Proyecto del Poder Ejecutivo

Diputados avanzan en plan para agilizar los desahucios

Procesos orales de no m‡s de tres meses, en vez de juicios de tres a–os

Iniciativa est‡ en el primer lugar de la agenda del plenario y hoy podr’a votarse

Esteban Mata y JosŽ Quir—s emata@nacion.com 12:00 a.m. 31/01/2013

Ya se cumplieron dos a–os desde que se fue, pero todav’a recuerda cu‡nto cost— que se fuera.

El proceso de desahucio para aquel mal pagador fue una agon’a, pero, al final, Laura Quir—s, de 62 a–os, gan— el juicio y pudo recuperar la casa que tiene en alquiler y con la que redondea sus ingresos.

Algo inc—moda por la gripe que le hace arrastrar las palabras, esta vecina de Escazœ dice que ve con buenos ojos el proyecto de ley que pretende acortar los juicios civiles por desahucio, el cual se tramita en el Congreso, y pregunta de quŽ se trata, en detalle.

El proyecto, que tiene el expediente 17527, pretende reformar la manera en que se tramitan los desalojos por falta de pago de alquileres, tanto de casas como de locales comerciales.

La propuesta, que est‡ en el primer lugar de discusi—n del plenario legislativo, plantea que los juicios por desahucio sean orales y que se puedan tramitar en un m‡ximo de tres meses.

Adem‡s, permite al juez decretar desahucios una vez puesta la demanda. Pero, si al ser notificado el inquilino pone una objeci—n, el juez podr‡ citar a las partes en un m‡ximo de 15 d’as para que en audiencia se resuelva el proceso.

Esta audiencia permitir‡ a la defensa apelar; sin embargo, el proceso no tardar’a m‡s de tres meses, de acuerdo con los plazos propuestos.

Actualmente, estos procesos tardan hasta tres a–os y, segœn el texto y sus promotores, generan un perjuicio para los due–os de casas, apartamentos y locales comerciales.

Para Quir—s, el proyecto de ley vendr’a a aliviar la tensi—n que vive cada d’a pues de un momento a otro cualquier inquilino se puede hacer el gato bravo y no pagar, y ella no lo podr‡ sacar hasta que quede en firme una condena.

ÒYo creo que a todos los que alquilamos nos pasa (que llegue un inquilino y no les pague), cuesta much’simo sacarlos. No van a salir por propia voluntad. Hay que pagar un abogado que cuesta car’simo, y aun as’, estos inquilinos se quedan un mont—n de meses y no pagan y cuando se van quedan debiendoÓ, agrega esta profesora de Matem‡ticas, pensionada.

Amplio alcance. El proyecto para agilizar los procesos de desahucio naci— como una iniciativa del Poder Ejecutivo, respaldada por el Poder Judicial y lleg— al Congreso en el 2008.

De aprobarse, beneficiar’a a los due–os de las 244.000 viviendas de alquiler que hay en el pa’s, segœn la œltima encuesta del Instituto Costarricense de Estad’stica y Censos (INEC).

En ese nœmero de viviendas viven 802.000 personas, de acuerdo con el mismo estudio.

Por ello, las posiciones de los diputados y el debate en s’ mismo tienen un tinte especial, en vista de que la afectaci—n a la ciudadan’a (y por ende al electorado) es grande en ambos sentidos.

El nœmero supera por mucho a los 491.000 ciudadanos que actualmente pagan un prŽstamo con la esperanza de que en algœn momento de su vida puedan decir que la casa es propia.

La iniciativa cuenta, por ahora, con amplio apoyo en las curules legislativas, sobre todo de un sector del Movimiento Libertario y de Liberaci—n Nacional.

Las dudas las tiene principalmente el diputado JosŽ Mar’a Villalta, del Frente Amplio, que considera la propuesta Òun desahucio exprŽs, casi que autom‡ticoÓ.

Otros legisladores, como el libertario Danilo Cubero, afirman que el plan es urgente.