Sala IV desestima acción contra Policía de Tránsito
Sobre operativos
contra Uber
Un recurso en contra de la Dirección General de la
Policía de Tránsito (DGPT) por acosar a los conductores nacionales en su afán
de detener a los choferes de Uber fue desestimado por
la Sala Constitucional.
El recurso de hábeas corpus fue interpuesto por el
abogado Yashin Castrillo hace dos semanas debido a
que a su parecer se rayaba en el acoso al momento de tratar de detectar a los
conductores de la empresa extranjera.
Sin embargo, el mismo fue declarado sin lugar la
mañana del jueves y se encuentra en el proceso de notificación para ambas
partes, lo que da luz verde para que las autoridades puedan continuar con las
acciones.
Los hechos se remontan al 30 de junio, cuando un
hombre recogía a su esposa en las inmediaciones de la Universidad Nacional
(UNA) y fue detenido por la Policía de Tránsito, la cual creía que era un
chofer de Uber.
Sin embargo, según Castrillo fue claro en que la
Sala IV no actuó de manera adecuada, pues en el recurso se habla del 30 de
junio, mientras que la Sala consultó a Tránsito sobre el 30 de julio.
Al consultarse la fecha equivocada, las autoridades
no reportaban operativo alguno, por lo que se desestimó el reclamo, dando paso
al fallo que favorece a las autoridades y sus constantes operativos.
“En el recurso que presenté, indiqué que los hechos
se habían dado el 30 de junio, pero la Sala hace la consulta a la Policía por
el 30 de julio, lo que hace que contesten que en esa fecha no hubo ningún
operativo”, dijo.
El abogado se encuentra en proceso de recibir
respuesta por parte de las autoridades de la Sala para conocer el siguiente
paso y recopilar la información necesaria para iniciar el proceso nuevamente.
“Ya estoy haciendo el reclamo ante la Sala
Constitucional y estoy pidiendo las explicaciones del caso (…) están tomando un
fallo sin tomar en cuenta los hechos reales”, declaró.
OPERATIVOS SON UN ABUSO DE AUTORIDAD
Otro de los puntos que recalcó el abogado en el
escrito es que los métodos utilizados por las autoridades son ilegales, pues se
recurren a distintas actividades con tal de esclarecer si hay un delito o no.
Insistió además que durante todo el proceso se
incurre en un abuso de autoridad por parte de los representantes de la ley,
tanto en el método de operación como en su modo de actuar.
“Por ejemplo, eso de interrogar al conductor o al
pasajero no se puede llevar a cabo, además de eso lo hacen en grupo, con
uniformes y armas y esto conlleva a que se logre intimidar a cualquier
conductor”, declaró.
Para Castrillo se está actuando bajo “instinto
policial” o por una sospecha infundada basados en
características y no en pruebas o hechos que puedan respaldar las acciones que
están sancionando.
Los operativos se intensificaron tras la
publicación de las directrices número 82-P y 83-P por parte del presidente de
la República, Luis Guillermo Solís el miércoles anterior en el que solicitaba
que se hiciera todo lo posible para detener el transporte ilegal de personas.
Uber opera en el país desde agosto del 2015 y aunque se
ha dado la detención y decomiso de algunos de sus vehículos, estos siguen
operando, algo que aseguran los taxistas ha afectado sus ingresos,
disminuyéndolos hasta en 60%.