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Sucesos
Justicia pide prórroga para poder reubicar a reclusos de mínima y mediana seguridad
El ámbito B de la cárcel La Reforma está a punto de derrumbarse. Las paredes están agrietadas y, en algunos casos, tienen grandes huecos que permiten ver lo que pasa en su interior.
Los baños son insalubres. El paso de los años provocó que las divisiones que había entre cada ducha, desaparecieran, por lo que todos ven qué hace el compañero de al lado. No hay privacidad.
El ámbito B de La Reforma está que se cae a pedazos. El director de Adaptación Social, Mariano Barrantes, habla con los presidiarios. Foto: Rafael Pacheco
El agua está empozada y el olor a desechos fecales inunda todos los dormitorios.
La luz natural y la entrada de aire son casi inexistentes, por eso el calor es insorportable y se empeora por el hacinamiento que hay.
3.004: La cantidad total de privados de libertad que hay en La Reforma actualmente.
Ese ámbito, que mantiene presos de mínima y mediana seguridad, tiene una capacidad real de 504 reclusos, pero, al 21 de noviembre, había 614, según confirmó el Ministerio de Justicia y Paz.
Por las malas condiciones y por el hacimiento es que el juez de Ejecución de la Pena de Alajuela, Juan Carlos Alvarado Miranda, ordenó "proceder con el desalojo y demolición del ámbito B de La Reforma".
El ámbito B de La Reforma está que se cae a pedazos. Foto: Rafael Pacheco
Así se dictó en la resolución N° 2250-2017 del 7 de junio del 2017, en la cual le da a Justicia un plazo de seis meses para cumplir con lo dispuesto. Es decir, para este diciembre debería estar vacío y derribado.
"Se ordena declarar inhabitables los módulos del informe de vulnerabilidad estructural e iniciar el proceso de desalojo inmediato de la población penal de dicho ámbito.
2.295: La capacidad máxima de reclusos que puede albergar La Reforma.
"Se ordenó a la señora ministra de Justicia (Cecilia Sánchez), al director de Adaptación Social (Luis Mariano Barrantes) elaborar un plan de contingencia, los planos constructivos y recursos presupuestarios correspondientes", puntualizó Alvarado.
Las autoridades del Ministerio le solicitaron una prórroga al juzgador, mientras que los reos aseguraron que esta decisión, pese a ser buena podría complicar más las cosas.
709: La cantidad de personas que hay de más en La Reforma.
Esta orden se suma a la que dictó el juez de Ejecución de la Pena, Roy Murillo, el 20 de julio del 2016, mediante la cual ordenó el desalojo total de la cárcel de San Sebastián, en San José, por considerarla una "jaula humana".
Reos aseguran sentirse como en una "ratonera". Foto: Rafael Pacheco
En primera instancia, tienen hasta enero del 2018 para cumplir con esa orden. No obstante, el cierre de otras cárceles, aunado a los nuevos ingresos que se hacen todas las semanas, dificultan el acatamiento.
De momento, Justicia pidió al juez reconsiderar el cierre total y solicita que le permita usar las instalaciones con el compromiso de mantenerlas por debajo de su capacidad máxima, que son 556 presos.
Actualmente hay más de 100 privados de libertad de más en ese ámbito de La Reforma. Entre los reos, hay gatos. Foto: Rafael Pacheco
Justicia: 'No es tan caótico'
Las autoridades penitenciarias están conscientes de que la situación en el ámbito B es complicada, pero no tanto como para que sea necesario demolerlo.
Mariano Barrantes, director de Adaptación Social, explicó que desde el 21 de julio pidieron al juez una prórroga de unos cuatro meses para bajar la población penal del ámbito a su capacidad máxima. También, solicitaron reconsiderar el desalojo total y la demolición.
A noviembre, no habían recibido respuesta, por lo que volvieron a enviar el documento.
Los baños del ámbito B son insalubres. Foto: Rafael Pacheco
Para Barrantes, la disposición del Juzgado perjudica al ya colapsado sistema penitenciario, puesto lo obliga a replantear muchas ubicaciones. Además, como hay privados de mediana seguridad, se debe analizar "bastante bien" dónde se van a colocar.
Una de las opciones es mover a estos reclusos al módulo D de La Reforma, el cual fue habilitado desde junio para darle contención a indiciados (personas que esperan juicio).
Entre tanto, los que están en el ámbito D pasarían a los arcos modulares, también de La Reforma, cuya construcción tiene un avance de 60%.
Justicia prevé que esté listo para el primer semestre del 2018, luego de que la empresa constructora Mavacon dejara abandonada la obra en febrero del 2016.
El ámbito está conformado por cuatro dormitorios. Todos deben ser desalojados. Foto: Rafael Pacheco
También consideran la posibilidad de hacer traslados a las Unidades de Atención Integral (UAI) de La Reforma, de Pérez Zeledón y de Pococí.
Otra opción es promover las reubicaciones a régimenes semiabiertos; es decir, darles una libertad bajo ciertas condiciones.
"Todas estas reubicaciones significan un esfuerzo de las autoridades penitenciarias, quienes se tienen que avocar a garantizar la integridad física de los privados de libertad.
"Pero nada de esto está en pie, son solo opciones que estamos barajando para paliar el problema y lograr cumplir un poco esta orden judicial", apuntó Barrantes.
En el ámbito B, algunos reos no tienen cama ni cobijas. Foto: Rafael Pacheco
¿Quiénes están en el módulo?
Recluso: 'Nuestro futuro es incierto'
La orden de desalojo y demolición del ámbito B de La Reforma trae, en un primer momento, un respiro para los presos que allí se ubican.
Pero, de inmediato, les entra una zozobra porque no saben qué será de ellos cuando los reubiquen.
Así lo confirmó Ernesto Hamilton Hamilton, de 49 años, quien está preso en ese ámbito desde hace tres años. Él debe descontar una sentencia de 10 años por robo agravado.
Ernesto Hamilton lleva tres años encarcelado en el ámbito B de La Reforma. Foto: Rafael Pacheco
"Nuestro futuro es incierto. Para este momento, nosotros conocemos de la orden judicial, pero no sabemos adónde nos van a mandar o cuál será el criterio que tendrán para movernos", indicó Hamilton, quien se autodenominó el representante del módulo B-4.
Mientras que Alexánder Castro, otro recluso del ámbito B, es un poco más optmista. Él consideró que esta orden judicial podría ser la solución para ellos.
"Aquí todo es una lucha hasta para ir al doctor, al baño y hasta para poder comer. Hay momentos en los que no hay nada que hacer y la tensión crece muchísimo.
"Entonces, cuando escuchamos que nos van a sacar de aquí, sentimos un respiro. Fue como entender que hay una oportunidad de salir de esta ratonera", concluyó.