Teresita Arana Cabalceta
Comunicadora

Dr. Carlos Adolfo Picado Vargas recibió el premio “Ulises Odio Santos”.

“Amo los libros. Los ajenos, los compartidos y los míos. Leer y escribir es una profesión de amor…”, describe de manera orgullosa el juez agrario Dr. Carlos Adolfo Picado Vargas, en su última publicación “Reforma Procesal Civil Práctica”.

Su pasión por la lectura y la escritura lo han llevado a ser autor de más de 50 libros en derecho procesal, civil, agrario y contencioso administrativo, obras que han sido publicadas en países como: Perú, España, México, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Brasil y Costa Rica.

Estos grandes aportes a la vida jurídica costarricense, fueron reconocidos por los magistrados y magistradas de la Corte Suprema de Justicia, al otorgarle este año el Premio “Ulises Odio Santos”.

“Escribir es una profesión, para poder escribir hay que leer. Entre más personas escribamos, más alcanzamos la ciencia en Costa Rica. Quiero dejar mi granito de arena”, señaló el juez Picado.

Dentro de sus obras destacan: Derecho Agrario del Futuro, Medidas Cautelares en Procesos Comerciales, Debido Proceso: civil-laboral-agrario, Interdictos en materia civil y agraria -en coautoría, Compendio de Jurisprudencia Agraria, Manual de los Recursos Procesales, Lecciones de Derecho Procesal Civil -en coautoría con Adolfo Alvarado Velloso, Código Procesal Civil Comentado, Ley de Jurisdicción Agraria Comentada, Código Agrario, La Imparcialidad del Juez, La Oralidad en los Procesos -en coautoría-, Recurso de Casación, Código Civil Comentado y Explicado, Diccionario de Derecho, La Sanción al Abuso Procesal, el Derecho Procesal del Siglo XX -en coautoría-, Manual de Medidas Cautelares, Técnicas & Estrategia Procesal: Cómo litigar, Lecciones de Derecho Procesal; entre otras.

En los últimos años se destacó por la publicación de varias obras entre ellas el “Manual de los Procesos Laborales con la Reforma Procesal Laboral”, realizado con la magistrada Julia Varela Araya y el Dr. Sergio Artavia; así como la “Ampliación de Pretensiones en el Proceso Contencioso Administrativo”, “Reforma Procesal Civil Práctica”, el “Código Procesal Agrario Concordado” y el “Manual del Código Procesal Agrario para Personas Técnicas Judiciales”.

Juez agrario Dr. Picado Vargas.

“Me siento sumamente honrado y agradecido por el privilegio que la institución me da, tomo este reconocimiento con mucha humildad y con un compromiso de seguir escribiendo y tratando de aportar mi granito de arena a la cultura jurídica”, con estas palabras y una clara satisfacción, recibe este juez de la República, el premio “Ulises Odio Santos”.

En el año 2007, el Dr. Picado Vargas recibió el premio “Alberto Brenes Córdoba”, que otorga el Colegio de Abogados y Abogadas de Costa Rica, a la mejor obra jurídica del año. Actualmente es Director de la “Revista Costarricense de Derecho Procesal”, donde también publica artículos sobre derecho procesal y donde se promociona la doctrina de jóvenes valores.

El juez Carlos Picado realizó sus estudios en el Colegio María Inmaculada de Moravia y el Colegio México en Aranjuez. Es graduado de la carrera de Derecho en la Universidad de Costa Rica con Especialidad en Derecho Agrario Ambiental. Es Doctor en Derecho Procesal Civil de la Universidad Escuela Libre de Derecho, Magister y Doctor en Derecho Procesal por la Universidad Nacional de Rosario en Argentina y actualmente es profesor de la Universidad de Costa Rica y de la Escuela Libre de Derecho.

Reside en Coronado y comenta que su mayor tesoro son su hija y sus padres, y con mucho orgullo señala que fueron ellos, quienes le inculcaron el amor por la lectura. “Amo mi familia, paso mucho tiempo con ellos, todos mis libros se los dedico a mis padres y a mi hija”, indicó el juez.

Su amor por la escritura la desarrolló luego de realizar su tesis sobre proceso agrario, “… me gustó tanto escribir mi tesis, que fue ahí donde empecé a escribir”, puntualizó.

Dentro de su trayectoria por el Poder Judicial este juez se inició como Defensor Público agrario en Guápiles donde se desempeñó en las materias agraria y penal, experiencia que recuerda con gran cariño, pues fue ahí donde tuvo su primer encuentro en el trabajo con agricultores de esa zona de escasos recursos. También laboró como juez agrario en Limón, fue juez civil y desde el año 2007 se desempeña como juez del Tribunal Agrario en el Segundo Circuito Judicial, en Goicoechea; despacho que considera como un “tribunal de lujo”, y en el que cuenta con compañeros y amigos de muchos años, de los cuales ha aprendido mucho.

En sus años de experiencia como juez agrario en la institución, describió una situación que lo marcó en vida laboral, como fue una lección de respeto y urbanidad de un campesino quien luego de participar de una audiencia agraria de muchas horas en las montañas de Tobosi de Cartago; se esperó hasta el final para pedir permiso para ir al baño, pese a que otras personas habían ido con anterioridad.

“Quedé impávido y reflexioné que para dar una lección de humildad, respeto, urbanidad como la que nos dio este campesino, no se necesitan títulos universitarios, altos cargos o pertenecer a bufetes de alto abolengo. Trato de recordar siempre esta lección de valores para mantener los pies en la tierra y tener presente que estamos en esta institución para servir y no ser servidos.”; recordó el juez Picado Vargas.