Diario Extra

Voces de sospechosos serán analizadas por policías

OIJ adquiere equipo de $150 mil

 

La carencia de pericias en el campo de la comparación de voces en nuestro país era una limitación científica que ha venido a solventarse con el surgimiento de la biometría forense.

Identificar la voz de una persona relacionada con algún hecho delictivo ya es posible en Costa Rica, a través de la nueva tecnología adquirida por la Sección de Imagen y Sonido Forense del Departamento de Ciencias Forenses.

Se trata de un programa cuyo costo superó los $150 mil llamado Batvox, creado en 2005 por expertos de la Universidad Politécnica de Madrid, España, y que hoy forma parte de la Unidad de Acústica Forense.

Con la implementación de esta tecnología, el aporte de las ciencias forenses a los procesos jurídicos se amplía, debido a que estos peritajes facilitan que un juez, fiscal o defensor valore la prueba de voz para ser incorporada a un proceso judicial.

 

LA VOZ EN JUICIO

 

Batvox estudia lo que en los últimos años han llamado la “firma de la voz” de cada persona, esta se podría comparar con una huella dactilar que proporciona verificaciones detalladas de las voces con los cocientes de probabilidad.

Lo anterior emite un resultado de una manera que puede ser fácilmente presentada y justificada en los procesos judiciales. 

En la comparación de voces, se debe tomar en cuenta el efecto de conversión que experimenta la señal acústica al pasar a ser una señal electrónica, que en su mayoría consiste en intervenciones telefónicas. 

Esto da como resultado grabaciones con calidad relativamente baja, o bien grabaciones generales mediante dispositivos electrónicos e informáticos que realizan compresiones automáticas a los archivos.

Por ese motivo, el primer paso antes de procesar un peritaje de voz será el análisis preliminar de la muestra, determinando así su idoneidad para la identificación y correspondencia de una voz entre varios interlocutores.

 

FORMAS DE HABLAR

 

Para el correcto funcionamiento del programa en Costa Rica, fue necesario conformar una base de datos de poblaciones de referencia que permita entrenar al software en la forma como hablamos los ticos.

Con este fin, luego de más de cuatro meses de trabajo, la Sección de Imagen y Sonido Forense se dio a la tarea de muestrear cinco zonas del país, dividiéndolas en: Central, Atlántica, Norte, Sur y el Pacífico Central. 

Lo anterior con el objetivo de determinar las variaciones en el habla y de esta manera tener referencias y modelo para cuando los interlocutores provengan de diferentes regiones del país. 

 

MODELOS POR SECTOR

 

Con la inclusión de estos datos, se crean modelos de voz según la región y es así como el sistema elimina todo lo repetido, es decir, lo común en una población de estudio, y extrae solo las características específicas de la voz que se analiza. 

Los resultados de este tamizaje serán la muestra que se comparará.

El sistema está empezando a dar los primeros resultados. El investigador que requiera de este tipo de servicio debe aportar al laboratorio de audio un patrón, que puede ser la intervención telefónica, o bien que el sospechoso sea sometido a un proceso para captarle la voz. 

 

PERIODISTA: Manuel Estrada EMAIL: mestrada@diarioextra.com Lunes 11 Julio, 2016