Personajes del 2017: Emilia Navas, la fuerza que estremece al poder
De pocas palabras y contundentes
acciones, así es la mujer encargada de poner orden en un convulso Ministerio
Público.
Por: Mercedes Agüero Hace
1 día
De respuestas cortas –o no respuestas–, de gestos casi imperceptibles,
reservada, creyente, ejecutiva y casi fanática de su trabajo. Esta es la
constante de Emilia María Navas Aparicio, la fiscala general interina, la mujer
de mano dura que el 3 de noviembre despertó a los costarricenses con el arresto
de un empresario y seis altos ejecutivos bancarios vinculados con presuntos
actos de corrupción.
Hasta ese día poco se sabía de ella, pero lo cierto es que esta máster
en Administración de Justicia, no es ninguna novata. Tiene casi tres décadas de
carrera judicial y desde que llegó al Ministerio Público, a modo de salvavidas
en una de las peores crisis de la entidad, ‘tomó al toro por los cuernos’, como
dirían en España, la tierra natal de su madre.
En mes y medio, abrió seis causas penales en la Fiscalía General; ordenó
la reapertura de dos expedientes ya desestimados (uno involucra al exmandatario Óscar Arias y otro al expresidente
peruano Alejandro Toledo), tiene en estudio otras seis denuncias para
determinar si se reabren o no y le puso el acelerador acuatro
causas penales cuyas investigaciones no mostraban avances.
Para Navas esto no es más que cumplir su deber. Si por ella fuera, el
espacio concedido a este medio el 7 de noviembre lo dedicaría solo a hablar de
asuntos laborales. “Creí que la entrevista era más institucional”, dice,
acongojada, al preguntarle qué fue lo último que leyó. “Me gusta el perfil
bajo, soy tímida y creo que la gente está pendiente de mi trabajo; no de quién
es o ha sido Emilia Navas”, aclara.
Luego de algunos intercambios sobre el contexto de la conversación
termina dando, a cuenta gotas, algunos detalles de su vida. Recién terminó de
leer El Cofre de Constantino, un libro de historia, y ahora se encamina a abrir
las páginas de Palabra de Primera Dama, de Michelle Obama,
uno de los personajes que más la inspiran en este momento.
“He venido leyendo mucho sobre ella porque aprovechó su cargo de primera
dama para hablarle a las mujeres, a las niñas y adolescentes para que aprendan
avalorarse y para que estudien. Cuando uno ocupa puestos de jefatura
importantes, además de hacer su trabajo, uno debe ocuparlos para ser un
referente. Ella lo fue y lo sigue siendo”, reflexiona. ¿Le gustaría ser un
referente? “Sí, por supuesto”, responde sin titubear. “Lo importante es ocupar
cargos, no por género, sino por cualidades y destrezas. No se trata de hombres
o mujeres, sino de igualdad de oportunidades”, agrega.
Cuando uno ocupa
puestos de jefatura importantes, además de hacer su trabajo, uno debe ocuparlos
para ser un referente.
El Ministerio Público ha estado carente de esa equidad. Desde su
creación ha habido ocho fiscales generales hombres y las mujeres apenas han
ocupado interinamente el puesto de fiscal general subrogante. Así que podríamos
estar al frente de la primera fiscala general de la República.
Ella ha venido ganando respeto y admiración con su trabajo. Además, el
terreno está fértil pues el fiscalgeneral Jorge
Chavarría ya se jubiló. “Hay que ver que desenlace tiene toda la situación
crítica en que está inmerso el Ministerio Público”, dice y, de inmediato,
agrega que no ha pensado en ello porque tiene demasiado trabajo con los casos.
Pero, ¿le gustaría? Sí. Le gustaría que una mujer con capacidad, destrezas y
habilidades ocupe el cargo de fiscala general. Asegura que hay un grupo muy
importante de mujeres con capacidad para liderar la entidad.
Lo importante es
tomar decisiones con probidad, objetividad y apegadas a la ley
La intención de convertirse en jefa del Ministerio Público no es nueva
en Navas. Lo intentó en el 2010 cuando la plaza quedó vacante luego de la
salida de Francisco Dall’Anese. En aquel momento los
magistrados no la respaldaron y escogieron a Jorge Chavarría Guzmán, el mismo
que la Corte Plena suspendió, el 13 de octubre, mientras se le investigaba por
la forma en que la Fiscalía General solicitó a la Sala Tercera desestimar una
investigación contra dos diputados involucrados con el caso del cemento
chino.
Un divorcio no válido
La entrega al trabajo, dice Navas, es herencia de su padre, el médico
Hugo Navas Herrera. Él también le inculcó valores como la nobleza, humildad el
compromiso y la lucha.
