Juan Ignacio Zamora Abogado experto en
Derecho Inform‡tico 12:00 a.m. 31/01/2013
Nuestra
democracia se conforma sobre la base de derechos fundamentales y valores tales
como la privacidad y protecci—n de los datos personales, protegidos en tratados
internacionales y legislaciones nacionales. Estos derechos son tan necesarios
como tambiŽn lo es la libertad de expresi—n y el acceso a la informaci—n. El
d’a 28 de enero se celebr— por sŽtimo a–o consecutivo el D’a Internacional de
la Protecci—n de Datos Personales, iniciativa que se dio a conocer en nuestro
hemisferio por los Estados Unidos y Canad‡ en el 2008 y que fue creada en el
seno del Consejo de Europa y la Comisi—n Europea para conmemorar la firma de la
Convenci—n 108, documento que se conoce como el primer tratado internacional en
regular la privacidad y la protecci—n de datos.
Hoy
en d’a la gran mayor’a de datos personales se almacena de forma segura, pero
siempre existen riesgos y no se ha creado aśn el archivo que sea 100%
impenetrable. Hoy en d’a nuestros datos son muy valiosos y forman parte de la
maquinaria que requieren terceros para realizar actividades de orden, control y
lucro. Informaci—n b‡sica como nuestro nombre, nuestro e-mail o nuestra
fecha de nacimiento, as’ como datos sensibles (e.g.
preferencia sexual, informaci—n mŽdica, cuentas bancarias o religi—n) son
materia prima para realizar delitos en Internet o fuera de la red.
El
acelerado avance de la tecnolog’a hace que todos los d’as surjan nuevas
amenazas en contra de nuestra privacidad, lo que produce que el Derecho no
tenga otra opci—n que adaptarse de forma obligada a estos cambios por medio de
ramas como el Derecho de Tecnolog’as de la Informaci—n, Derecho Inform‡tico y
otros.
Todos
nosotros, desde nuestro hogar hasta las empresas m‡s grandes, debemos estar al
tanto de a quiŽn le confiamos nuestra informaci—n personal, para quŽ se
utiliza, d—nde se archiva, quiŽn accede a ella, si se mantiene actualizada, y
mantenernos vigilantes siempre de estos asuntos y otros que se desprenden del
manejo de la informaci—n personal.
Es
necesario conocer la legislaci—n vigente, actualizarnos, proponer cambios,
estar al d’a con la tecnolog’a y las regulaciones a nivel nacional e
internacional, conocer nuestros derechos y obligaciones y ejercerlos. Debe
existir una conciencia por parte de los organismos nacionales e internacionales
acerca de la importancia de proteger nuestra informaci—n personal y todos los
procesos que se relacionan con esta actividad.
En
nuestro pa’s, la ley de protecci—n de la persona frente al tratamiento de sus
datos personales se encuentra vigente y a la espera de la aprobaci—n del
reglamento y de la creaci—n de la Agencia de Protecci—n de Datos que ayudar‡n a
implementar la ley y a mejorar nuestro sistema de protecci—n de datos a nivel
nacional.
Nuestra
informaci—n personal y nuestra privacidad son derechos fundamentales tutelados
por la mayor’a de Gobiernos e instituciones, pero protegerlos depende mayoritariamente
de nosotros.