“Me siento muy orgulloso de mi trabajo” |
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Mauricio Castillo, custodio de la Sección de Cárceles y ganador del reconocimiento “Miguel Blanco Quirós” Al Buen Servidor/a Judicial 2019. | ||||
Mónica Chavarría Bianchini
Su carisma, amor por la institución y su trabajo se ven reflejados al hablar con Mauricio Castillo Guillén, quien labora como custodio de detenidos de la Sección de Cárceles del Primer Circuito Judicial de San José. Castillo recibió el pasado 22 de marzo, el reconocimiento “Miguel Blanco Quirós” Al Buen Servidor/a Judicial, en el acto solemne de la inauguración del Año Judicial. “Yo a cárceles le debo toda mi vida, tengo 28 años y medio de trabajar acá, tenía 19 años y estaba saliendo del colegio cuando ingresé, gracias a este trabajo compré mi casa, tengo un salario y conocí aquí a mi esposa”, mencionó Mauricio Castillo. Su esposa Ivonne Alfaro Quesada actualmente labora en el área administrativa de la Sección de Cárceles en Pavas, tienen un hijo de cuatro años Rashid y viven en Cartago. Sobre su trabajo afirmó que “es una escuela, desarrollamos identidad, la naturaleza del puesto conlleva a que uno valore todos los días a nivel de sociedad, el hacer las cosas bien, porque nosotros tratamos con quienes no se sujetaron a las normas establecidas y las consecuencias de esto, por eso es una de las principales enseñanzas”. “Todos los días ingresas a alguien en una celda o en un centro penal, a quien se le despedaza y se le trunca la vida, los sueños, con o sin razón, con o sin culpabilidad, cualquier cantidad de detenidos posiblemente se arrepienten de lo que hicieron, solo el hecho de estar atrás de los barrotes les cercena sus proyectos, esto me ha enseñado a valorar más la vida”, indicó. Según el ganador del reconocimiento al “Buen Servidor Judicial” en su trabajo es muy importante la aplicación de valores y principios para aportar a la sociedad. Al consultarle cuales han sido sus experiencias más difíciles en estos años laborales aseguró que algunos momentos donde ha custodiado personas y ver la indiferencia de éstas ante el delito cometido y el dolor de las víctimas. “Tenemos que crear barreras emocionales”, señaló. Lo marcó el homicidio de un compañero de la sección, Fernando Calvo Monge, quien murió por defender a una pareja de un asalto en el sector de Zapote, hecho que ocurrió en febrero del 2011.
A sus compañeros, especialmente a los de nuevo ingreso les recomienda “que se entreguen, que se identifiquen con la función, y crean que son excelentes profesionales, que hay una imagen que respetar, la de OIJ y Poder Judicial, a los muchachos y muchachas nuevas les digo, siéntanse orgullosos haciendo lo mejor posible en el trabajo, haciéndolo con integridad”. Recordó con gran cariño y lágrimas en sus ojos el momento en el cual ingresó a laborar a la institución el 14 de agosto de 1990, tras la muerte de su padre Mauro Castillo Mayorga, quien laboraba en la institución como guarda de servicios generales justo en el mes que se pensionaba y él tuvo que hacerle frente a su hogar, para ayudar a su madre y su hermana menor. “Tenía que llevar el sustento a casa”. Sobre el reconocimiento afirmó que representa un compromiso “no solo para mí, sino para toda la sección, esta es una oportunidad para que las personas conozcan nuestro trabajo, el cual no lo realiza nadie más en el país, buscamos profesionalizarnos aún más. Con este premio alzamos la voz y decimos aquí estamos, queremos hacer cada vez mejor las cosas y elevar el estándar de calidad”. Con su experiencia de tres décadas laborales, Castillo Guillen es facilitador en la Escuela Judicial y participó en el diseño del curso básico para el personal de custodia en el 2011. Adicionalmente colaboró cuando se implementó “La hoja de inducción para el personal de custodia de primer ingreso”, práctica por la cual la Unidad de Celdas ganó el concurso de Buenas Prácticas en el año 2017 del Consejo Superior de la Corte Suprema de Justicia. Javier Ulate Carrillo, jefe de la Sección de Cárceles de San José resaltó que es fundamental este tipo de reconocimientos, especialmente cuando se quiere compartir con el resto de los compañeros y las compañeras. “Son actitudes que se convierten en un ejemplo a seguir, tenemos más de 130 muchachos y muchachas, y buscamos reforzar los valores positivos, como jefatura siento que es un reconocimiento muy valioso”. – |