La alegría, en cambio, viene de los genes maternos. Esos los aportó
María del Pilar Aparicio, la madridista que se enamoró del doctor Navas y cruzó
el océano Atlántico guiada por el corazón. “Ella vino, se enamoró de Costa Rica
y ama este país”, cuenta la fiscala, quien de la mano de su madre, se hizo fan
de la empanada gallega y devota de la Virgen del Pilar, cuya imagen suele
llevar colgada en el pecho.
De sus padres también viene el valor que le da a la familia. Es madre de
dos hijos. Su familia es su felicidad, dice, y nada la hace más sentir mejor
que verla unida y con trabajo. Esto también explica porque aunque aparece
divorciada desde el 2010, ella no le da ninguna validez a ese trámite.
“Soy creyente, tengo 33 años de vivir con mi esposo y esperoque sean muchos más”, responde al consultarle si se
volvería a casar. La pregunta la incómoda, pero ella quiere dejar el asunto
claro: “Sí, estoy divorciada, pero Francisco ha sido, es y espero siga siendo
mi esposo”.
Ese lazo que en lo personal le resulta indisoluble, toma otra forma en
el ámbito profesional. Mientras Navas investiga hechos de corrupción, Francisco
Campos defiende, en ocasiones, a quienes se les acusa de cometer tales delitos.
Para Navas aquí no hay conflicto de pormedio, sino
mucho respeto del uno por el trabajo del otro.
“Yo conociendo la ley sé que en un debido proceso son importantes los
derechos de las personas imputadas y uno es tener defensa técnica”,explica.
De asuntos un poco más espinosos, como la desintegración familiar,
prefiere no hablar. “Pasemos a la próxima” dice cómo si setratara
de un examen. La próxima tampoco tuvo respuesta. ¿En qué medida podría estar
afectando a la sociedad la liberación o la emancipación de género? ¿La libertad
de la sexualidad que se discute hoy? Navas aduce que son asuntos tratados en
varios casos en el Ministerio Público y no quiere dar criterio personal.
En política no ha participado y tampoco tiene amigos políticos, solo
‘conocidos’, los cuales nunca la han llamado para pedirle un favor o que
interceda en algún caso. Cree que la gente simplemente no se atreve porque
saben que es una mujer proba, actúa apegada a la ley y jamás se dejaría
presionar por nada ni nadie.
No obstante, para la fiscala la política, es “necesaria a la hora del
manejo del gobierno”. Y de la actual división de poderes en nuestro país ¿cuál
es su criterio? “Es la correcta. Lo importante es que quienes ocupen los cargos
de los tres poderes actúen apegados a la ley y con probidad”.
Investigar, su pasión
Navas se declara apasionada de la criminalística. Esa pasión por las
investigaciones explica el ahínco con que asumió el sonado caso del cemento
chino desde que entró a la Fiscalía General, el 13 de octubre. Su trabajo es
como de hormigas: fuerte, constante y discreto.
Dos días antes de que el empresario Juan Carlos Bolaños y parte de la cúpula
gerencial del Banco de Costa Rica fueran detenidos, la fiscala y su equipo,
afinaban el guión de las horas previas a los allanamientos. La meticulosa
planificación pasaba por coordinar seguimientos y detenciones con el Organismo
de Investigación Judicial, recolección y análisis de pruebas, así como los
interrogatorios.
La titánica jornada concluyó con el envío a prisión preventiva de los
siete detenidos. En todo ese tiempo, la capitana no durmió. “Tampoco lo
hicieron los demás miembros del equipo”, dice, en un afán porque no se le
acredite solo a ella el resultado de una de las operaciones policiales
anticorrupción más grandes de la última década.
Siendo estos casos tan mediáticos resta ver si este no será un escándalo
más para las cámaras. “Le puedo dar fe de que ninguna de mis decisiones o las
del equipo de trabajo responde a lo que se diga, haga o se califique en
cualquier medio, por los ciudadanos. Para nosotros no es un show ni un circo.
Hay diligencias que están expuestas y queda en cada persona como las califica”,
aclara.
Su meta en este caso es llegar a la verdad real de lo ocurrido, pero
reconoce que llevan una carrera contra el tiempo .
Lo ideal es que
cuando se asuma una denuncia se reaccione de forma inmediata y se busque prueba
útil.
Apuesta también a devolver la confianza en la Fiscalía. Una de las cosas
que más admira de su otra tierra (España) es la probidad de sus tribunales de
justicia– algo en lo que quizá muchos no coinciden–. Allá, dice, investigan
casos de corrupción muy grandes independientemente de si el que está en el
banquillo es empresario, es de la realeza, un político o un ciudadano común.
¿Cree que aquí no hemos llegado a ese punto? “Creo que a partir de ahora
sí. Llegamos a eso y a más”.