JUZGADO ORAL ELECTRÓNICO DE PENSIONES ALIMENTARIAS DEL PRIMER CIRCUITO JUDICIAL DE SAN JOSÉ
I Circuito Judicial de San José
22 de octubre, 2013
Licda. Elizabeth Picado Arguedas
Jueza coordinadora del Juzgado de Pensiones Alimentarias

Como Jueza coordinadora del Juzgado de Pensiones Alimentarias me es grato dirigirme a todos los presentes en ocasión a la inauguración oficial del Juzgado Oral Electrónico de Pensiones Alimentarias del Primer Circuito Judicial de San José.

Como es del conocimiento de todas las personas presentes, el Poder Judicial, en los últimos años, ha mostrado un especial interés en modernizar la tramitación de los procesos judiciales, aplicando las herramientas que la Tecnología nos proporciona, con la finalidad de dar celeridad a los procesos y facilitar el acceso a la Justicia a toda la población. Los Juzgados que tramitan la materia alimentaria, no han sido la excepción y por tal razón se inició con la creación de los Juzgados alimentarios orales y electrónicos. El proyecto fue iniciado en el Juzgado de Pensiones Alimentarias de Alajuela y se ha ido extendiendo a otros Juzgados Alimentarios, incluyendo el de San José, que iniciamos este nuevo método de trabajo a partir del mes de marzo de este año. Estos significa que, sin necesidad de modificar la legislación actual, la institución ha asumido el compromiso de dotar a los juzgados alimentarios de herramientas tecnológicas y el recursos humano necesario, para dar vida a un proyecto que pretende dar celeridad a los procesos alimentarios y dar una respuesta institucional pronta y eficaz a los conflictos alimentarios. Esto ha significado un cambio importante en la tramitación de los procesos, ha requerido capacitación técnica a lo interno de los Despachos Judiciales, pero también implica un cambio de mentalidad en todas las personas que nos vemos involucradas en los procesos alimentarios: jueces, técnicos, defensa pública, abogados litigantes, usuarios y usuarias.

Aunque siempre somos temerosos a los cambios y por esta razón en ocasiones vemos con recelo, la implementación de nuevos modelos de trabajo, con el tiempo vamos palpando los beneficios que las nuevas herramientas nos proporcionan; Sin embargo, en materia alimentaria, se nos presenta un reto adicional y es que a diferencia de juzgados que tramitan otras materias, nuestros usuarios y usuarias son muy especiales y el conflicto no termina con el dictado de la sentencia; por el contrario, en muchos casos, apenas empieza. Muchas de estas personas provienen de barrios marginales, con muy escasa o nula escolaridad y no siempre tienen acceso a una computadora o le tienen temor a usarla, lo que nos obliga a dar un trato especial y diferente, pese al nuevo modelo implementado. Por otra parte, el reto en esta materia no solo es dictar la sentencia respectiva en un tiempo menor, dado que los conflictos más serios se presentan en la ejecución, misma que puede perdurar por muchos años, bajo circunstancias cambiantes, que conllevan conflictos entre las partes, que deben ser dirimidas en el Juzgado alimentario correspondiente. Los hijos crecen, adquieren más necesidades, llegan los problemas de la adolescencia, se presentan conflictos con los padres o estos adquieren otras obligaciones familiares. Estas son realidades que inciden a lo largo de la vigencia de un expediente alimentario y nos obliga a intervenir continuamente, tomar decisiones y dar soluciones adecuadas al caso concreto, soluciones que no siempre están reguladas en la ley. Es en estos casos en que recobra vital importancia los principios alimentarios estipulados en la Ley de Pensiones Alimentarias, otras leyes especiales y normativa internacional.

Como lo indiqué anteriormente, generalmente las personas se muestran renuentes ante los cambios, especialmente cuando estos implican un esfuerzo adicional en la labor realizada o se requiere capacitación especial. Este Despacho no fue la excepción ante esa nueva situación. Gran parte del personal nos mostramos temerosos e inseguros ante los cambios que se nos avecinaban. Ese temor se justificaba en el precio que implicaría dedicar tiempo a la capacitación, escaneo y digitalización de expedientes, etc. ya que, pese a las deficiencias que, como humanos tenemos y las inconformidades de algunos usuarios y usuarias, este Juzgado siempre ha hecho un gran esfuerzo por mantenerse al día, tramitar en forma expedita aquellas solicitudes que son urgentes por haber derechos fundamentales de por medio, por ejemplo el trámite ágil a la fijación de la pensión provisional, la resolución de beneficios, de libertades, permisos de salida del país, entre otros. En nuestros planes anuales operativos desde hace muchos años, siempre se han incluido propuestas y metas dirigidas a la agilización de los procesos y dar respuestas prontas a las solicitudes de las personas usuarias. Esta labor no es nada fácil, ya que cada vez la demanda del servicio es mayor, así como la exigencia institucional en labores no jurisdiccionales, que nos demandan mucho tiempo y esfuerzo., Así por ejemplo de enero a octubre del año 2012 habían ingresado 819 demandas nuevas, en el mismo período para este año, ya llevamos 842 demandas nuevas. de esta cifra, con la implementación del las audiencias tempranas, se han conciliado 138 procesos, cifra que si bien, puede mejorar, si representa un gran avance en el servicio y sobre todo, un gran número de usuarias y usuarios, ven satisfechas sus pretensiones en un plazo muy corto. La meta es promover este tipo de soluciones pacíficas, viables y expeditas, para un mejor servicio público.

No obstante, lo anterior, de nada vale sistemas nuevos, asignación de recursos, ni equipo tecnológico moderno, si no hay un cambio de actitud en nuestra función. Para prestar un servicio público de calidad, se requiere sensibilización e interiorización de la problemática social y económica de nuestras usuarias y usuarios. Tener muy claro que nuestro deber es la protección y garantía de derechos fundamentales de las personas usuarias: Como funcionarios públicos es imperativo tener claro el norte de nuestra labor y solo así podremos brindar un servicio cada día mejor.

No quiero terminar sin antes agradecer a la Institución el esfuerzo realizado, pero sobretodo por el cambio de visión, en los últimos años a la materia alimentaria, que por muchísimos años, estuvo casi invisibilizada. Agraceder a la memoria de Don Luis Paulino Mora, quién dio inicio al proyecto, a doña Zarella, que no solo está al frente de la Institución, sino porque muchos años antes, también se ha visto identificada con esta materia. A doña Eva, encargada del proyecto y de quién siempre hemos sentido un gran apoyo, a Cristian, a Erick, a los compañeros Jueces del Despacho tanto los actuales, como los que han intervenido en algún momento, pero muy especialmente al personal técnico del Juzgado de Pensiones Alimentarias, que más que un equipo de trabajo, conformamos una familia. Todas ellos y ellas, han mostrado un verdadero compromiso, colaboración, mística y responsabilidad.

Licda. Ana Lucía Vásquez Rivera
Lic. Sergio Bonilla Bastos
Licda. Andrea Marín Mena
Licda. Teresita Arana Cabalceta
Licda. Marcela Fernández Chinchilla
Licda. Melania Chacón Chaves
Licda. Sandra Castro Mora
Lic. César González Granados
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