Dr. Fernando Cruz Castro Presidente del Poder Judicial de Costa Rica

Quiero brindar un cordial saludo a todas las personas que nos acompañan en esta importante actividad.

Un año más conmemoramos el día de la mujer, una jornada de reivindicación, pero también de celebración.

Es preciso recordar que la celebración de la fecha fue impulsada por las reivindicaciones en reclamo del derecho al voto de la mujer y por el trágico hecho que en 1911 enlutó los Estados Unidos, con la muerte de más de 120 mujeres trabajadoras de la industria textil, lo inspiró la lucha de las mujeres del siglo XX por la igualdad de derechos y oportunidades.

En 1909 se celebró por primera vez en los Estados Unidos lo que se llamó el “Woman´s Day”. La conmemoración se extendió a Europa, para luego en el año 1975 la asamblea general de la ONU declaró oficialmente el día 8 de marzo Día Internacional de la Mujer y desde entonces conmemoramos la lucha de la mujer por su participación en pro de la igualdad con el hombre, en la sociedad y su desarrollo íntegro como persona.

Ciento once años después de esa primera celebración, nos encontramos hoy aquí reunidos para rememorar las razones por las cuales conmemoramos este tan significativo día: Conmemoramos para resaltar la importancia del rol de la mujer en nuestro país. Conmemoramos para honrar la memoria histórica de todas aquellas mujeres conocidas o no, que lucharon para legarnos los derechos que hoy reconocemos. Conmemoramos para incentivar el apoyo de los hombres en aras de propiciar cambios de conducta basados en el respeto mutuo, la convivencia pacífica, la construcción de valores y la paz social. Conmemoramos para fomentar la creación de políticas públicas dirigidas a garantizar la inserción equilibrada de la mujer en igualdad de trato y condición sin ningún tipo de discriminación.

Nuestro país se ha caracterizado por contar con mujeres que han marcado la diferencia, firmes en sus convicciones han logrado que nuestro país hoy por hoy sea una nación no solamente con mayores garantías sino además que han promovido en la sociedad actual la permanencia en la lucha hacia el respeto de los derechos de las mujeres y la igualdad de género.

Gracias a su labor y no desistir en sus ideales, han conseguido que la Costa Rica actual sea un país más igualitario, con mayores oportunidades. Tal es el caso de Ángela Acuña Braun: primera mujer abogada del país y de Centroamérica, luchadora a favor del voto de las mujeres, su larga lucha dio frutos y en 1949 al fin alcanzó en Costa Rica el sufragio femenino.

Francisca Carrasco Jiménez: participó en una revuelta para acabar con el gobierno de Francisco Morazán. En 1856 se unió al ejercito que combatió la invasión de los filibusteros. Fue declarada heroína nacional.

Yadira Calvo Fajardo: ha dedicado su vida a defender en sus libros a las mujeres. Cuenta con un extraordinario manejo del lenguaje evidenciado en su obra ensayística comprometida en develar la discriminación de las mujeres, y por ser defensora incansable de los derechos de las mujeres. El día de hoy contamos con su valiosa participación en la presente actividad.

Elizabeth Odio Benito: fue la primera mujer admitida como profesora de la facultad de Derecho del país, es la única mujer que ocupa el cargo de jueza en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en noviembre del 2019 fue electa como presidenta de este tribunal.

Sin duda alguna nuestro país cuenta con mujeres excepcionales que de una u otra manera han marcado la historia de nuestro país.

La conmemoración del Día de la Mujer debe ser también un espacio para la reflexión. La igualdad de género no debe ser concebida solamente como un derecho humano, debe ser algo más: debe ser una convicción ideológica, una expresión cultural, una filosofía de vida. No puede haber democracia perfecta, ni sociedad justa sin la igualdad de género entre la mujer y el hombre.

Con pequeños y consistentes esfuerzos lograremos los grandes triunfos. Forjar una sociedad igualitaria que ofrezca las mismas oportunidades para mujeres y hombres en la cual prevalezca la igualdad, el respeto, la confianza, el progreso y la paz. No se trata de una lucha de la mujer contra el hombre, es una cruzada en la cual marchamos juntos, mujeres y hombres, en miras de un objetivo común para todos: una sociedad que no reconozca la palabra desigualdad.

Muchas gracias