Cartaginesa Zarela Villanueva conducir‡ Poder Judicial por cuatro a–os

Acuerdo de dos grupos lleva a primera mujer a presidir Corte

JosŽ Manuel Arroyo pidi— que le dieran los votos a su contendiente

Tercera tendencia postul— a magistrada Magda Pereira, pero solo tuvo ocho votos

Hulda Miranda P. hulda.miranda@nacion.com 12:00 a.m. 14/05/2013

187 a–os despuŽs de la fundaci—n del Poder Judicial, la magistrada Zarela Villanueva se convirti— ayer en la primera mujer en sentarse en la silla del presidente de la Corte Suprema de Justicia.

Villanueva, jurista cartaginesa de 61 a–os, result— electa por un periodo de cuatro a–os, gracias a un acuerdo entre dos de las tres tendencias que promov’an candidatos para la elecci—n.

Dicha alianza se concret— tras la aparici—n de una tercera aspirante al cargo.

La magistrada de la Sala Segunda obtuvo los12 votos necesarios ( de 22 posibles), luego de que su colega JosŽ Manuel Arroyo, de la Sala Tercera, le diera la adhesi—n y adem‡s le pidiera a sus seguidores que votaran por ella.

Tercer nombre. El acuerdo entre los dos grupos se concret— el fin de semana, cuando se dio a conocer que el llamado bloque de votos en blanco, compuesto por ocho magistrados, pensaba postular a la jueza de la Sala Tercera, Magda Pereira.

ÒYo llamŽ a Magda (Pereira) el s‡bado y le dije: ÔQuiero saber d—nde estoy parada con vosÕ. Ella me dijo que s’ la iban a postularÓ, admiti— ayer Villanueva.

Esta tercera nominaci—n se concret— ayer, a las 9 a. m., al iniciar la sesi—n de Corte Plena, cuando el magistrado Carlos Chinchilla tom— la palabra para referirse a la trayectoria de la jueza y exaltar algunas de sus fortalezas.

ÒEs la consejera, la que est‡ en los momentos dif’ciles (...). Yo siempre digo que ella es la que me rega–a cuando hago cosas que no deber’a haber hecho; es como una mam‡ que uno tiene aqu’ en el Poder JudicialÓ, expres— Chinchilla.

El juez dijo que un grupo de compa–eros le hab’an solicitado presentar a Pereira para el cargo.

Aunque el procedimiento establecido contemplaba hacer hasta cinco rondas, con una bast—.

El sal—n de la Corte Plena se llen— de sorpresa y aplausos cuando, en la primera votaci—n, Villanueva obtuvo 12 votos. A favor de Pereira hubo ocho papeletas, uno para Arroyo y otro apareci— en blanco.

Concluida la elecci—n, Villanueva y Arroyo explicaron que exist’a el acuerdo previo y que sostuvieron conversaciones hasta el domingo avanzada la tarde.

ÒS’, les ped’ que le dieran el voto a ella. Pero alguien no me hizo caso porque ese voto (el que lo apoy—) no fue m’oÓ, asever— Arroyo.

Villanueva brind— una conferencia de prensa en la que anunci— la l’nea de su gesti—n.

La nueva jerarca fue acompa–ada por Arroyo y el juez de Sala Segunda, Rolando Vega. TambiŽn estuvieron a su lado las magistradas: Ana Virginia Calzada (Sala IV), Eva Camacho, Julia Varela (Sala II) y Carmen Mar’a Escoto (Sala I).

Por la tarde, la Corte Plena tambiŽn eligi— a Arroyo como vicepresidente. ƒl asegur— que eso no hab’a sido parte del acuerdo.

Borr—n y cuenta nueva. Durante la tarde, el magistrado Carlos Chinchilla sostuvo que, superada la elecci—n del presidente, era momento de retomar el trabajo.

ÒEl grupo en realidad nunca tuvo los votos; llegamos a ocho, pero nunca a los 12. Sab’amos que si exist’a un acuerdo entre ellos, l—gicamente habr’a elecci—n. Me parece que es parte del juego democr‡tico, no tiene que ver con suspicacias ni juegos. Ellos tomaron una correcta decisi—n. Ahora lo que toca es seguir trabajandoÓ, indic—.