El legado de don Luis Paulino

Gratituda un gran juez,un buenhombre

Wilbert Arroyo çlvarez Abogado y periodista 12:00 a.m. 21/02/2013

Amaneci—. El clima era fr’o, el cielo nublado y sent’ algo que no puedo explicar. Como todos los lunes, ir’a a los Tribunales de Justicia del Primer Circuito Judicial; casualmente, por el mal tiempo, decid’ vestir de negro.

Estaba por salir temprano hacia mi destino, cuando tuve la llamada de una colega que me anunciaba que hab’a muerto el presidente de la Corte, mi respetado colega y amigo, por m‡s de 20 a–os, Dr. Luis Paulino Mora Mora.

No pude expresar nada; quedŽ en silencio y solo atinŽ a agradecerle su llamada; colguŽ el auricular y me sentŽ para poder asimilar tan nefasta noticia. En mi cabeza los pensamientos se arremolinaron y recordŽ el œltimo correo electr—nico, de los muchos que sol’amos enviarnos.

Vivir cada d’a como si fuera el œltimo. Era la presentaci—n que hizo para TedX San Francisco, del cineasta Louie Schwartzberg que llama Gratitud, y en el que nos dice que vivamos el d’a como si fuera el œltimo de nuestra vida pues, con todo y su clima, ya no habr‡ uno igual, nunca.

Dice Schwartzberg que al detener la marcha de nuestras diarias carreras, miremos hacia el cielo y veremos toda la belleza que guarda; que observemos la naturaleza pues est‡ ah’ para nosotros. Incluso, que demos gracias por lo que el hombre ha inventado para el goce de una mejor vida, pues hay millones de personas en el mundo que nunca sabr‡n de esas tecnolog’as. Y as’ sabremos que la primera expresi—n que tendremos es ÒOh mi DiosÓ pues son los m‡s preciados regalos que un ser humano podr‡ tener, por un breve tiempo. DespuŽs todo ser‡ nada y nunca.

Este d’a despertŽ y pensŽ en el mal clima que hac’a, pero con la noticia de que don Luis hab’a muerto, recordŽ este bello mensaje y r‡pidamente, y antes de irme al encuentro del cuerpo yacente de mi amigo, con todos mis sentidos vi y escuchŽ ese maravilloso mensaje.

Trascender. Sin duda, don Luis Paulino ha hecho un largo recorrido y lo ha hecho muy bien. Ha podido, desde el m‡s alto cargo de la Judicatura, dar un trabajo constante y sus obras est‡n a la vista de todos; sus logros, de todos sabidos, es para que, junto a Žl, expresemos gratitud, porque con su vida ejemplar, su paso por este mundo dej— una huella que nunca se borrar‡ y que ha de ser reconocida, desde ya.

No me cabe duda que don Luis Paulino Mora merece ser recordado por siempre y su legado le da un sitial en la patria que lo ha de llamar BenemŽrito y una escultura, levantada en la plaza de la Justicia, que llevar‡ su nombre, ser‡ lo m’nimo para decirle que merece nuestra gratitud, pues fue un gran jurista, un gran juez, una gran ser humano... ÁFue un buen hombre!