ÒConversaci—n
entre poderes debe ser transparenteÓ
Luis Guillermo Rivas,
magistrado de la Sala I:
Fiestas, fotograf’as y encuentros pusieron en evidencia
una relaci—n muy cercana entre magistrados y diputados. ÀC—mo delimitar el
v’nculo entre ambos poderes de la Repœblica? Desde ya la Corte Plena trabaja en
ello.
Para tal fin avanza en un programa de Òmedidas urgentes de
Reforma al Poder JudicialÓ y uno de los aspectos esenciales es establecer un
protocolo de conducta para los funcionarios judiciales, as’ como reformar el
sistema de nombramiento de los altos jueces.
Luis Guillermo Rivas, magistrado presidente de la Sala I,
coordina la elaboraci—n de una reforma parcial para el sistema de designaci—n
de los magistrados, as’ como un nuevo protocolo.
Rivas comparti— con DIARIO EXTRA c—mo avanza esta
propuesta de modificaci—n y en general de la situaci—n tan compleja que
enfrenta el Poder Judicial con los cuestionamientos que lo salpican por casos
como Cementazo.
ÀCu‡l es el estatus actual del Poder Judicial
y la Corte?
-La coyuntura actual es preocupante, es dif’cil, merece
ponerle atenci—n por parte de todo el pa’s, internamente tambiŽn por los
magistrados y por todos los que constituimos el Poder Judicial. Lo cierto es
que esa llamada de atenci—n por algunas conductas que se atribuyen a algunos
magistrados, desde luego que cre— una situaci—n que hab’a que analizar y habr’a
que cambiar y hacer propuestas, porque el rumbo o las se–ales que se estaban
percibiendo con esos comportamientos no eran los correctos y en ese sentido se
disparan todas esas advertencias. Por dicha hay una iniciativa del magistrado
Paul Rueda, aunque se conversa entre todos quŽ vamos a hacer, quŽ va a suceder
con esto, se hace una propuesta para que en diferentes temas puntuales se hagan
planteamientos que los corrijan.
ÀEs una crisis?
-S’, es posible que s’ la entendamos como una crisis en el
sentido que hay cuestionamientos muy puntuales a magistrados y comportamientos
de magistrados que la opini—n pœblica los vio como comportamientos que no
correspond’an. El magistrado tiene que ser independiente, mantener una
distancia y se ve de acuerdo con lo que se publica que existe alguna relaci—n,
alguna comunicaci—n, que no parece conveniente ni adecuada de algunos
magistrados y algunos miembros de los supremos poderes.
ÀCu‡l fue el punto en que se extralimit— la
relaci—n entre magistrados y diputados?
-Hay un punto a partir del cual hay una mayor cercan’a en
algunos magistrados con otros miembros de otros poderes, concretamente con la
Asamblea Legislativa. Parece que s’ se dio esa mayor cercan’a, esa mayor
amistad, si ven’a desde antes o se evidenci— -como dice usted-, pero s’ es
cierto que existe un nuevo comportamiento, una nueva forma de conducirse, que
podr’a ser correcta si tiene l’mites; es decir, entre los poderes tiene que
existir una comunicaci—n con el Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Somos parte
del mismo Estado y los tres pretendemos realizar el bien comœn, cada uno en su
funci—n, el Poder Ejecutivo realizando la administraci—n directa, el Poder
Legislativo haciendo las leyes para enfrentar las necesidades que se presentan
y que necesitan tener alguna regulaci—n, y el Poder Judicial definitivamente
tambiŽn restableciendo el orden, obligando a cubrir los contratos. Dentro de la
divisi—n de poderes debemos tener separaci—n para poder controlarnos entre los
tres, ese es el dibujo que hacen los que piensan. Los que pensaron en esto
dijeron dividamos este poder porque el poder en uno solo no es conveniente, hay
que dividirlo para que se controlen entre ustedes y que uno solo no tenga todo
el poder, entonces divid‡moslo.
ÀSon inaceptables las fiestas en comœn?
-El Poder Judicial tiene funciones del Contencioso
Administrativo, la Constitucional tiene control sobre los otros poderes, hay
necesidad definitivamente porque todos los poderes tienen que estar alineados.
Esa separaci—n es necesaria, es indispensable. Cuando tenemos almuerzos,
celebraciones, fiestas en donde tenemos grupos comunes dentro de los poderes,
entonces eso diluye las posibilidades de control porque esos lazos hacen crecer
y hacen disminuir las posibilidades de control.
ÀCu‡l fue su percepci—n de estos
comportamientos?
-A lo interno no exist’a una conciencia completa de que
eso se estuviera dando. S’ hab’a un conocimiento de que se estaban dando estas
conversaciones y tambiŽn exist’a un conocimiento de que hab’a una comunicaci—n
entre diputados y magistrados, pero no exist’a una completa conciencia de cu‡l
era la intenci—n. Como magistrado me ha correspondido impulsar seis o siete
proyectos de ley, que se convirtieron algunos en leyes, entonces uno tendr’a
que conversar con diputados para interesarlos en ese proyecto. Desde la Ley de
Firma Digital hasta el C—digo Procesal. Ese tipo de conversaci—n es buena,
positiva.
ÀQuŽ han valorado en este proceso?
