César González Granados
Periodista y gestor de redes sociales

Apple acaba de anunciar su teléfono insignia, el Iphone X. Samsung por su parte hizo lo propio antes con el Galaxy 8 y el Note 8. Motorola presentó el Moto G5 y LG presentó el G6. Huaweii no se quedó atrás con el P10 y con el Mate 9. Otras marcas hicieron lo propio con sus modelos insignia, y todos estos celulares tienen un precio entre los $700 y un poco más de $1000.

Todos ellos son de alta gama: tienen poderosos procesadores multinúcleo, la última versión del sistema operativo respectivo, cámaras fotográficas frontales y posteriores de alta definición, memoria RAM más que competente, gran capacidad de almacenaje, conexión 4G, bluetooth, pantallas táctiles de alta definición resistentes a golpes y rayones, muchos son anti salpicaduras, son veloces, con diseño elegante y de avanzada, y permiten el almacenaje y la interacción en la nube y con otros dispositivos y aparatos. Vienen listos para la realidad virtual o para realidad aumentada, tienen ubicación por satélite y algunos de ellos hasta podrían sustituir el CPU de su computadora de escritorio.

Por el momento, no hay una gran alteración de las reglas del juego: las novedades siguen siendo las baterías más duraderas, la carga inalámbrica, mejores pantallas, mejores cámaras, diseño atractivo. Pero hay una nueva variable que podría cambiar el mercado a partir del año que viene y que no se había considerado antes en esta gama tecnológica: el bajo precio.

Empresas no tan exitosas en ventas como los tres principales competidores del mercado (Samsung, Apple y Huaweii) están haciendo un estupendo trabajo en el desarrollo de sus teléfonos insignia. Con capacidades similares y en algunos casos superiores a los modelos más vendidos, buscan abrirse paso en el mercado utilizando una estrategia de maximización de oferta: un precio accesible. LG por ejemplo, ha adelantado que es muy probable que en 2018 anuncie un celular de alta gama a un precio de gama media, entre los $300 y $500.

Lo mismo ha afirmado Xiaomi, quien cuenta con un éxito en ventas con su Redmi Note 4 que ya se vende con bajo precio comparado con la competencia, pero si se monta en el barco de sus competidores, podría bajar aún más los precios de sus modelos insignia con el fin de acaparar mayor participación en el mercado.
No sería raro que Nokia también utilice una estrategia similar en su regreso al mercado, y otras compañías como Blu y Iuni que ya tienen precio menor a la competencia podrían ver la tendencia como algo natural en este segmento.

En otras palabras si usted pensaba en regalarse un celular de alta gama para diciembre, podría esperar un poco más porque el mercado puede sorprenderlo el año que viene con celulares de alta gama a precio de gama media y con capacidades e innovaciones muy competentes. E incluso, una tendencia así en el mercado podría obligar a las grandes empresas a reducir sus precios para no perder segmentos de mercado. Es cuestión de tiempo, y de estrategia de mercadeo.