DISCURSO DE LA MAGISTRADA ANABELLE LEÓN FEOLI EN SU ULTIMA SESIÓN EN CORTE PLENA | ||
Un diciembre como ahora, solo que de 1979, concluía mi penúltimo año de derecho y empezaba mi primer día como funcionaria judicial. Había sido nombrada como actuaria del Juzgado mixto de Golfito. Estaba recién casada y Ronald, mi esposo, iniciaba el servicio social. Vivimos ahí año y medio. Fue un tiempo duro e intenso. Además del trabajo, tenía que venir a hacer exámenes para terminar la carrera. Dicté mis primeras sentencias, sin computadora, guiándome con fallos anteriores, húmedos y borrosos, que encontraba en archivos herrumbrados. Recuerdo que me correspondía hacer inspecciones a los lugares más remotos que jamás hubiera imaginado, en avioneta, helicóptero, panga o caballo. Una vez graduada, fui nombrada en la Alcaldía Mixta de San Isidro de Heredia. Un lugar tranquilo, de poco movimiento, al que tardaba en llegar hora y media, tomando tres buses, no existía la autopista ni yo tenía vehículo. Viví de cerca las angustias y el dolor de muchas mujeres que reclamaban pensión alimentaria para sí y para sus hijos. Vino luego España, donde obtuve el título de doctora en Derecho. Regresamos a Costa Rica con un hijo de 10 días. Hoy Esteban tiene 30 años. Regresé a la Alcaldía de San Isidro, para iniciar a finales de 1983 como actuaria del entonces Juzgado Primero de lo Contencioso Administrativa y Civil de Hacienda, del que pasé en ascenso a jueza del Juzgado Tercero de la materia, con un embarazo de cinco meses. Daniel, hoy con 28 años. Permanecí en esa sección poco más de diez años, con una interrupción de 14 meses, en que me desempeñé con permiso de la Corte, como Viceministra de Trabajo y Seguridad Social. De vuelta al Tribunal, en 1996, gracias a la iniciativa de la Sala Primera fui electa como magistrada Suplente. Es difícil resumir en pocos minutos cuanto he vivido en estos doce años en mi doble condición: integrante de esta Corte y de la Sala Primera. Integré la comisión revisora el Código Procesal Contencioso Administrativo y la del Procesal Civil, así como la comisión mixta que presentó el proyecto, hoy Ley de la República sobre el Arbitraje Comercial Internacional. Desde la Sala Primera, se impulsó la creación de la Oficina de Cooperación y Relaciones internacionales, que en pocos años ha logrado importantes contactos, eventos y recursos internacionales. Me correspondió liderar el primer juzgado oral electrónico (cero papel), que se implementó en el Juzgado de Pensiones Alimentarias de Alajuela, como una iniciativa de la Comisión de Género. Sin reforma legal, se agilizaron los procedimientos y se disminuyeron los tiempos de respuesta. Este modelo se ha replicado en muchos otros despachos judiciales. Abogué con resultados satisfactorios por reducir al máximo las sentencias orales sin respaldo escrito. Estoy convencida de que, en las condiciones actuales, este respaldo permite respetar los principios de acceso a la justicia, seguridad, certeza jurídica y, transparencia. Fui coordinadora de la Comisión de Recate de Valores, época en la que impulsamos la creación de subcomisiones regionales y la administración por valores, así como la creación de una Secretaría Técnica, que años después se logró. En el tiempo en que fui parte de la Comisión de la Jurisdicción Contenciosa Administrativa, se impulsó la puesta en marcha del Tribunal Administrativo Registral, con lo que la sección del Tribunal Contencioso que fungía como jerarca impropio, pasó a ser jurisdiccional. Haber estado en la comisión de enlace Corte-Organizaciones Sociales, me permite dar fe cómo desde un ambiente de diálogo y respeto, es posible buscar consensos en beneficio de la institución y de los y las funcionarios. Desde la comisión de género viví de cerca la creación de la Secretaría Técnica, primera en América Latina y con ella el posicionamiento del tema mediante la aprobación de una política institucional y una serie de acciones afirmativas en beneficio de las mujeres usuarias y funcionarias. Haber tenido la iniciativa y posteriormente el apoyo para implementar el Teletrabajo, me ha permitido compartir los beneficios de esta modalidad con compañeros y compañeras que han podido combinar sus obligaciones laborales con una determinada situación personal. La eficiencia y producción, silencian los temores iniciales. En la XIV Cumbre Judicial Iberoamericana de Presidentes de Cortes y Tribunales Constitucionales de Iberoamérica, en el 2008, se aprobaron las “Cien reglas de Brasilia sobre acceso a la justicia de poblaciones en condición de vulnerabilidad” y se me designó como parte de la comisión internacional encargada de dar seguimiento a su implementación. Desde ahí, he podido intercambiar experiencias con otros poderes judiciales de Iberoamérica, y tener la firme convicción de que el nuestro, tiene un reconocido y merecido liderazgo gracias al énfasis que hemos dado al acceso a la justicia como un derecho humano fundamental. Coordiné la Comisión de Acceso a la Justicia de Poblaciones en Condición de Vulnerabilidad, integrada por las diferentes subcomisiones de poblaciones en esta condición, que se han dado a la tarea de identificar sus necesidades particulares y de dar soluciones integrales con visión de derechos humanos. Juntos, hemos posicionado internamente el tema mediante la aprobación de distintas políticas institucionales, un enfoque transversal y la implementación de acciones afirmativas en procura de eliminar las barreras de acceso a la justicia. Hoy la Institución cuenta con una unidad de acceso a la justicia, cuya necesidad, profesionalismo, esfuerzo y trabajo todos y todas