Mag. Patricia Solano Castro Vicepresidenta, Corte Suprema de Justicia

Quiero brindar un cordial saludo a todas las personas que nos acompañan en esta ocasión tan importante.

No podemos seguir ignorando las opiniones de los expertos que nos advierten que nos encontramos en un momento crítico en la historia de nuestro planeta, estamos en un punto de inflexión el cual será definido por nuestras acciones ahora y determinará en gran medida las condiciones de vida futuras de la humanidad y las demás especies de organismos con los cuales compartimos este mundo.

Cada sociedad enfrenta múltiples desafíos, pero hoy quiero hablar como habitante del planeta (nuestro hogar) y enfocarme en el reto ambiental que enfrentamos. Las comodidades y avances tecnológicos que disfrutamos hoy día conllevan una huella ambiental, un impacto sobre el ambiente, del cual la mayoría de nosotros no tenemos presente o peor aún preferimos obviar, y esto es en gran parte la razón por la cual estamos al borde de una crisis ecológica sin precedentes.

Una de estas comodidades es el uso del plástico; es difícil imaginarse algún aspecto de nuestras vidas en la que no esté presente: lo utilizamos para empacar y transportar alimentos; se encuentra en los artefactos electrónicos tan comunes en nuestros hogares y lugares de trabajo; está en nuestra ropa e incluso en productos de higiene y belleza.

El plástico es un material resistente, liviano, moldeable y barato de producir; estas características han permitido que su uso se haya propagado en toda actividad industrial y comercial, en especial aquellas relacionadas con bienes de consumo. Nuestra sociedad, con su estilo de vida frenético y consumista, facilitó la aparición de los plásticos desechables o plásticos de un solo uso, aquellos cuya vida útil es efímera de unos solos segundos o minutos y termina con su primer uso. Ejemplos hay varios: agitadores de café, pajillas, bolsas plásticas, vajillas y cubiertos desechables, contenedores de comida.

El consumo desmedido de este tipo de material y su mala gestión como residuo está identificado como un factor contaminador del ambiente.

No podemos ignorar los estudios calificados que indican que el plástico como un derivado del petróleo tiene compuestos químicos que afectan la salud reproductiva, neurológica, inmunológica y de desarrollo, además por las características ya mencionadas puede permanecer mucho tiempo en el ambiente llegando incluso a irrumpir en las cadenas alimenticias del planeta y afectar los servicios ecosistémicos de los que todos dependemos.

Se estima que al menos 8 millones de toneladas de plástico llegan a los océanos anualmente y de seguir esta tendencia, para el 2050 habrá más plástico en los océanos que peces.

Debemos escuchar las voces calificadas que nos señalan que nuestro desarrollo como sociedad ha sobrepasado los límites naturales de nuestro planeta y ya tenemos el reloj en contra para enderezar nuestro rumbo y evitar la catástrofe ambiental a la cual nos dirigimos.

Por eso, es momento de actuar ya, y en este sentido el Poder Judicial ha dado importantes pasos para contribuir con un mejor ambiente.

En apego a la normativa nacional, cuenta con un Plan de Gestión Ambiental Institucional el cual contempla distintos aspectos para disminuir la huella ecológica de la organización.

Consecuentes con esta política ambiental, en el año 2017 se comprometió a apoyar la implementación de la Agenda 2030 y los ODS al firmar el “Pacto Nacional por el avance de los ODS en el marco de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de Costa Rica”.

El día de hoy, me es grato anunciar que el Poder Judicial ejecuta otra acción afirmativa al adherirse a la Estrategia Nacional para Sustitución de Plásticos de un Solo Uso. Esperamos que a partir de la participación en esta iniciativa se logre sensibilizar a la gran mayoría de las aproximadamente 12 400 personas que conforman la población judicial distribuidas en todo el territorio nacional, con el fin de que modifiquen sus hábitos de consumo y utilicen alternativas al plástico de un solo uso más amigables con el ambiente. Además, estas personas podrán servir como replicadores para sensibilizar sobre este tema en sus hogares y comunidades generando un efecto multiplicador que nos beneficia a todos.

Por otro lado, también se espera implementar acciones dirigidas a que las áreas de adquisiciones institucionales reduzcan y sustituyan en la medida de lo posible los plásticos de un solo uso disminuyendo la huella ecológica de la institución.

Para finalizar quisiera compartir esta frase de la científica Jane Goodall: “-No puedes pasar un solo día en la tierra sin tener un impacto en el mundo. Lo que haces marca una diferencia, y tienes que decidir qué tipo de diferencia quieres hacer.”

Muchas gracias