Gestión de empleado de hospital de Quepos

Sala IV impide a jefes cerrar chats de grupos en WhatsApp

POR Monserrath Vargas L. / movargas@nacion.com - Actualizado el 31 de julio de 2015 a: 12:00 a.m.

Tribunal afirma que con ello se lesiona derecho a la libertad de expresión

Un jefe no podrá obligar a un funcionario o colaborador a cerrar un grupo de chat que este haya abierto en la plataforma de mensajería WhatsApp, según un recurso de amparo resuelto por la Sala IV.

La gestión, formulada por un empleado de apellido Espinoza, del Hospital Max Terán Valls, (Quepos) planteó que a través de una carta, la jefa del Laboratorio Clínico de la institución le solicitó cerrar un grupo de WhatsApp llamado “Laboratorio clínico 2308”.

En el oficio, la superior de Espinoza aseguraba que se debió hablar con ella: “(...) Del asunto en cuestión, se debieron realizar las reglas del chat de manera seria y formal para que el mismo no se prestara a una charlatanería como lo consideré el sábado pasado, cuando tomé la decisión de salirme del grupo, máximo que me enteré de que hay incluidas personas que actualmente no se encuentran laborando para nuestro laboratorio, lo cual es preocupante por lo que se quiera ventilar” ( sic ).

En la sentencia número 010630-15, la Sala IV resolvió que en este caso concreto, “sí existe una lesión a los derechos del tutelado, pues al tratarse el chat “Laboratorio clínico 2308” de un grupo de naturaleza privada y no institucional, la recurrida no podía en su calidad de directora del Laboratorio Clínico, solicitar que se procediera al cierre de este”.

Esto, debido a que tal acción podría implicar censura tanto para Espinoza como para los otros miembros del grupo que quisieran expresar libremente sus opiniones, con las responsabilidades que esto implica.

Además, la sentencia también señala que si la directoria percibió la presencia de personas ajenas al laboratorio como un riesgo por las informaciones relacionadas con el trabajo que se pudieran compartir ahí, debió denunciarlas en las instancias correspondientes.

La Nación intentó conversar con el funcionario de apellido Espinoza, pero no fue posible ubicarlo por vía telefónica.