La demanda interpuesta en 2011 contra Marvin Sánchez, director del Departamento de Registro de la Universidad Nacional (UNA), y esa casa de enseñanza, por supuesto acoso laboral, fue resuelta a favor del centro educativo y el funcionario por la Sala II.
Una funcionaria de apellido Salazar interpuso la demanda ordinaria ante el Juzgado de Trabajo de Heredia, en mayo de ese año, contra el director del Departamento de Registro y la UNA. En ella solicitaba una indemnización por daños sufridos en razón de supuesta persecución laboral.
La demandante alegó que las supuestas acciones de acoso en el lugar de trabajo se habrían generado a partir del momento en que comunicó a su superior, Marvin Sánchez, supuestas irregularidades en el proceso de admisión.
Además Salazar había presentado una denuncia ante la Contraloría Universitaria, en setiembre de 2009, sobre estos mismos hechos.
La Sala Segunda, en su resolución 2015-000869, fue enfática en que “...de las pruebas no se desprende que se desatara la persecución que la parte que interpuso la demanda ha venido defendiendo...”.
Sánchez agradeció a sus compañeros de la oficina de Registro y a su familia, ya que según afirmó “se convirtieron en un gran bastión” para enfrentar el proceso.
La resolución revocó la sentencia dictada por el Tribunal de Trabajo, en julio de 2014, que confirma la sentencia del Juzgado de Trabajo de Heredia de febrero de ese mismo año.
En esa oportunidad los jueces señalaron la existencia de acciones y omisiones constitutivas de acoso laboral en contra de Salazar y condenaban a Sánchez y la UNA en forma solidaria a cancelar a la demandante la suma de ¢15 millones por daño moral.
Sussy Villarreal Núñez | Sábado 19 Septiembre, 2015
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