-Es interesant’simo lo que est‡ pasando en el Poder
Judicial porque lo que se quiere es corregir vicios, es hacer mejor lo que se
hizo. Lo que est‡ viviendo el Poder Judicial es una cosa interesante y ojal‡
llegue a un buen resultado porque eso es lo que se pretende, sobre todo esta
reconformaci—n tiene su atractivo. Lo razonable es no hacer un proyecto que sea
tan dr‡stico, por eso estamos oyendo a todos, a Alex Sol’s porque ya tiene un
proyecto de cambio constitucional. TambiŽn vamos a o’r a Francisco Barahona.
Esta reforma del Poder Judicial tiene una base constitucional, no lo estamos
haciendo de forma un’voca, solo el Poder Judicial; entendemos que el Poder
Judicial es parte del Estado, hemos hablado con polit—logos, lleg— Pablo
Barahona, a quien le interesan estos temas, lleg— Jaime Ordo–ez, hablamos con
la Defensor’a de los Habitantes, pero no hemos logrado agendar la reuni—n.
Ellos hab’an enviado a la Asamblea Legislativa unos protocolos de c—mo hacer la
escogencia de los magistrados. TambiŽn ten’a ese protocolo la Asociaci—n de
Juezas, entonces hablamos con su presidenta para que redact‡ramos con la
colaboraci—n de ellos un documento que pudiera ser una recomendaci—n, que sea
ya de aplicaci—n inmediata. TambiŽn hablamos con la secretaria de GŽnero,
Jeannethe Arias, entonces ellos dejaron tambiŽn la necesidad de que de alguna
manera se legislara para que hubiera paridad de sexos en la escogencia.
ÀC—mo agilizar‡ un cambio en la elecci—n de
magistrados? Para ello se requiere una reforma constitucional.
-La idea es tenerlo por fases, hacerlo por etapas. Hay
cosas que se pueden hacer ya y a largo plazo. Las reformas constitucionales
tendr‡n un tr‡mite m‡s lento por la seriedad que tienen, pero tambiŽn hay
cambios legislativos y sugerencias de protocolos, incluso para la propia
condici—n de nombramientos. Estamos en una segunda etapa despuŽs de escuchar a
todas las personas que le indiquŽ, vamos a visitar la comisi—n de
nombramientos, estamos tramitando la audiencia, aunque vayan de salida, y a los
diputados que han tenido interŽs en este asunto tambiŽn les estamos pidiendo
audiencia porque queremos o’rlos y compartir con ellos. En estas situaciones
todos los interesados tienen que participar.
ÀEste protocolo se aplicar’a a aspirantes y
magistrados, en el sentido que se establezca que no deber’an incidir o bloquear
nombramientos?
-Ese protocolo es una sugerencia de menor rango, que no
tiene la misma fuerza de una ley o una constituci—n, sin embargo ya es un
camino. La ley lo que tiene es una norma que se puede imponer por la fuerza,
pero todos tenemos que manejarnos con reglas, entonces debemos tener una
contenci—n y necesidad de interpretaciones. Esos son protocolos que nos est‡n
dando. Los resultados, los productos, como llaman ahora, tienen que ser por
fases porque hay cosas urgentes que se pueden hacer y hay otras que requieren
m‡s tiempo. TambiŽn hay una propuesta de protocolo de conducta, hay normas
donde expresamente se elimina la comunicaci—n o el lobby o influencia, ya est‡
contemplado en ese documento. Esta conversaci—n entre poderes es necesaria, hay
que hacerlo de forma transparente para que no se desv’en, para que no se vaya a
acordar cosas que no sean buenas.
ÀQuŽ opina de la cantidad de magistrados?
-En este momento la Corte Suprema de Justicia tiene
labores jurisdiccionales. Por ejemplo, la Sala Primera no tiene la capacidad
para resolver todos los asuntos que llegan, los cinco magistrados tienen que
conocer asuntos de Contencioso Administrativo, tienen que conocer asuntos
civiles, mercantiles, agrarios. Tenemos un atraso importante porque cinco no
pueden conocer 1.700 asuntos que llegan al a–o.
Critican el nombramiento de un magistrado m‡s
en la Sala que usted preside.
-Era necesario hacer ese nombramiento porque la meta del
a–o era llegar a 350 casos, ten’amos 150 por ah’ de octubre y parec’a que no
’bamos a llegar, por dicha quedamos bien. Pero hay una norma que permite que
eso lo podamos hacer para enfrentar esos atascos. Es cierto que hab’a
enfermedades, vacaciones que hab’an enlentecido esa decisi—n, pero hay una
norma que nos permite que eso s’ lo podamos hacer. Es cierto que como est‡
ahora la estructura del Poder Judicial, la Corte Suprema de Justicia es el
vŽrtice de esa pir‡mide adonde llegan de todos esos asuntos y en la œltima
revisi—n jurisdiccional con esta estructura, con el nœmero de personas que hay
apenas se sale.
ÀC—mo se debe retomar la relaci—n de
magistrados con los dem‡s ciudadanos?
-El magistrado y el juez tienen que ser hombres de su
lugar, tienen que conocer su sociedad, desde luego que deben tener contacto con
la gente para entender por d—nde va, hacia d—nde camina la sociedad. Por
ejemplo, hay cuestionamientos de si el juez puede recibir a las partes o no las
recibe, si tiene prohibici—n para o’r a las partes para que no sea influido,
Àentonces c—mo resuelve si no oye? En esta reforma necesitamos o’r quŽ cosas
malas se hicieron, hay que o’rlo, sintetizarlo y sacar lo m‡s viable; hay que
tener algœn tamiz porque todos tenemos una opini—n y es una cuesti—n
especializada.