez puede adelantar criterio sobre un voto emitido, es una opinión
posterior al voto y es totalmente legítima.
Adicioné que la
maestría podía hacer un aporte muy importante para ayudar a pasar este acuerdo,
con una ley de implementación que aclarara todos los temas que están
preocupando a varios sectores que están enfrentados en este momento. También
dije que la forma de enfrentar estas diferencias era un debate de altura y no a
través del insulto entre las partes y que mientras no se diera ese encuentro el
proyecto no iba a pasar. Cuando dije esto me refería al ambiente político, que
es la única sede donde está en este momento el proyecto, que es en la Asamblea
Legislativa.
No existe ningún caso
pendiente sobre ese tema en la Sala Constitucional ni en el momento en el que
yo participé de la actividad, de tal forma que yo no puedo adelantar criterio
de un tema que ni siquiera está planteado en el tribunal. El aporte que hice
fue en el sentido de lo valioso que es tratar de rescatar este convenio, de que
la maestría se involucrara en formular un borrador de la ley de implementación,
que acompañara este proceso para facilitar esto. Esa fue mi participación.
El Bloque Verde
interpreta que usted adelanta criterio y que debería inhibirse de conocer el
tema, si el acuerdo regresa a la Sala Constitucional ¿Qué responde ante esto?
Respeto la opinión
del grupo, pero si se ve la sesión completa yo hablé a favor de la importancia
del proyecto, a favor de hacer un punto de encuentro entre los grupos a través
de una ley de implementación. Si el proyecto regresara a la Sala yo me
inhibiría, pero por haber hablado a favor del Acuerdo de Escazú y de la forma
en la que se puede corregir, pero como en el momento en el que yo emito esa
opinión no hay ningún caso pendiente, no hay ninguna falta de mi parte.
Si volviera, al haber
intervenido yo en una actividad académica a favor de la forma en que se puede
corregir y mejorar este proyecto tan importante para el país, estaría
planteando mi inhibitoria, pero por haber hablado a favor y de las formas en
las que se puede corregir.
Yo considero que en
vez de haber hablado en contra, hablé a favor del convenio de Escazú en esa
actividad e incluso sugerí la forma en la que se podía corregir los temas
cuestionados y regulados a través de una ley de implementación.
¿Considera usted que
se debe aplicar una ley de implementación del Acuerdo de Escazú?
No es que yo creo que
«debería», es que yo sugerí que eso fuera un camino, pueden haber varios, que
ya pertenecen más al ámbito político que al mío. Yo mencioné que en el TLC se
hicieron varias leyes de implementación para poder regular varios aspectos que
en el convenio quedaban regulados en forma genérica y que eso facilita la
implementación de los acuerdos. Es un instrumento que se ha utilizado en el
pasado para acompañar la regulación de los convenios y sugerí que era un buen
proyecto para la maestría de hacer algún tipo de regulación, pero ese es un
proceso en que ya deberían participar los distintos grupos que tienen opinión
sobre el tema y la maestría, yo no participaría en ese proceso.
¿Apoya usted el
Acuerdo de Escazú como un instrumento internacional sobre derechos humanos
fundamentales y de derecho al acceso a la justicia ambiental?
Sí, yo me dedico a la
defensa de los derechos humanos en general, y la defensa de los derechos
ambientales es fundamental para la supervivencia de la especie humana y el
desarrollo sostenible. Este instrumento, por lo valioso que es, merece que se
le hagan algunos ajustes. Es muy importante en muchos temas, refuerza la
legislación que ya tiene Costa Rica en la transparencia de la información en
esta materia, establece una protección a favor de los defensores ambientales y
me parece que son aportes muy necesarios para complementar la amplia
legislación de protección ambiental que tiene el país.
Usted afirmó en su
voto que el Acuerdo de Escazú permite que se aplique la inversión de la carga
de la prueba en contra del acusado y que esto viola el derecho de defensa como
aspecto del debido proceso ¿Por qué?
Hay una nota que dice
que se invierte la carga de la prueba y no excluye la materia penal y a mí me
parece que hay que hacer una mención expresa que la materia penal quede
excluida porque tenemos reglas en la Constitución, en los artículos 37 y 39,
que dice que toda persona se presume inocente hasta que no se pruebe su
culpabilidad, por lo que en materia penal la carga de la prueba la tiene el
Estado. Para que no generara una confusión en los operadores jurídicos, había
que, expresamente, excluir esa materia, porque es uno de los postulados más
importante de las democracias.
Hay una diferencia
absoluta entre la responsabilidad ambiental y la responsabilidad penal, una es
administrativa y la otra es penal, por eso me parece que la norma no puede ir
en genérico, debe excluir la materia penal expresamente para que no genere
confusión en el operador jurídico.
¿Por qué si, según lo
que usted explica, su criterio y el del Bloque Verde están en la misma línea,
se genera la desconfianza y el reclamo del grupo ambientalista?
La verdad no
entiendo, debe ser un problema de comunicación. A mí me hubiera gustado
poderlos atender en nuestra oficina, tener un diálogo con ellos, las puertas
están abiertas. Me parece que ha habido mucho ruido alrededor de este tema y yo
me vi envuelta en el medio de una situación en la que no quise estar, yo pongo
notas todo el tiempo y creo que soy víctima de las circunstancias del
enfrentamiento entre dos grupos que ni siquiera es conmigo el tema. Un problema
de comunicación.
Se ha hablado mucho,
y el Bloque lo menciona, sobre su candidatura a jueza de la CIDH ¿Cree que ese
tema también genere ruido, como usted menciona, o que sus actuaciones pasan por
un mayor escrutinio?
Más bien debería
preguntarle a ellos eso, porque no le podría decir. Lo que puedo decir es que
tengo un compromiso con los derechos humanos y una carrera de 34 años que
incluye la defensa de todos los derechos humanos, incluido la materia
ambiental.
Si se acercaran un
poco a mi oficina, me conocieran, me escucharan, podríamos resolver este
problema de comunicación. Yo los invito a un diálogo en mi oficina, franco y
directo sobre este y cualquier inquietud que tengan sobre mi línea de votación.
Soy un voto más en la Sala, no tengo el monopolio ni el poder y el tema está en
la Asamblea Legislativa.
El Acuerdo de Escazú
es el nombre común del Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la
Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en
América Latina y el Caribe. Este tratado internacional, firmado por 24 países y
ratificado por 12, entra en vigor este 22 de abril sin el país cuya ciudad le
dio nombre: Costa Rica. De hecho, este país centroamericano lideró el proceso
de negociación junto con Chile, que tampoco lo ratificó.
Costa Rica firmó el
Acuerdo de Escazú en setiembre de 2018. El tratado inició el trámite
legislativo en febrero de 2019 bajo el expediente N° 21.245. El 13 de febrero
de 2020 fue aprobado en primer debate gracias a una votación unánime por parte
de los diputados y fue enviado a consulta constitucional. En marzo, y según la
Resolución 06134-2020, la Sala Constitucional encontró un vicio de
procedimiento: no se le consultó al Poder Judicial.
La Magistrada Nancy
Hernández apoyó con su voto la resolución por voto de mayoría de la Sala
(Resolución Nº 06134 – 2020) del 24 de marzo de 2020; pero además adjuntó una
nota en la que hizo consideraciones de fondo, sobre acceso a la justicia en
asuntos ambientales, acceso a la información regulada, inversión de la carga de
la prueba y carga dinámica de la prueba y otros.