Un mundo superconectado
La conexión a internet de las cosas está siendo impulsada desde diferentes flancos, y ya esta entre nosotros de formas muy sutiles
Foto con fines ilustrativos.

César González
Periodista y gestor de redes sociales

Es normal en estos momentos levantarnos de la cama, estirarnos, alistar la ropa deportiva y ponernos un reloj inteligente conectado a Internet que lleva la información de nuestra velocidad, ubicación y rimo cardiaco.

También se conectan a internet nuestros teléfonos celulares (verdaderas computadoras de bolsillo), las radios de nuestros automóviles, las cámaras de videovigilancia, cámaras fotográficas, e incluso algunos dispositivos más difíciles de ver, como algunos modelos de zapatillas deportivas, o de anteojos.

Vi unos videos recientemente, en donde parlantes inteligentes conectados a internet hacen las veces de asistente virtual, y le dicen a las personas usuarias cuál es su agenda para hoy, qué recordatorios tiene, quién cumple años entre sus contactos, e incluso son capaces de llamar un taxi o pedir comida express para sus dueños.

También vi algunos videos de automóviles eléctricos que interactúan con aplicaciones para celular, lo cual le permite al dueño saber el nivel d carga, la autonomía, hasta dónde podrá llegar con la carga actual, encender el carro, abrir sus puertas o encender el aire acondicionado. También permiten realizar llamadas automáticas de asistencia cuando se detecta un fallo en el vehículo.

Si a eso le sumamos los televisores, relojes, tennis, anteojos refrigeradores, asistentes personales, y otros muchos dispositivos que ya se consiguen en el mercado, nos percatamos de la sutil pero intensiva manera en como el Internet está volviéndose una necesidad cada vez mayor en nuestro entorno.

Para alimentar esa necesidad, empresas como Facebook invierten el el desarrollo de aviones solares no tripulados con la capacidad de permanecer meses en el aire, con el fin de que estos se conviertan en los puntos de acceso a Internet de regiones remotas del planeta. Internet será omnipresente en un futuro cercano, y todo, desde la puerta de la casa hasta nuestra joyería, podría sacar provecho de eso.

El verdadero reto para las empresas de telecomunicaciones está en mantener una red que pueda soportar la innumerable cantidad de conexiones que se avecinan, ya sea por medios físicos o por medio de internet inalámbrica.

El ancho de banda tanto para internet residencial como para conexión vía teléfono irá en aumento de manera exponencial, así como la capacidad de transmisión de datos de los módems y routers.

Con tanta posibilidad de conexión, ¿Estaremos ante el nacimiento de un nuevo tipo de brecha digital? ¿Está usted listo para vivir en el mundo superconectado?

Lic. Sergio Bonilla Bastos
Licda. Andrea Marín Mena
Licda. Teresita Arana Cabalceta
Licda. Melania Chacón Chaves
Licda. Sandra Castro Mora
Lic. César González Granados
Licda. Mónica Chavarría Bianchini
Montaje: Licda. Karen Quirós Fumero
Diseño Gráfico: Iván Pacheco León

Poder Judicial de la República de Costa Rica, ® Derechos Reservados 2018