David Delgado C. david.delgado@nacion.com
12:00
a.m. 23/01/2013
El
Poder Judicial eliminar‡ los datos personales de 40.000 sentencias de
diferentes materias, a las que se puede acceder pœblicamente.
La propuesta es parte de un plan para despersonalizar
esos fallos y cumplir con lo dispuesto en la Ley de Protecci—n de las Personas Frente al Tratamiento de
sus Datos Personales , Ley N.¡ 8968.
Esa
normativa rige desde setiembre del 2011, para garantizar el derecho de las
personas a la autodeterminaci—n informativa respecto al tratamiento de sus
datos.
La
ley proh’be a cualquier empresa o instituci—n pœblica aprovisionar Òdatos de
car‡cter personal que revelen el origen racial o Žtnico, opiniones pol’ticas,
convicciones religiosas, espirituales o filos—ficas, as’ como los relativos a
la salud, la vida y la orientaci—n sexual, entre otrosÓ.
El 5
de marzo pr—ximo vence el plazo para que esos Òdatos sensiblesÓ sean regulados.
Precisamente, las 40.000 resoluciones que se corregir‡n incluyen todas las que
fueron dictadas desde que entr— en vigencia la ley (setiembre del 2011) a la
fecha, as’ como el estimado de votos que se emitir‡n hasta marzo.
La
Comisi—n de Protecci—n de Datos del Poder Judicial anunci— ayer que ya se
public— el cartel de licitaci—n por ¢18 millones, para contratar una empresa
que se encargue de despersonalizar esas sentencias en forma sistem‡tica.
No
hay criterio. ÀDeben entonces
todas las sentencias judiciales eliminar los datos personales de las partes? El
Poder Judicial aœn no tiene un criterio al respecto.
El
magistrado Carlos Chinchilla, presidente de la Comisi—n de Protecci—n de Datos,
dijo que, en su opini—n, la despersonalizaci—n de datos en los documentos debe
ocurrir solo cuando est‡n asociados a datos ÒsensiblesÓ.
Por
ejemplo, se–al— que si en una sentencia judicial aparece el nombre del actor y
se dice que es portador del VIH, entonces, deber’a eliminarse el nombre para
evitar que eventualmente sea discriminado por esa informaci—n.
ÒYo
no comparto que el nombre sea un dato sensible porque es un dato pœblico. Si se
pretende despersonalizar todo, vamos a quedar en un limbo de informaci—n.
ÓDebe
haber un equilibrio entre la despersonalizaci—n de datos de los documentos que
no tengan datos sensibles y el derecho de la sociedad a informarse y de
informar sobre esoÓ, asever—.
Por
su parte, Arlene Gonz‡lez, directora de la Agencia Protectora de Datos de los
Habitantes (Prodhab), ente adscrito al Ministerio de Justicia y Paz, explic—
que informaci—n como el domicilio exacto, condici—n financiera, preferencia
sexual o informaci—n biomŽdica no pueden ser de acceso pœblico.
Adem‡s,
a–adi—: ÒPara que los datos sean dados a conocer, tiene que existir el
consentimiento expreso del titular. No se puede identificar al sujeto; los
distintos tribunales, incluso los administrativos, tampoco puedenÓ.
Carlos
Chinchilla asegur— que aœn se discute en la comisi—n cu‡l ser‡ la
interpretaci—n de lo que es un dato ÒsensibleÓ.
El
Poder Ejecutivo ya tiene en estudio un borrador del reglamento a la Ley N.¡
8968.