reconocemos. Las personas con discapacidad son sin duda, una población con la que me identifiqué. Conocer su cosmovisión, limitaciones y discriminaciones me sensibilizaron y enseñaron a ver la vida de manera diferente. El compromiso inclaudicable de sus integrantes ha permitido un cambio en el quehacer institucional en áreas importantes como infraestructura, comunicación, tecnología, sensibilización y capacitación. Las acciones también han permeado el departamento de gestión humana buscando apertura laboral para esta población. Hoy, con recursos de Eurosocial, se trabaja en temas relacionados con poblaciones sordas y con discapacidad psicosocial. Los logros alcanzados siempre representaron poner en la mira nuevas metas y objetivos. El hacinamiento carcelario es un problema de carácter nacional. El interés y preocupación de la Defensa Pública y de las subcomisiones de privados de libertad y penal juvenil, hicieron del tema parte de la agenda de la Comisión de Acceso a la Justicia. Los diferentes encuentros que me correspondió coordinar con personeros de los otros poderes de la República y demás actores involucrados con la materia penitenciaria, nos permitieron acuerdos y compromisos de carácter inter-institucional encaminados a alcanzar a mediano y largo plazo, soluciones integrales. Desde la Sala Primera, hemos enfrentado importantes retos. Quizás el más destacado es mantener una producción de calidad, pese a las variables numéricas que ha significado además del incremento en la litigiosidad, la implementación del Código Procesal Contencioso Administrativo. Durante los dos primeros años de su vigencia, la Sala fungió como Tribunal de Apelaciones y Tribunal de Casación, manteniendo al día de hoy esta última competencia. En los últimos cinco años el ingreso de asuntos nuevos aumentó casi en un cien por ciento, sin que ello se refleje en igual porcentaje en el crecimiento del recurso humano. La Sala estableció sus propios controles internos para dar seguimiento a sus compromisos plasmados en sus Planes Anuales Operativos, lo que ha permitido tomar medidas oportunas para mejorar la prestación del servicio. Creó su propia página web, en la que brinda información variada a los usuarios (as), entre ella, la relacionada con el seguimiento de los recursos presentados, así como la búsqueda de la jurisprudencia mediante un tesauro denominado “Jurisprudencia en línea”, que contiene los fallos de la Sala, clasificados con descriptores y restrictotes, y una síntesis de lo resuelto. También cuenta con el Centro Electrónico Casacional, que alimenta el tesauro, además de brindar una atención personalizada a usuarios (as) internos y externos. En el 2013, atendió cerca de 1200 consultas. Los fallos de la Sala han permitido marcar y posicionar una línea jurisprudencial clara y reiterada en temas de gran impacto nacional dada la diversidad de materias en las que ejerce su competencia. También es notoria y reconocida, a nivel interno e internacional, su posición de respeto y fortalecimiento a la materia arbitral, en estricto apego a sus principios rectores. Debo reconocer que todos estos logros fueron posibles gracias al trabajo en equipo, a la búsqueda de consensos y a la clara voluntad de todos los integrantes tanto de la Corte como de la Sala de anteponer los intereses personales a los institucionales. Es indiscutible el compromiso, mística y solidaridad de todo el personal de apoyo. Gracias compañeros y compañeras de la Sala Primera. En estos doce años en la magistratura, solo estuve incapacitada en dos ocasiones, que en total suman 16 días. En los 35 años en el ejercicio de la función pública, no tuve ninguna sanción disciplinaria. Hoy es mi último día en esta silla de magistrada de la Corte Suprema de Justicia. No podría dejarla, sin antes agradecer a Dios y a la Virgen Santísima por haberme permitido llegar hasta aquí, por estar siempre a mi lado. A ellos pido su guía y dirección en esta nueva etapa. A mis padres y hermanos, por su ejemplo, por su apoyo y por los valores inculcados. A Ronald, por su solidaridad, por creer en mí, por impulsarme siemprea crecer, por saber escuchar y aconsejar. A mis hijos Esteban, Daniel y Gloriana, por su comprensión en las limitaciones que el ejercicio del cargo les impuso y a quienes hoy quiero entregar un nombre que cuidé como una preciada herencia para ellos. A Carlos Monge, por sus enseñanzas y oportunos consejos. A todos mis compañeros y compañeras de Sala, magistrados, letrados, secretarias y secretarios y personal de la Secretaría. A ustedes amigos y amigas magistradas, por las ideas compartidas, por aquellas en las que con respeto discrepamos tan solo de momento, pues todos compartimos el mismo objetivo. Gracias Jueces y juezas, Secretaría de la Corte, Ministerio Público, Defensa Pública, Organismo de Investigación Judicial, Sector Administrativo de la Institución, por todos estos años de respeto, apoyo y entrega al servicio de la Justicia costarricense. Gracias don Luis Paulino por el legado que nos dejó. Gracias doña Zarela por todos sus detalles y compromiso para con la justicia. Inicié la magistratura con un juramento constitucional a Dios y a la Patria, hoy la termino con la tranquilidad de haber observado y defendido la Constitución y las leyes de la República, y de haber cumplido fielmente con los deberes del cargo. |
Licda. Ana Lucía Vásquez Rivera
Lic. Sergio Bonilla Bastos
Licda. Andrea Marín Mena
Licda. Teresita Arana Cabalceta
Licda. Marcela Fernández Chinchilla
Licda. Melania Chacón Chaves
Licda. Sandra Castro Mora
Lic. César González Granados
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